Laudelino Iglesias
condenado a cadena
perpetua
Esta
semana miembros de la plataforma ciudadana de Barakaldo Amaitu y de la asociación
de apoyo a pres@s sociales Salhaketa daban a conocer la sentencia desfavorable
de la sala de segunda del Tribunal Supremo contra el preso de Barakaldo,
Laudelino Iglesias Martínez. La sentencia es contraria a acumular en una
condena las dos sentencias de 20 años a que está condenado.
El
objetivo del recurso de casación que Laude presentó
ante el Supremo era que las dos condenas de 20 años se juntaran en una y que se
le aplicara una máxima de 25 años tal y como contempla el nuevo código penal.
Teniendo en cuenta que tiene cumplidos 27 años a efectos legales, podría quedar
en libertad. Sin embargo la respuesta de los miembros del Supremo, Jose Antonio
Martín Pallín, Cándido Conde-Pumpido y Enrique Abad Fernández ha sido en
contra. No hay conexión temporal entre los hechos de una sentencia y de la otra
y los delitos no pueden quedar impunes, por tanto no ha lugar a su refundición.
De esos 20 años, los últimos 11 está en aislamiento ( régimen FIES 1 CD).
Este
régimen durísimo e inhumano le ha llevado a denunciar, de forma individual y
colectiva la conculcación de sus derechos, mediante denuncias, huelgas,
protestas, motines, enfrentándose directamente a la violencia penitenciaria. El
expediente de sanciones, delitos etc., que las diferentes cárceles en las que ha
estado encerrado le han creado (y que para que os hagáis una idea ocupan en
papel tanto como una lavadora) han supuesto para él otra condena firme de 20 años
más de prisión. Pero aún hay más, porque tiene otras sentencias pendientes en otros
juzgados, que le podrían suponer más años de cárcel. Para comprender mejor lo
que esto significa para el propio Laudelino y para el resto de pres@s
encarcelad@s en el estado español, las razones del Supremo para no acumular los
años de cárcel se basan en que no hay conexión entra los delitos juzgados y que
cuando una sentencia es firme no puede acumularse con otra posterior en el
tiempo.
Desde
el año 2000 el Supremo se basa en la jurisprudencia de que hay que evitar la
impunidad, es decir que no haya delitos que se queden sin pagar. En cuanto a la
alegación de Laude de que las condenas posteriores a la de 20 años por la que
entró en el talego, se deben a su inclusión en el régimen FIES, el Tribunal
Supremo reconoce que, aunque la Constitución impulsa los objetivos de reeducación
y reinserción de la cárcel, el FIES está incluido en el reglamento
penitenciario dirigido a retener y custodiar (es decir, vigilar y castigar).
Con lo que permite que una norma de rango superior (Constitución) quede
subordinada a una inferior (reglamento penitenciario). Por otra parte desde el
Supremo, a pesar de decir que este tema es muy importante, se desentienden del
tema diciendo que son los juzgados de vigilancia penitenciaria los encargados
de vigilar el cumplimiento de las condenas. Es curioso que le pasen la patata a
los juzgados de vigilancia cuando saben que éstos sistemáticamente se inhiben
frente al reglamento a favor de las cárceles. Por lo tanto con esta sentencia
se mantienen las dos condenas de 20 años, con lo que nos encontramos frente a
otro caso de cadena perpetua encubierta. Una doctrina que el Supremo viene
aplicando recientemente, desde el año 2000.
Antes
era legal la refundición de condenas ¿por qué ahora no? En cuanto a la reacción
del propio Laudelino, no podemos comentar nada más que ha recibido la sentencia
con sorpresa, por la rapidez y contundencia. Por el momento no hemos podido
hablar todavía con él, porque está sancionado. Sabemos que está dispuesto a
seguir intentando los recursos legales, de hecho su abogado ya ha presentado un
recurso al Tribunal Constitucional. En cuanto a las condiciones que padece
desde que fue trasladado a la cárcel de Villanubla a primeros de año, hay que
señalar que en estos momentos Laudelino está cumpliendo 28 días de sanción
acusado de amenazas e insultos a carceleros.
El
origen de esta sanción es habitual en las cárceles: el expediente disciplinario
que le abrieron los funcionarios después de darle una paliza el 24 de
septiembre cuando estaba haciendo una huelga de hambre en la prisión de La
Moraleja. En cuanto a su denuncia, por la paliza que le rompió la nariz, una
ceja y le mantuvo esposado durante 19 horas en un catre, fue archivada.
A
pesar de la sensación de impotencia frente a monstruos como Instituciones
Penitenciarias, el Ministerio del Interior, el Supremo...que con su legalidad,
como siempre, hacen realidad nuestras más terribles pesadillas, desde la
plataforma Amaitu están preparando acciones de denuncia y movilización contra
esta injusta situación. Los grupos y personas que componen Amaitu van a
reactivar todos sus contactos con las asociaciones de todo tipo de Barakaldo,
además de seguir dando la brasa en la comisión de DDHH del parlamento, al
defensor del pueblo, la iglesia, la ararteko y los partidos políticos. Están
preparando una manifestación y también una martxa a la cárcel de Villanubla
para hacerle llegar a Laude toda su solidaridad. Por último hacen un
llamamiento urgente a apoyar a Laude con cartas y mensajes de apoyo que le
hagan saber que no está sólo en esta pelea. Por cierto que Laude, como el resto
de presos en aislamiento en la prisión de Villanubla, y como la mayor parte de
los presos FIES, tiene la correspondencia intervenida. Pero además le están
reteniendo bastantes cartas y otros materiales, incluso con DL, porque según la
dirección atentan contra la seguridad del centro y de sus trabajador@s. Les
quieren aislad@s y no podemos consentirlo. Esta es la dirección de Laudelino
Iglesias Martinez. Centro Penitenciario Villanubla Módulo 7 Carretera Adanero
-Gijón Km 94 47620 Villanubla- Valladolid
Extraído
de opinión libertaria