¡Huelga general internacional contra la guerra!

 

No, no pretendemos hacer el ridículo con este llamamiento. Sabemos tan bien como cualquiera que el movimiento obrero actual no está concienciado ni preparado para llevar semejante hazaña a cabo, ni la CNT – AIT tiene capacidad de convocatoria para una huelga general y menos una internacional.

Lo cual no quita que el planteamiento tenga mucha lógica y cierto interés en la situación que vivimos – ahí tenemos a los superpoderosos intentando asegurarse el acceso al recurso que mantiene en marcha el capitalismo salvaje: el petróleo, dios del siglo pasado, pero cada vez menos abundante. Ahí les tenemos con su chulería, su falta de ética, su prepotencia.

Y a nosotr@s que vemos con asco cómo van machacando lo que se les antoje, cómo masacran, cómo ponen en peligro nuestras vidas, cómo disponen de su carne de cañón ya profesionalizado, ¿qué podemos hacer?

¿Crear plataformas para emitir panfletos "consensuados" y por lo tanto tan moderados que nos aburren a nosotr@s mismos y encima acaban en la basura? ¿Poner nuestra firma en alguna lista de corrreo electrónico? ¿Convocar concentraciones, manis que tranquilizan la consciencia del / la participante, pero que, como mucho, crean problemas al munipa que tiene que gestionar el tráfico?

Bien, lo hacemos, pero sabiendo que así tenemos perdida la guerra de antemano. Entonces, por qué no acordarnos del planteamiento histórico, el de l@s bisabuel@s, ante una guerra capitalista de dimensiones internacionales: a la huelga. !A paralizar la máquina económica que sustenta esta guerra! Las empresas que producen las armas y todo el equipo que hace falta para machacar, en este caso, al pueblo iraquí.

¿No podemos? ¿Los sindicatos que tendrían todavía algo de capacidad de convocatoria pasan del tema? ¿Que los comités de las empresas armamentísticas en Euskadi también? Pues, habrá que pensar en la guerra de baja intensidad. Como el conductor del tren inglés que se negó a llevar un tren de armamento a su destino. Como los "longshore men" del puerto de San Francisco, que en su época, no cargaron las armas destinadas a El Salvador… O, más cercano, como el sabotaje interno que amenazaba con convertir a la central de Lemoniz en una obra perpetua.

Si queremos, ya encontraremos la forma de ser un "grano de arena" en la máquina bélica. La desobediencia civil y obrera, el sabotaje y el boicot, llevado a cabo en muchos sitios a la vez e incluso individualmente, se harán notar. No cuesta nada dejar de comprar los productos de aquellas empresas que más directamente se benefician de esta guerra, empezando, por ejemplo, por Petronor / Repsol, que fabrica combustible de alta calidad para los aviones militares. O consumir algo menos de gasolina que, dicho de paso, también vendría bien como reacción al chapapote y como protesta contra el empobrecimiento que ha supuesto el condenado euro para casi tod@s l@s europe@s.

Y, por lo demás, ¡la imaginación al poder! !VIVA LA ACCIÓN DIRECTA!

CNT de Gipuzkoa

Arriba lucha antifascista