La ONU vaticina que la lucha por el agua potable creará conflictos y guerras regionales

 

El crecimiento continuado de la población entra en conflicto con los recursos naturales disponibles, entre los que el agua es el más importante según afirma Klaus Koepfer, director general del Programa Medioambiental de las Naciones Unidas. Este elemento tan valioso como escaso para la sociedad humana se convertirá en una fuente de conflictos y guerras en el mundo. La razón estriba fundamentalmente en el mal uso y distribución entre los países. Las enfermedades transmitidas por el agua en malas condiciones provoca una tercera parte de las muertes de personas en el mundo

El agua es un recurso bastante escaso. De todo el agua que existe en el planeta –unos 1.400 millones de kilómetros cúbicos- la humanidad podrá aprovechar en teoría el tres por ciento de esa cantidad, que supone todo el agua dulce. Lo malo es que las tres cuartas partes de todo esa agua está congelada en los glaciares de los polos, y de momento no es accesible para su consumo.

De la parte que queda, la mitad se encuentra en acuíferos subterráneos, y sólo una parte entre 50 se localiza en los lagos y los ríos. Los países industrializados acceden de forma automática al agua potable con sólo girar un grifo, pero para los países en desarrollo esto todavía es una utopía.

Gasto desigual

Una familia en EE.UU que tenga un jardín puede consumir del orden de 3.000 litros diarios, mientras que una familia en cualquier aldea de Kenia gasta sólo un 5% de esa cantidad, con la diferencia de que allí no hay grifos con agua corriente y los niños a menudo deben de viajar durante horas para recoger agua con sus cántaros; para ellos es un bien más preciado que el alimento, aunque deberán de hervirla antes de beberla.

Las enfermedades transmitidas por el agua no tratada constituyen un problema sanitario tan grande que ocasiona un tercio de las muertes que se producen en el mundo.

Klaus Koepfer, que asumió en febrero de 1998 el cargo de director general del Programa Medioambiental de la ONU, anticipa en una entrevista que publica el último número de la revista "Enviromental & Science & Technology" los problemas regionales derivados de la lucha por este recurso al que no damos importancia al abrir el grifo.

"Estoy completamente convencido dq eu en el futuro ocurrirán conflictos centrados sólo en el uso de los recursos naturales", explica Koepfer. " Y estos conflictos están ligad0os al agua. Todo el mundo sabe que existe un incremento de la población, pero este incremento no se corresponde con más agua potable, lo que deriva en conflictos regionales. La próxima guerra mundial no será por motivos ideológicos, sino que estará ligada al agua".

En el mundo existe varios conflictos bélicos en el que el agua es la razón de fondo. Buena parte de las disputas entre árabes e israelíes se centran en los territorios donde hay agua potable. Peter H. Gleick, del instituto de Estudios de Desarrollo, Medio Ambiente y Seguridad de California (EE.UU), ha realizado estudios que muestran que una tercera parte del agua potable que consumen los israelíes procede de los territorios ocupados a los palestinos. En especial, los Altos del Golán, ganados a Siria, no consisten sólo en un conjunto de colinas y valles áridos y desérticos. Según Gleick, contienen en su interior importantes reservas de agua subterránea.

Raíces medioambientales

¿Cuál es el mejor uso y control que se le puede dar al agua? Koepfer afirma que los conflictos entre países por la lucha del agua tienen profundas raíces medioambientales: el agua, en definitiva, no se puede separar de otros problemas. Por ejemplo, el uso de tierra cultivable está disminuyendo en todo el mundo debido a la contaminación, y especialmente, la deforestación. Si no hay políticas de protección del suelo, la erosión corre por sus fueros. Y como consecuencia de la falta de alimento, se producen 20 millones de refugiados "medioambientales", tal y como los define este director general.

"Es necesario disponer de la información más temprana sobre estos hechos relacionados, y localizar estos puntos de conflicto lo antes posible. Por tanto, lo que necesitamos es una buena capacidad de vigilancia y buenos consejeros", afirma sin dudarlo Koepfer.

La ONU ha puesto en marcha un programa global internacional de valoración del agua para tratar de localizar con anticipación estos focos de conflicto. Se trata de realizar una ciencia predictiva tal y como hacen los expertos del Panel Internacional de Cambio Climático cuando valoran la influencia human en el calentamiento global.

"Necesitamos estimular el uso de las nuevas tecnologías para ahorrar agua. El agua potable podría convertirse en la política de paz del futuro, y si aprendemos a manejar los problemas derivados del uso del agua, obtendremos los instrumentos para el desarme en el futuro", afirma Koepfer.

La UNESCO, por su parte, planea poner en marcha el Centro Internacional para la Prevención de Conflictos Bélicos relacionados con el Agua. Según su director general, Federico Mayor Zaragoza, la iniciativa surgió en una reunión auspiciada por esa organización celebrada a principios del verano de 1998 en Valencia.

El objetivo de ese centro es promover la cooperación para anticipar y resolver las disputas internacionales sobre el agua a través de la investigación académica, el entrenamiento de personas y la asistencia. Un logro difícil, aunque no imposible.

"Tenemos que ver el agua no como una fuente potencial de conflicto, sino de acuerdos para intercambiar conocimientos y recursos, lo que nos llevaría a transformar una cultura de guerra en una cultura de paz", ha declarado Mayor Zaragoza.

Extraído de Autogestión nº34Arriba lucha antifascista