Cuando se cumplía el 45 día de boicot efectivo contra esta Tetería y estando concentrados frente a la puerta de dicho negocio, aparecieron unas veinte personas que se introducen en dicho local, éstas desde el interior del local empiezan a provocar a los compañeros allí concentrados.

Como los provocadores no obtenían la respuesta que esperaban, aparece un mafioso que a la indicación de "Esto se termina ya hoy", derriba el puesto de recogida de firmas y propaganda que las compañeras tenían y salen del local diez gorilas de gimnasio (relacionados con la "seguridad" de distintos locales de alterne de la noche granadina) que empiezan a agredir a los compañeros allí concentrados.

Estos gorilas se ensañan especialmente en un compañero al que le echan una cadena al cuello arrastrándolo de esa manera más de 20 metros, golpeándolo y pateándolo. Cuando las compañeras/os pueden socorrerlo ya yace inconsciente en el suelo. Se le lleva al hospital y le son efectuadas distintas pruebas dándole el alta (pese a la gravedad de la agresión). En ese mismo hospital aparece uno de los gorilas, cojeando, acompañado de dos de los mafiosos más señalados y peligrosos de Granada.

El conflicto entra en una fase preocupante, vemos que esta acción no es solo guiada por el empresario de esta tetería, sino que todo apunta a que es una acción organizada por varios empresarios de teterías que se ubican en la zona.

Al día siguiente de la agresión, los compañeros nos reunimos y valoramos si seguir con las concentraciones dado el cariz de los acontecimientos. Decidimos que, por las fechas vacacionales, si estábamos número suficiente nos volveríamos a concentrar ese mismo día para proseguir con el boicot y denunciar la acción mafiosa de esta zona de Granada que recordaba a los años del pistolerismo que tanto daño hizo a nuestra organización.

Y así lo hicimos, esta vez con una concentración más numerosa para prever las posibles agresiones. Fuimos constantemente provocados por distintos dueños de otras teterías, provocaciones en las que no caímos los que allí fuimos a solidarizarnos no sólo con el conflicto de las compañeras sino a denunciar las prácticas mafiosas de la hostelería de esta zona de Granada.

CNT de Granada

En estos días en los que Granada vive su Semana Santa, unos hechos especialmente graves han acaecido en torno al caso de las despedidas de la Tetería Alfaguara.

Como sabréis, cinco trabajadoras de dicha tetería fueron despedidas por reclamar unos contratos ajustados al convenio de hostelería, seguridad en el trabajo (habían sufrido una fuga de gas) y cese del acoso psicológico por parte de el empresario, José Hidalgo Rosales. Son ya 45 días los que las trabajadoras, junto a miembros del sindicato CNT, reclaman frente a la puerta del establecimiento la readmisión a sus puestos de manera digna.

Ayer, día 18 de abril, sobre las 9 de la noche, las ocho personas que nos encontrábamos repartiendo hojas informativas pacíficamente observamos cómo un grupo de unos diez jóvenes, varios de ellos de bastante corpulencia, se adentraban en la tetería. Acto seguido, se colocan en la mesa que da a la ventana de la calle, abriendo la misma, y comenzando a provocarnos con gritos como "Ladronas, putas, chupasangres", y amenazándonos ("os vais a enterar de lo que es bueno").

La situación se mantiene aproximadamente durante una hora, en la que tenemos que seguir soportando las provocaciones (eso sí, animad@s por los viandantes que expresaban su solidaridad con nosotr@s), y durante la cual otros grupos menos numerosos se van adentrando también en la tetería, hasta llegar al número de 20/25 personas.

Sobre las 10 de la noche, observamos que uno de los individuos llama desde su teléfono móvil, y poco después aparece un hombre de unos 55 años, al que conocemos y creemos que tiene participación en alguno de los negocios de la calle Calderería. El individuo que llamaba le dice "Hola, jefe", respondiendo éste al saludo. El hombre se acerca a uno de nosotros e intenta arrebatarnos las hojas informativas; al no conseguirlo, se dirige a la mesa informativa con más de 4000 firmas de apoyo en solidaridad por los despidos, con claras intenciones de echarla abajo. Conseguimos que el hombre no logre su propósito, pero en ese momento salen en avalancha las 20/25 personas de la tetería, comenzando a agredirnos física y verbalmente (sobre esto poseemos 6 partes médicos por lesiones de diversa índole). El objetivo claro era Julio, compañero del sindicato CNT, sobre el cual se lanza uno de los individuos corpulentos y comienza a estrangularlo con una cadena.

Las personas allí presentes, tanto nosotr@s como l@s viandantes, intentan impedir la agresión, pero el principal agresor es apoyado en todo momento por sus amigos, que apartan a todo el mundo a golpes y empujones. En un momento dado, se consigue separar al agresor de nuestro compañero, momento en el que tira la cadena, y consigue avalanzarse de nuevo contra Julio, al que intenta estrangular con su brazo.

Nuestro compañero cae desmayado al suelo, unos 30 metros más abajo de donde había empezado todo, la puerta de la tetería Alfaguara, y le propinan aún algunas patadas, estando él indefenso y semiinconsciente. Finalmente, un grupo de viandantes hace un corrillo en torno al agredido impidiendo que fuera asesinado. Es requerida la presencia de la policía y de una ambulancia, que se lleva a Julio al Hospital Clínico, lugar en el que permanece en observación.

Todo esto va ocurriendo en la calle Calderería Nueva en dirección a Elvira, mientras en la misma puerta de la tetería unos cuantos de los individuos destrozan el material que allí teníamos. Oímos en repetidas ocasiones "Cogedles las firmas", haciendo referencia a las firmas en solidaridad citadas, que habían sido muy numerosas esa tarde. El hombre de unos 55 años arremete a una de las despedidas y a su compañero, amparado por el grupo de matones.

Todo esto ha sido denunciado ante la policía, apoyado por testimonios de viandantes que se encontraban en el lugar de los hechos y que identificarán a los agresores; el lunes se pasará a Fiscalía.

Tenemos fundadas sospechas de quiénes han sido los responsables de todo esto. El empresario, José Hidalgo Rosales, tras mes y medio sin readmitir a las trabajadoras, habiendo conseguido éstas que prácticamente todo el mundo se solidarizara con ellas y no consumiera en el local, no ha podido aguantar más y ha empleado esta táctica para amedrentar a las despedidas, máxime sabiendo que la sentencia por el primer despido está muy cercana y no le será favorable. La responsabilidad también se evidencia desde el momento en el que los agresores, al insultarnos y amenazarnos, gritan datos aparecidos en

el primer juicio laboral, tales como la cifra exacta que reclaman las trabajadoras de indemnización, denuncias presentadas... Esos datos, que nosotros no hemos difundido, sólo eran conocidos por el empresario

y su abogado. Por otra parte, la presencia de alguno de los empleados de la tetería Pervane, sita en la misma calle, entre los agresores, nos hace pensar que se ha producido "solidaridad entre explotadores". Non vano, el empresario de la Pervane tuvo que abonar varias indemnizaciones a las trabajadoras que despidió hace unos dos años, y a las que CNT también apoyaba.

Por último, el individuo de unos 55 años al que los agresores saludan como "jefe", si se confirma que posee algún negocio por la zona, la implicación es más que evidente: las trabajadoras están sufriendo diariamente una tremenda hostilidad por parte de los empresarios de la calle, al temer éstos que se evidencie la situación de ilegalidad en la que ellos también mantienen a sus trabajadores/as.

Como veréis, el asunto es de especial gravedad.

Os pedimos vuestro apoyo y comprensión en este caso;

Os pedimos que publiquéis el comunicado para que actuaciones mafiosas como esta no pasen desapercibidas.

Si queréis conocer más detalles, las trabajadoras de la tetería no se van a dejar amedrentar y estarán de nuevo esta tarde a partir de las 4, frente al establecimiento, realizando la labor que han venido haciendo durante mes y medio.

Despedidas de la Tetería Alfaguara y CNT Granada