La Federación Local de Sindicatos de la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.) de Jerez de la Frontera, tras la firma del acuerdo el 17 del presente mes por parte de la mayoría del Comité Intercentros (dominado por CC.OO.), la Federación Estatal de la UGT y la Empresa, se concluye la aprobación final del expediente de regulación de empleo para el cese de actividades de molturación en las azucareras de Salamanca y Jédula, destilación en Salobreña, cierre del almacén de Villafraca del Penedés, regulación de empleo en oficinas de Barcelona; concluye que dicho acuerdo es fruto obligado del compromiso adquirido el año 1999 entre Ebro Puleva S.A., CC.OO. y UGT. a través del Comité Intercentros en pleno, por el que se aceptaba la aplicación del plan de modernización de la compañía y que, concretamente, ha significado el cese de la actividad de molturación de la Azucarera de Jédula.

Desde C.N.T. entendemos que los trabajadores hemos quedado al margen por esos que se llaman sindicatos de "clase" y que, desde su mayoría en el Comité Intercentros, juegan con nosotros, nuestras familias, nuestra economía y nuestro futuro; incluso piensan por nosotros, valiéndose de su condición de delegados, creyendo que solo sus razones son las válidas. Eso es lo que han hecho los firmantes del acuerdo, truncar las aspiraciones de no cierre de los trabajadores y del pueblo de Jédula, cumpliendo finalmente con el compromiso adquirido con la Empresa.

Pensamos que el acuerdo alcanzado es claramente desfavorable a los trabajadores de la azucarera de Jédula, pues en anteriores acuerdos se alcanzaron mejoras económicas, caso de la azucarera de Vegellina o de Venta de Baños, donde se dieron condiciones similares a las de Jédula. Dicho desfavorecimiento es fruto de la rivalidad sindical y lucha por el poder dentro del seno del Comité Intercentros, que en estos días prima sobre los intereses de los trabajadores azucareros.

De entre los más desfavorecidos han sido los fijos que se quedan en la factoría y que pierden en torno a 600.000 Ptas. de indemnización por cierre, los trasladados a las azucareras de Jerez que pierden alrededor de 6.500.000 Ptas. y los fijos-discontinuos que pierden 13 días de indemnización por la no realización de la próxima campaña. Todas estas concesiones son fruto del "compromiso" de la empresa de recolocar en las fabricas de Jerez a los menores de 49 años, siempre y cuando se consiga que en dichas fábricas se produzcan un numero de bajas voluntarias incentivadas de al menos el 50% de los traslados a realizar, quedando el cumplimiento de este punto a la buena voluntad de la empresa, pues en el acuerdo en su apartado B) Plan de Bajas Voluntarias Incentivadas en su apartado 1 párrafo 5, literalmente dice: La Dirección de la Empresa se reserva el derecho de aceptar o rechazar solicitudes que, aun reuniendo los requisitos para acogerse al Plan de Bajas Voluntarias Incentivadas, se consideren que afectan negativamente a los intereses organizativos o económicos de la Empresa en cada momento.

Por otra parte, desde la C.N.T. pensamos que el tema relacionado con los fijos-discontinuos y en concreto con una de sus aspiraciones, que es la de la recolocación en otras azucareras de la zona, bien sea la de Guadalete o Guadalcacín, queda olvidado y solo se hace mención a estos en el apartado A) CONDICIONES SOCIALES PREVIAS, punto 1) donde dice: La Dirección de la empresa Azucarera Ebro, S.L. hará sus mejores esfuerzos para que si en la provincia donde se cierre una azucarera, el Grupo Ebro Puleva, S.A. realizara inversiones que generen o puedan generar puestos de trabajo, tengan preferencia a ocupar estos los trabajadores fijos discontinuos procedentes del cierre, siempre que reúnan el perfil profesional requerido y que no existan otros trabajadores con derechos prioritarios.

Concluyendo, creemos que es un acuerdo que perjudica especialmente a los trabajadores de la azucarera de Jédula. Es pobre en lo económico y en temas tan prioritarios como la recolocación en la zona, que queda un tanto ambiguo para los fijos (a expensas del buen hacer de la Empresa). También es perjudicial para los fijos-discontinuos que, aparte del despido, les queda una declaración de buenas intenciones por parte de la empresa con respecto a su recolocación.