Extraído de Opinión
Libertaria |
L a asociación de
tres empresas, la Corporación sueca Skanska, la Corporación japonesa
Chizaki y la empresa peruana Cosapi para la construcción de la central
hidroeléctrica de Yuncan (Paucartambo II), en la provincia de
Paucartambo en el departamento de Cerro de Pasco viene ocasionando una
serie de conflictos y problemas debido a la política empresarial que
atenta contra la situación de los trabajadores y de la comunidad.
Desde 1999 la Asociación
Skanska Cosapi Chizaki, viene construyendo la central hidroeléctrica
Yuncan y en ese período se han registrado un conjunto de violaciones a
los mas elementales derechos laborales. Su ubicación, en un pequeño
poblado de la sierra central, lejos de la capital, parece ser la
cobertura ideal para esta situación.
En el mes de Junio del
presente año, la Asociación enfrentó un paro Cívico de la localidad
de Huayamallo y anexos que reunió una amplia movilización de los
pobladores por el incumplimiento de un acuerdo entre la comunidad y la
asociación firmado el año pasado que estipulaba la realización de una
serie de obras en la zona para impedir la contaminación ambiental
producto de las labores que se realizan en su cercanía.
Ante esto, la
"Asociación Skanska Cosapi Chizaki" paralizó las obras
durante cuatro días por su propia voluntad negándose luego a pagar los
jornales de los trabajadores y más aún descontándoles los gastos de
alimentación y alojamiento en esas fechas. Ante tal abuso, los 700
trabajadores de la obra deciden organizarse e inician los tramites para
inscribir su organización sindical, la cual es reconocida por la
Dirección Regional del Ministerio de Trabajo y Promoción Social el 22
de Junio del presente año. Los trabajadores elaboran un pliego de
reclamos de 14 puntos y lo presentan a la "Asociación Skanska
Cosapi Chizaki", que desaloja entonces a los 700 trabajadores del
campamento y cierra los accesos a la misma. Gustavo Oviedo Álvarez,
Gerente de Administración, se niega a firmar acuerdo alguno con los
trabajadores, y les amenaza con más despidos a la vez que anuncia que
se va a seguir descontando del salario cada día de huelga, finalmente,
suspende los servicios de alimentación y alojamiento de los 700
trabajadores dejándolos literalmente en la calle. Fuerzas policiales y
del ejercito rodean el campamento a solicitud de la Asociación.
Al conocer estos hechos,
ese mismo día, los pobladores de la comunidad se dirigen a las puertas
del campamento y expresan su indignación por estas medidas, mientras
que un grupo de trabajadores exige ingresar al mismo para recuperar sus
pertenencias y poder pasar la noche en el frío clima de la sierra
central. La asociación por medio de Gustavo Oviedo da órdenes
terminantes de impedir el ingreso de cualquier trabajador a sus propios
dormitorios.
La policía empieza a
lanzar bombas lacrimógenas en gran número y luego procede a disparar a
los trabajadores y ciudadanos reunidos pacíficamente. La comunidad de
Huayamallo y todo el campamento de Agomarca quedaron bajo una espesa
niebla de gas que afecto también a mujeres, niños y animales. Las
balas lograron herir de gravedad al trabajador Moisés Hinostroza
Montes. Durante varias horas la confusión y el temor reinaron en el
campamento de Agomarca.
Al día siguiente, la
"Asociación Skanska Cosapi Chizaki" distorsionando los hechos
acusó a los trabajadores de intentar la ocupación ilegal del
campamento, de haber tomado rehenes y finalmente cerró la obra, los
comedores y los dormitorios desde el 2 de julio, paralizando toda labor
sin ninguna explicación. Durante tres semanas los 700 trabajadores se
han visto impedidos de trabajar y sin ingresos que les permitan mantener
a sus familias.
Como es fácil de
entender, la empresa mantiene una política que atenta con la
legislación nacional sobre condiciones de trabajo y libertad sindical;
atenta además contra los Convenios y recomendaciones internacionales
suscritos por el Estado peruano y la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) y más grave aún, la corporación sueca Skanska viola un
"Código de Conducta" firmado el 8 de febrero del presente
año entre ella y la Federación Internacional de Trabajadores de la
Construcción y la Madera (IFBWW por sus siglas en inglés) en donde se
señala el compromiso de la corporación Skanska y sus filiales en todo
el mundo, para no discriminar en el empleo, no impedir la formación de
sindicatos, no exceder las horas de trabajo legalmente reguladas,
brindar condiciones de trabajo dignas y adecuadas y respetar la
legislación de las naciones donde operan así como los convenios
internacionales de la OIT. Pueden revisarse el convenio en:
http://www.ifbww.org/~fitbb/TRADE_UNION_RIGHTS/SKANSKA/Skanska_eng.htm
Resulta claro que TODOS
estos puntos están siendo violados flagrantemente por la filial de
Skanska en el Perú. Hemos iniciado los contactos con la oficina central
de la corporación sueca Skanska y con la IFBWW para poner en su
conocimiento esta situación.
Programa de Vigilancia
Social de Empresas Transnacionales. PLADES
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