Tras presentar a finales de junio las cuentas del 1er trimestre de 2001, felicitar a la plantilla por las ganancias obtenidas, jactarse de que estas ganancias son mayores que las de la competencia y desmentir así las noticias que otros medios anunciaban acerca de las cuentas en Recoletos, comenzó a realizarse lo que se está convirtiendo en un reajuste de personal sin precedentes en la empresa.

En algunos casos bajo el eufemismo de ¿despidos objetivos? y en otros bajo el más ¿tranquilizador? de despidos pactados, lo que se esconde realmente es una ola de despidos que ya ha afectado a más de una treintena de trabajadores de las diferentes empresas que componen el grupo editorial y que no tiene visos de remitir.

Según sus propios datos hechos públicos a finales de julio, los ingresos aumentaron un 9% frente a los del año pasado. El aumento del precio de las dos grandes publicaciones del grupo: Marca y Expansión, ayudaron a este aumento. Sin embargo, los negocios en Argentina y las nuevas actividades emprendidas recientemente (Expansión TV, Radio Marca, Internet, etc.), han hecho que el resultado real de las cuentas no sea tan positivo y que estas malas gestiones ya estén dando sus frutos como de manera traumática está comprobando la plantilla.

Todo apunta a que esta tendencia terminará afectando al 10% de la plantilla. A día de hoy, y en contraste con las rápidas respuestas a informaciones sobre los resultados económicos del grupo, publicadas en otros medios, los trabajadores no han oído una explicación que les aclare un mínimo cuál es su situación.

Desde la CNT denunciamos la actitud empresarial caracterizada por el silencio y la falta de alternativas y estamos estudiando las posibles acciones legales que se puedan llevar a cabo.