Opinión

Operación triunfo = Operación Negocio

Raúl

...En OT intervienen todos los sectores de la industria mediática, desde la televisión, a la cabeza (públicas, privadas, plataformas digitales), seguida de la industria discográfica, la telefonía móvil, la prensa escrita, la radio, Internet, etc. Y todo esto nos demuestra que OT es un hijo de la industria mediática que controlan las multinacionales...

 

La esclavitud femenina

Olatz Z. Frank

...consistente en un sistemático bombardeo mediático en el que se nos muestra la penosa y flagrante situación que padecemos las mujeres en el resto del mundo, porque lejos de despertar en nosotras el valor ardiente y necesario que, solidario y en actitud altruista, nos empuje juntas en socorro y auxilio de su emancipación..., nos acoquina -por no decir acojona- de tal manera que prestas y dispuestas nos hallamos a aceptar por bueno cuanto aquí nos suceda, sin ver en ello agravio alguno...

El imperio y el síndrome de Asterix

Sibelius

...a versión amable y divertida de la enésima derrota, no olvidemos que en la Galia ganó César; otra aldea más arrasada y destruida por las tropas del imperio. Para que nuestro cuento fuera feliz nos hace falta un pequeño detalle, la pócima mágica del chamán que facilite la victoria...

Descanse en paz

Herre

...Estamos de acuerdo con Chomsky cuando dice que la caída del Muro de Berlín es una victoria más del socialismo. Los neocomunistas están pagando cara su estrategia de ser el muerto en todos los entierros: secuestrar manifestaciones obreras por el procedimiento de ponerse a la cabeza de las mismas, instrumentalizar salvajemente cualquier iniciativa política o sociocultural de base y empeñarse en hacerse "interlocutor válido"...

Anarquismo y romanticismo

Scrivener

...se considera a Godwin como un pensador marginal, excéntrico, que no está a la altura de la atención de estos respetables estudiosos. Por otra parte, y esta es otra razón, es cierto también que los críticos no intentan ni siquiera descubrir si existe este anarquismo de Shelley. Simplificando se puede decir que existen dos tipos de admiradores de Shelley: los revolucionarios y los estetas...

   
   

Operación Triunfo = Operación Negocio

Raúl

Desde hace algunos meses aparece en la"caja tonta" un programa que está batiendo los records de audiencia de la pequeñísima historia de las cadenas televisivas españolas, con casi trece millones, de media, y más de quince millones de telespectadores de máxima audiencia en el programa emitido el 11 de febrero. Este programa concurso se denomina Operación Triunfo (OT); en él unos jóvenes concursan y compiten por tener una carrera musical similar a la de Ricky martín, Luis Miguel o Ana Belén. En dicho concurso, los concursantes están unos meses internados en una academia donde supuestamente les enseñen a cantar, bailar, moverse, etc. Transformándoles en artistas, cambiando al cantante de karaoke o de orquesta de banquete de boda por una superestrella mediática de la televisión, la música, la radio, etc.

Hay quien dice que OT es un programa muy bueno porque da una oportunidad a jóvenes cantantes para que demuestren todo su talento que de otra forma no podrían demostrar en el mundo de la canción y la música. Pero, ¿cuántos artistas con talento existen en el mundo y nunca saldrán en televisión o venderán millones de discos? El que salgan en televisión o el que las ventas de sus discos sean astronómicas no quiere decir que tengan talento o que sean artistas. ¿No tendríamos que pararnos a definir qué es talento o qué es ser artista? Porque un artista es un acróbata, un músico percusionista, un cantante de Rap, un Clown, un dibujante, un poeta, etc. ¿Quién monopoliza los conceptos, quién los manipula, quién se los adueña para su propio interés? Decía Frank T. en una de sus letras "¿Quién dice lo que es arte, quién dice lo que es música y quién lo que no?". Espero que después de leer estas líneas quede una vez más en evidencia quién o quiénes hacen lo que antes he expresado.

Ahora quiero pararme a reflexionar un poco lo que supone OT para la industria mediática y cómo es un auténtico negocio para la industria y un elemento más de este capitalismo informacional. En OT intervienen todos los sectores de la industria mediática, desde la televisión, a la cabeza (públicas, privadas, plataformas digitales), seguida de la industria discográfica, la telefonía móvil, la prensa escrita, la radio, Internet, etc. Y todo esto nos demuestra que OT es un hijo de la industria mediática que controlan las multinacionales y estados que nos constriñen, oprimen y forjan un mundo plagado de desigualdad y pobreza. Además, OT es un instrumento muy rentable para el capitalismo informacional e incluso para los partidos políticos, pues, a este respecto, vimos cómo un diputado del PP se apuntó el tanto del éxito del programa y dijo que OT promovía los mismos valores que fomenta el PP, y es la pura verdad, pues OT fomenta los valores del neoliberalismo y del capitalismo, como después veremos más adelante.

OT es un programa de TVE producido por Endemol, en dicho programa también están involucradas las compañías discográficas (Vale Music, BMG-Ariola, Sony Music, etc.), junto con el grupo mediático Prisa (propietario de Canal Satélite Digital, Canal Plus, 40 Principales, radio y televisión, diario El País, etc.) y la multinacional mediática Disney. Pero, en esta operación negocio, también está participando el grupo Telefónica, que con el grupo Prisa son los dos grupos mediáticos mas importantes del estado español. Dentro de este grupo está la empresa Admira propietaria de la productora Getmusic-Endemol que produce OT. Esto quiere decir que, paradójicamente, los dos grupos mediáticos más importantes e influyentes dentro del estado español participan en OT, operación negocio, siendo partícipes de todos sus beneficios económicos. Estos grupos mediáticos forman un gran oligopolio que abarca casi toda la industria mediática del estado español, y, por lo tanto, también controlan la información, el entretenimiento y las formas de pensar.

Principalmente, el estado, Telefónica y, en menor medida, Prisa son los padres de un producto de masas como es OT, que llega a millones de personas y cuyos efectos de manipulación y alineación son enormes, al igual que sus beneficios, que generan millones de euros. Estas mismas multinacionales mediáticas son las que nos manipulan, nos desinforman, las que nos controlan nuestras formas de pensar y de divertirnos, las que son responsables de tanta desigualdad y opresión en el mundo. Por tanto, si luchamos contra las multinacionales, también luchamos contra este programa, que hace que millones de personas se preocupen más de cosas irrelevantes, mientras el mundo sufre por los cuatro costados de hambres y guerras, sufrimiento causado por esos poderosos que nos venden programas que no nos permiten reflexionar sobre lo que está pasando en este mundo. Por ejemplo, el fenómeno de la globalización, capitalismo global, que tantas consecuencias negativas está trayendo al conjunto de la humanidad, no importa nada, mientras todo el mundo está pegado a la televisión pendiente de quién gana este programa o qué cantante va al festival de eurovisión.

OT ha conseguido poner en marcha todo el negocio de la industria mediática, que está ganando mucho dinero a costa de muchos millones de personas que consumen este programa. Empleo el término consumir porque "la televisión es un bien de consumo en sí mismo"; un bien de consumo que produce un considerable beneficio a unas cuantas empresas y multinacionales. Este programa está consiguiendo records astronómicos de audiencia, y audiencia, en televisión, significa unos elevadísimos ingresos para las cadenas televisivas por publicidad, además los discos de OT se están vendiendo a millones, desbancando a todas las estrellas consagradas de la canción. Según un informe de la Sociedad General de Autores, los discos de OT estaban solventando las pérdidas del mercado del disco sufridas por la piratería de cd´s. El programa también está sirviendo como arma de lucha contra la piratería de cd´s, piratería que da de comer a muchos inmigrantes, excluidos de la sociedad, tratados como delincuentes cuando las multinacionales saquean a los países más pobres, los roban y explotan con toda impunidad. Es mucho más honrado comprar cd´s piratas, que dan algo de comer al inmigrante, trabajador explotado muchas veces por las mafias, que comprar los originales a multinacionales que tienen miles de millones de beneficios.

El programa también posee una estrategia de marketing, estrategia de ventas dentro del mercado capitalista, para inundar los mercados de productos del programa, por los cuales también se están consiguiendo considerables beneficios económicos. Según un artículo publicado en el diario El País el 22 de febrero, TVE ingresó por OT 24 millones de euros (4.000 millones de pts.), provinentes de ingresos en materia de publicidad, comercialización de programas, venta de discos, llamadas 906 y mensajes a móviles.

OT conjuga todos los valores del neoliberalismo, tanto implícita como explícitamente; rentabilidad, eficacia, eficiencia, competitividad, consumismo, etc . Conjuga también el concurso televisivo, con el espectáculo y la vida en directo (fórmula televisiva de "Gran Hermano", "Supervivientes" o "El Bus"). Este programa nos vende muy bien los valores de la "meritocracia", del sueño americano, que dice que, con trabajo, esfuerzo y dedicación se consigue el éxito en la vida, el dinero y la fama y que, por encima de tu condición social o étnica, cualquiera puede convertirse en rico y famoso. Esta idea, netamente norteamericana, nos la está vendiendo la televisión desde su primera existencia, pues la televisión siempre ha sido un instrumento de los estados y del capitalismo para tener al pueblo entretenido, desinformado, entontecido y adormilado ante todas las estructuras (estado, ejército, iglesia, empresas) que lo oprimen y explotan. Así, también la televisión sirve para perpetuar el orden imperante, pues fomenta la pasividad y el inmovilismo de la sociedad. En la antigua Roma se decía: "dar al pueblo pan y circo"; ahora se les da comida prefabricada y telebasura.

Este programa también utiliza las nuevas tecnologías (Internet, mensajes sms), elemento característico de este nuevo capitalismo informacional, y vende muy bien la idea de la democratización de la televisión, que consiste en que se le otorga al telespectador el poder de decidir sobre el destino delos concursantes, por medio de la televisión interactiva (los elimina, los salva o los hace ganar o perder). La idea de la televisión democratizada hace creer a la persona que es importante porque influye directamente sobre el destino de los concursantes en el programa, sin tener en cuenta que los que dirigen el programa realmente son los productores y las cadenas televisivas. Además, con esta "democratización" existen empresas que ganan muchísimo dinero, como las empresas 906 o empresas que gestionan mensajes a móviles. Por ejemplo, las llamadas a 906 de OT han proporcionado 2,6 millones de euros a estas empresas.

OT está controlado por los principales grupos mediáticos del país (Telefónica y Prisa) y por el Estado. Y éstos son los que manipulan la información y transforman las formas de pensar y hacer de las personas, los que continuamente nos oprimen y explotan y nos ponen barreras a nuestras libertades; este programa es una herramienta más de las multinacionales y estados al servicio del capitalismo. Como anarcosindicalista, que detestamos el Capitalismo y el Estado, debemos repudiar tal programa televisivo y debemos denunciar que éste es un gran negocio. Por muy mayoritaria que sea su audiencia, debemos denunciar que OT es una farsa montada para que los mismos de siempre se llenen los bolsillos de billetes, mientras los trabajadores, agricultores, los parados, los excluidos sufren las consecuencias de este sistema económico capitalista: paro, marginación, contratos basura, precariedad y siniestralidad laboral, marginalidad, etc. Esos quince millones de personas deberían tener en cuenta, deberían reflexionar un poco sobre lo que están viendo, y comprender que existen demasiados problemas laborales y sociales en la calle para que estemos pendientes de las andanzas de los chicos de OT. Perdemos un tiempo precisos y un espacio mental aprovechable de otro modo viendo estos programas, mientras no reflexionemos que la globalización económica saquea a los más pobres y mata de hambre a millones de personas. Pero la televisión está cumpliendo, una vez más, el papel asignado de entontecernos la mente, de provocarnos un encefalograma plano, de hipnotizarnos. La televisión y casi todo lo que nos quieren vender la industria mediática y multimedia funcionan como el "opio del pueblo"del siglo XXI. Decía un periodista que OT no era un programa telebasura, sino que era un programa de calidad. Yo digo que OT es un programa que nos vende y nos muestra la basura que representa el sistema capitalista o neoliberal con sus valores a la cabeza. La televisión es, actualmente, el elemento más influyente de condicionamiento mental, y con este programa transmite de forma excepcionalmente eficaz el ideario de valores de este modelo de sociedad que nos han impuesto.

OT es más que un programa de televisión, algunos dicen que es un fenómeno social, para mí, es un elemento, un instrumento más de este capitalismo informacional global, es un bien de consumo más de este sistema que hace engordar a las grandes corporaciones empresariales y que, a su vez, son dueñas de toda esta industria mediática que está transformando nuestro tiempo de ocio en un negocio, en un burdo beneficio económico, y hasta está transformando las formas de pensar y el comportamiento de las personas. Los que detestamos el capitalismo porque genera desigualdad económica y social, porque hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, debemos denunciar OT como un elemento y un instrumento más del Sistema. No debemos entrar en el juego de que si los concursantes son artistas o no, debemos simplemente denunciar que este programa es una muestra más de este capitalismo que nos oprime.

De CNT-Estudiantes de Alcalá Arriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!


La esclavitud femenina

Olatz Z. Frank

Suele, por éstas fechas, según se acerca y se aleja el ocho de Marzo, el imperante machismo advertirnos, por distintos procedimientos mafiosos subliminales, de que, somos más mujeres que nunca y que además de continuar siéndolo, hemos de exclamar que nos gusta.

El primero de éstos sutiles métodos de persuasión, procura hacernos presente los tiempos de Aristóteles, en los que el estagirita, nos tenía por poco más que la incubadora de la simiente masculina, con el insano propósito, como digo, de que su mera evocación cale hondo en nuestro amedrentado entendimiento e inserte, la del todo inadecuada y falaz comparación confusa, de aquella y ésta época, para que así, con su recuerdo, aparezca en nosotras el cómodo conformismo que disuelva y disipe nuestras histéricas, sofocadas y recurrentes reivindicaciones, al objeto de que contemplemos complacientes nuestra actual condición como el producto último y más desarrollado de nuestras aspiraciones a la igualdad con el varón.

Tampoco por verdadera, resulta menos sibilina la segunda de éstas tretas, consistente en un sistemático bombardeo mediático en el que se nos muestra la penosa y flagrante situación que padecemos las mujeres en el resto del mundo, porque, como les sucede a los obreros cuando les hablan de las condiciones laborales de los coreanos y filipinos, lejos de despertar en nosotras el valor ardiente y necesario que, solidario y en actitud altruista, nos empuje juntas en socorro y auxilio de su emancipación..., nos acoquina -por no decir acojona- de tal manera que prestas y dispuestas nos hallamos a aceptar por bueno cuanto aquí nos suceda, sin ver en ello agravio alguno.

Y en tercer y último lugar, tenemos al más ruin y mezquino de estos procedimientos que con la excusa de nuestra noble causa, encuentra la vía abierta para, de modo encubierto pero eficaz, continuar perpetuando lo que hasta hace bien poco se impartía en la escuela, se legislaba en las cortes, se santificaba en la Iglesia, y te daban de mamar en casa: el debido y natural sometimiento de la mujer en todos los órdenes de la vida, sea en la esfera privada, sea en la pública. Me estoy refiriendo a la embriagadora imagen que alude al fenómeno occidental de las últimas décadas, bajo el eufemismo de la emancipación femenina.

Porque, para nuestra desgracia, el machismo no es sólo cosa de hombres –como tampoco el feminismo debería serlo sólo de mujeres-, nosotras también hemos contribuido de manera decidida, entusiasta e inconsciente a la difusión y extensión de tan magno bulo como lo es la infeliz expresión "la liberación de la mujer", pues convencida estoy de que a nada que una investigue y reflexione con seriedad y sin demagogia sobre lo que verdaderamente se ha logrado y el modo en cómo se ha conseguido, más pronto que tarde, habrá de asentirse con resignación al hecho de que aún hoy seguiría vigente y con pleno sentido, el escrito que, en defensa nuestra, publicara a mediados del XIX, el ilustre John Stuart Mill, con el título "La esclavitud femenina".

Perdonadme, si me equivoco, queridas amigas, en mis apreciaciones, pero, con toda sinceridad, os digo que la libertad de la que gozamos, es una libertad condicional con la vida como fianza, en el mejor de los casos, cuando no se parece más a la de los presos en tercer grado que pueden entrar y salir de la cárcel para trabajar, mientras su comportamiento sea "adecuado". Cierto es que, en la actualidad, podemos llevar pantalones, se nos permite fumar, se nos deja conducir –incluso conducir y fumar al mismo tiempo-. Se nos da cabida en el ejército profesional, podemos abortar, y si lo deseamos y nos empeñamos, no es raro que lleguemos a estudiar una carrera o trabajar fuera de casa. ¡Pero decidme! ¡Por favor! ¿Es eso libertad? ¡Venga Segismundo y lo vea! Puede que me digáis retrógrada y reaccionaria, pero bajo mi personal perspectiva en todo ello, lejos de ver la liberación de la mujer, veo a la mujer más esclava que nunca, por haber sucumbido a los cantos del dragón del espíritu machista que rige a toda la sociedad. Me creería más dicha liberación, si el hombre pudiera llevar faldas en lugar de la mujer pantalones, si el hombre hiciese punto, en vez de que la mujer fume, si el macho aprendiera a cocinar, en lugar de la mujer conducir; si el hombre no tuviera ejército, ni la mujer se sumara a ellos, si él se pusiera el preservativo y yo no me tomara la píldora; si ellos asumieran su paternidad y nosotras no nos vieramos en la necesidad traumática y nada deseable de escoger abortar, y, si ellos trabajasen más dentro de casa, en vez de que nosotras trabajemos el doble, dentro y fuera de ella.

La ilusa liberación femenina es fenómeno y consecuencia única y exclusivamente de la casual conjunción de la trayectoria paralela del desarrollo de dos hechos, como lo son, la invención de los electrodomésticos y las dos guerras mundiales, que han tenido lugar a lo largo y ancho del siglo XX: la aparición de la lavadora liberó a la mujer el tiempo suficiente como para que pudiera dedicarse al estudio y a trabajar fuera de casa, cosa que no sucedería hasta que los varones dejaran los puestos de trabajo vacantes, debido a las dos conflagraciones citadas, momento en el que encontramos entonces el modo de hacernos un hueco en la sociedad civil, que hasta entonces nos estaba negado. En consecuencia, al no haber sido nuestra libertad de movimientos fruto de la lucha sino más bien de la paciente espera, no sería de extrañar que en el futuro próximo la misma desapareciera si nos andamos por las ramas y nos dormimos en los laureles.

Advertidas, pues, de la situación, sin mirar el pasado con alivio, sin atender al presente circundante con miedo, y sin creernos nuestras propias mentiras elaboradas por un feminismo mal entendido, os invito a todas a liberarnos de todo ello y como primer paso para conquistar nuestra verdadera libertad, os animo a ser conscientes de que todavía hoy, somos esclavas.

Enviado por A.C. BilbaoArriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!