Leyendo el número de mayo de este mismo diario , no
pude dejar de sorprenderme, y decepcionarme al descubrir un titular
donde se decía: Pensar con Foucault.
El artículo quería ser una reflexión sobre las
nuevas formas de poder que existen en la actualidad que nos prohiben e
inculcan unas determinadas formas de actuación y discrimina como
desviadas aquellas que no estén dentro de esta norma.
Me sorprende que una persona que escribe en un diario
libertario incluya un artículo para hablar sobre el poder, del cual
como cualquier persona anarquista estoy totalmente en contra, utilice
una autor que en sus obras ha definido el poder como positivo, y que
incluso nos predestina a una sociedad donde todo son relaciones de poder
y donde no hay alternativa.
De hecho, el poder produce; produce realidad; produce
ámbitos de objetos y rituales de verdad. El individuo y el conocimiento
que de él se puede obtener corresponden a esta producción. (Cita
de su obra Vigilar y Castigar)
Siguiendo los consejos del buen Foucault, no sería
necesario luchar porque nunca ibamos a conseguir una sociedad libertaria
e igualitaria, porque por mucho que nos esforcemos y luchemos, todo
siempre acaba siendo una relación de poder.
Me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre
Foucault (aunque se podría hacer de muchos otros autores "mal
ulitizados" por la gente alternativa). Y es que a este autor se le
suele identificar como un líder del mayo del 68, hay quien, incluso ha
dicho que estuvo tirando piedras en las calles de París. Si leyesemos
la biografía que Didier Eribon le escribió, veríamos cómo la forma
de participar de Foucault en el mayo del 68, fue precisamente elaborando
con el gobierno de derechas de Gaulle, la reforma universitaria contra
la que se levantaron los y las estudiantes del 68. La gente de derechas
que como Fraga Iribarne se apoyaron en Foucault para atacar a la
izquierda sabían lo que hacían; de hecho, el objetivo de Foucault era
oponerse a toda reflexión de izquierdas como él dice, por ejemplo, en
su libro Les mots et les choses.
¿Cómo podemos pensar que Foucault es alternativo y
nos hace pensar? su supuesto descubrimiento sobre las relaciones de
poder, no ofrece alternativa alguna. Y si seguimos investigando podemos
descubrir sus declaraciones en una entrevista con una feminista en la
que nos ofrece su opinión sobre la despenalización del violación. Ya
que siendo muy coherente con su pensamiento, afirma que todo son
relaciones de poder, y entonces, una violación no es más que otro tipo
de relación de poder que se da.
El concepto de poder, para Foucault, a diferencia de
autores Chomsky, postula que no está localizado en el aparato del
Estado sino por debajo de él, y a su lado, que no se construye a partir
de la voluntad individual o colectiva, o de los intereses de algunos,
sino que se construye y funciona a partir de poderes, entonces la
persona es simplemente un efecto del poder, y que el poder es positivo.
Chomsky, con el cual comparto la opinión, defiende que el poder está
localizado en manos de grupos privilegiados y que por lo tanto es
nuestro deber y responsabilidad, luchar para eliminar esta
concentración de poder que los grupos privilegiados se han apropiado.
Para autores como Foucault, el simple hecho de
imaginar otro sistema social de funcionamiento, sería aún parte del
sistema. Al afirmar esto, renuncia a la teoría y a los discursos
generales, porque también formarían parte del sistema que se quiere
destruir. La consecuencia es clara, no se pueden cambiar las actuales
instituciones porque el ofrecer otra alternativa también sería estar
atrapados/as en la estructura dominante. Para él, hay que rechazar la
idea humanista y moderna del bien común. Las apelaciones al bien del
conjunto de la sociedad son las que han de ser más radicalmente
perseguidas y destruidas, ya que son las que más mezquinamente albergan
pretensiones de poder. Chomsky, en un debate con este autor, defendió
que todas las personas puedan definir qué es aquello que encuentran
justo y que el concepto de justicia quede desvinculado del concepto de
poder. Como anarquista cuestiona la capacidad del Estado para definir
exclusivamente la justicia y la legalidad, pero defiende la idea de un
Estado que haga cumplir aquello que ha sido definido por los ciudadanos
y las ciudadanas, por lo que las leyes que sean reproductoras de los
intereses de los poderosos o del Estado, pero no de las masas, deben ser
cuestionadas.
Debemos ser más serios y serias a la hora de hablar
de temas que nos interesan como son las nuevas formas de manipulación y
poder que está generando la actual sociedad de la información. Pere
este análisis debemos hacerlo desde autores y autoras que nos ofrezcan
una verdadera visión crítica (como la de Chomsky) y una alternativa,
autores que nos movilicen y que no generen apatía y immovilismo.
Carme Garcia Yeste