Según comunica la Vanguardia del 25/4/2001 la CGT que había firmado un acuerdo con la subdelegación del gobierno en Barcelona resultado de lo cual fue la conversión de su sede en centro de operaciones para recoger la documentación de los inmigrantes y presentarla posteriormente a la oficina de extranjeros, para tener acceso al permiso de residencia, cerró dicho servicio intempestivamente dejando a los inmigrantes que allí acudieron sin asistencia.

Según se nos comunica desde Barcelona se trata de una extraña solidaridad pues los primeros días de movilización la CGT regalaba barretinas de papel y pegatinas a los inmigrantes y en este trance apareció en TV3. Cuando se supo que había dos casos de tuberculosis entre los inmigrantes los servicios de CGT desaparecieron y posteriormente cerraron el chiringuito, dando la impresión de que sólo habían utilizado a los inmigrantes para su propaganda. Por suerte un par de médicos y otros solidarios estuvieron y siguen estando en actividades de colaboración con los inmigrantes.