¡No a la guerra!

Mentiras, manipulación e intereses económicos en la cruzada anti-terrorista

 

 

Los atentados del 11 de septiembre de este año pueden parecer hechos realmente dramáticos sin comparación alguna, si nos atenemos a la imagen que nos transmiten los medios de (in) comunicación. Estos medios han descontextualizado estos hechos de la realidad que atormenta al mundo, los han desconectado de sus orígenes y de sus causas. Además, interpretan esta realidad de forma interesada, posicionándose claramente de parte de los "representantes del mundo libre". La aparición de una televisión en Qatar, Al Jazira (La Isla), que está transmitiendo las declaraciones y posturas tanto de los gobernantes de Estados Unidos y sus aliados como del terrorista, ya juzgado, Osama Bin Laden, se han convertido en notifica en los medios occidentales. No deja de ser noticia que un medio divulgue la versión de cada una de las partes implicadas en un conflicto. Algo que no ha sentado muy bien al gobierno estadounidense que, con la excusa de que los mensajes grabados de los miembros de Al Qaeda podrían transmitir instrucciones a otros terroristas suicidas, quiere censurar estos mensajes de modo que el discurso que se divulgue sea únicamente el suyo. El papel que juegan los medios en conflictos de este tipo ya quedó patente desde hace tiempo. Baste recordar la guerra del Golfo, todo lo ocurrido en Yugoslavia, los últimos bombardeos en Irak; como ejemplos más recientes. Siguiendo en esta línea, se busca un posicionamiento de la gente, donde la elección ya ha sido determinada por el sistema: "o están con nosotros o están con los terroristas" (en palabras de Bus). De este modo, la criminalización y el menosprecio hacia cualquier voz que no se situé junto al "nosotros",surge por la identificación inmediata con "los terroristas". En esto se resume la democracia, en una elección dirigida. Alrededor de este conflicto, se ha desarrollado un proceso de manipulación, ya habitual últimamente: los medios del poder difunde su información interpretada, dirigida y descontextualizada, y esto da pie a que la población apoye al gobierno en las medidas que éste considere oportunas. Cuando Bus dice "nos odian por nuestras libertades", está jugando a este juego. Falsea la realidad. El odio hacia los EEUU no se debe a otra cosa que al papel de este estado en Oriente Medio, su apoyo al genocidio que está llevando a cabo el gobierno Israelí, y su política de aislamiento y hostigamiento hacia los regímenes no cooperantes con Washington.

Pero, ¿qué subyace tras esta "guerra internacional (de sólo dos países en realidad, EEUU y Gran Bretaña) al terrorismo"?

Primero, señalar que los talibanes han sido financiados, armados y entrenados por la CIA para, en su día, combatir a la amenaza soviética; y que su apoyo a organizaciones fundamentalistas islámicas, a través del soporte financiero de Arabia Saudita, en la mayoría de los países musulmanes ha servido al gobierno estadounidense para desestabilizar a todo aquel gobierno que no se plegase a las políticas norteamericanas. Ejemplos: la ex-Yugoslavia (Bosnia y Kosovo), Egipto, la ex-URSS (Chechenia), ... No vamos a hacer una lista de todos los actos terroristas cometidos por los gobiernos de EEUU, ocuparía demasiado espacio; sólo resaltar que en su lucha por la "libertad", el gobierno estadounidense está apoyando la dictadura militar de Pakistán.

Segundo, la zona donde se está centrando, de momento, este conflicto, es una zona de paso a importantes recursos energéticos: gas y petróleo. Toda la región del mar Caspio es rica en estas fuentes de energía, por las que están compitiendo el capital europeo (francés y alemán principalmente), el cual con su programa INOGATE está evaluando rutas de exportación de gas y petróleo desde el Caspio y Asia Central, el capital ruso y su floreciente burguesía interesados en el negocio que supondría la exportación de estos recursos energéticos, dado que las enormes infraestructuras rusa están ya siendo preparadas y revisadas, que incluso interesarían a Japón para evitar su duradera dependencia energética de EEUU; además de los intereses chinos e indios en la zona. El capital estadounidense tiene poco poder sobre esa zona y los atentados del día 11 de septiembre le han dado la excusa perfecta para desestabilizarla, posponiendo los proyectos rusos y europeos. De este modo, podría afianzarse en la zona con su intervención militar. Tampoco tiene demasiado interés en que esas fuentes energéticas funciones porque él controla las del Golfo Pérsico, con sus aliado Arabia Saudita y Kuwait, e imponiendo bloqueos y sanciones a Irak y a Irán. La competencia no es bienvenida. Después de la guerra del golfo, la cuota de exportación de petróleo que le correspondía a Irak pasó a manos de Arabia Saudita y a Kuwait, y no sería de extrañar que, tras los contactos que las empresas francesas Total y Elf mantuvieron con las autoridades de Bagdad para concretar inversiones el año pasado, EEUU hiciera una visita a su archienemigo Saddam H. En Irán, ocurre algo similar, la empresa estatal rusa Gazprom asociada a las iniciativas de Total y Elf se interesa por los recursos iraníes y por el levantamiento de sus sanciones. Tras la intervención norteamericana en Afganistán se esconde un conflicto geopolítico que puede llegar a devastar por completo la región.

Mención especial para el papel que están jugando las religiones en este conflicto. Por una parte, se habla de fundamentalismo islámico y las televisiones occidentales muestras cómo se educa a los niños, obligándoles a aprenderse el Corán de memoria. Pero, por la otra parte, ¿no existe también fundamentalismo cristiano cuando el presidente de los EEUU G. Bus habla de guerra entre el bien y el mal, asignándose a sí mismo el liderazgo del poder del bien, y cuando a l@s niñ@s de primaria se les obliga a llevarse la mano al corazón y recitar el himno nacional "Dios bendiga a América"? Recordemos que la Iglesia Católica ha calificado los atentados de "diabólicos". Fanatismo hay tanto en un bando como en el otro. La religión con sus creencias irracionales antepone la fe y la obediencia a la reflexión y a la crítica.

Guerra a las mentiras del capital y sus aliados.

Guerra a la Guerra.

CNT-AIT de ValladolidArriba lucha antifascista

Ateneo L. Gregorio Baticón

Grupo Anarquista Amor y Rabia