Refugiados afganos

La actual situación de miedo a un ataque de los EEUU que vive la población de Afganistán está llevando a miles de personas a huir de sus hogares hacia países vecinos, en particular a Pakistán y a Irán, pero también a Uzbekistán, Tayikistán y Turkmenistán. Tayikistán, en contra de las leyes internacionales, mantiene su frontera con Afganistán cerrada desde septiembre de 2000. Esta circunstancia provoca que los refugiados estén acumulándose en la frontera sin poder cruzar al otro lado. Antes del miedo a los ataques de EEUU había ya unos 10.000 afganos refugiados de la guerra entre los Talibán y la Alianza del Norte esperando poder cruzar el río Panj, que marca la frontera entre Afganistán y Tayikistán. Ahora hay que añadir la nueva oleada de refugiados. Es urgente que el gobierno de Tayikistán reabra su frontera y que permita el paso de los refugiados. Los países de Asia Central tienen serios problemas para atender a los refugiados, y es muy importante que la Comunidad Internacional les proporcione ayuda para que no se vean desbordados y adopten soluciones como la del gobierno tayiko que causan más sufrimiento si cabe a la población afgana.

Irán y Pakistán también han cerrado sus fronteras con Afganistán. En la última semana unos 15.000 refugiados han entrado en Pakistán, y ahora ese país sólo permite el paso a quienes tengan un visado.

Antes de la actual crisis había más de 1.100.000 afganos desplazados dentro del país por culpa de la sequía, la hambruna y la guerra. Se calcula que hay unos 2.000.000 de afganos refugiados en Pakistán. Varios cientos de miles han abandonado ahora sus hogares por miedo a un ataque. Se cree que más de 100.000 personas han dejado sus casas sólo en la ciudad de Kandahar.

Muchos refugiados son demasiado pobres para pagarse el transporte, y otros están demasiado débiles. A esto hay que añadir que las organizaciones internacionales de ayuda se han ido del país, con lo que la distribución de ayuda está paralizada.

Extraído de Opinión Libertaria