Ruckauf, la policía y los chicos de la calle

Contrapunto X Lagrimas de Dios (Tears of God) Wood - Iron

Esta semana la gran noticia del ámbito represivo en los medios masivos de comunicación fue la directiva de un comisario de la policía bonaerense a sus subordinados para que realizaran operativos dirigidos a sacar de las calles a niños "en estado de abandono o desamparo", los que debían ser conducidos a la comisaría de la zona y puestos a disposición del juez de menores de turno. Los diarios y radios reaccionaron como si fuese la primera vez que se enteraban que la policía (bonaerense, federal o de cualquier provincia) levanta chicos de la calle y los introduce en el macabro mundo de los "menores dispuestos" por el "sistema tutelar" regido a nivel nacional por la ley 10.903 (1919) o sus sucedáneos provinciales, momento a partir del cual sin dudas los pibes quedan abandonados y desamparados. Sí fue, en cambio, la primera vez que se expuso en negro sobre blanco, en una orden escrita y firmada por un funcionario de jerarquía, la orden expresa de salir de cacería, pues hasta ahora este tipo de procedimientos se realizaban de manera cotidiana pero sin la espectacularidad de una orden general.

Simultáneamente arreciaron las denuncias realizadas por funcionarios judiciales sobre torturas en comisarías e institutos de menores. Dado que la información proviene de quienes básicamente toman contacto por su función con menores sometidos a proceso, no es posible siquiera imaginar el alcance real de la "cifra negra" representada por el total de chicos detenidos arbitrariamente y torturados en comisarías, pues si son liberados y no quedan sujetos a una causa nunca llegarán a ser oidos por el defensor de menores.

Es imposible desvincular ambos temas de las políticas de limpieza social llevadas a cabo sistemáticamente, a veces de manera contundente y expresa a través del gatillo fácil, otras mediante el recurso de encerrar menores "tutelados" en institutos donde serán vejados, humillados, vivirán en condiciones infrahumanas, y serán violados, salvo que aprendan muy rápido y se conviertan ellos en victimarios de los más débiles.

Todo el sistema de "tutela" de los menores en estado de riesgo, y en particular de los chicos "de la calle" es perverso y responde a la idea de "mejor no hubieran nacido". Pero poner el acento de la indignación social en la comunicación del comisario y pensar que todo se resuelve con el sumario administrativo y la sanción que seguramente le aplicarán o le estarán por aplicar, suena a procesar a Astiz por lo que dijo y no por lo que hizo.

Arriba lucha antifascista

Extraído de a-infos