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n°297 enero 2004
Internacional
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La MTD y la crisis argentina
se empleaba esa eventual ganancia. Los benefi-
cios tenían también que ser repartidos entre
todos, y si la asamblea era nuestra máxima ins-
tancia de decisión, pues la asamblea decidía
entonces si esos poquitos pesos que había dado
la panadería comunitaria tenían que ser utiliza-
dos para costear gastos de administración (tene-
mos muchos papeles que mover y todo eso) o
para comprar chapas, maderas, elementos para la
cocina, etc. Así, los grupos quedaron organiza-
dos sobre estos dos parámetros: que no haya
patrón, capataz, ni jefe de cuadrilla y que no haya
apropiación, ni individual ni del grupo de tra-
bajo, de los excedentes generados.
El grupo de trabajo es muy importante para
nosotros. Es una de las instancias básicas del
movimiento y la más cotidiana. Cortar un puen-
te o una ruta es sólo una de las cosas que hace-
mos. Aunque los medios siempre insisten con
esta imagen de los piqueteros violentos, come-
tiendo delitos, a nosotros nos interesa que se
conozcan las asambleas semanales en los barrios,
los grupos de trabajo y los espacios de formación,
los ámbitos en los que reflexionamos sobre nues-
tra propia práctica, utilizando métodos prove-
nientes de lo que se llama la educación popular.
Trabajo, dignidad y cambio social.
Los compañeros, al principio, se acercan al movi-
miento por un plan o por un bolsón de mercade-
ría, pero nos parece que con eso sólo no alcanza.
Entonces nos planteamos como movimiento rei-
vindicativo, con proyección política, con el cam-
bio social como objetivo último. La consigna de
la Verón lo resume: "Trabajo, dignidad y cambio
social". Y nos parece que a ese cambio social
vamos a llegar modificando en nosotros y en
nuestros ámbitos de actuación, ciertas formas
de comportamiento que están impregnadas de
una cultura capitalista. Intentamos hacerlo gene-
rando, dentro del movimiento, nuevos valores
que tienen que ver con el compromiso, la parti-
cipación, el respeto, la solidaridad, la justicia...
Coordinación de los distintos grupos.
En general, la organización es muy parecida en
todos los movimientos de la Aníbal Verón, con
algunos matices y diferencias.
Yo estoy en el MTD de la Plata, a 60 km. al
sur de la ciudad de Buenos Aires. Somos unos
400 compañeros organizados en 12 asambleas
barriales, que se reúnen una vez por semana
en la Mesa Regional del MTD. Cada barrio envía
delegados que sintetizan todas las posiciones y
de ahí sale la posición del MTD de la Plata, que
se lleva después a la reunión con los 14 movi-
mientos de la Verón.
Cada MTD envía a la Mesa de coordinación de
todos los movimientos sus representantes. Allí se
sintetizan las posiciones de los 15 movimientos
y es, lógicamente, más complicado de lo que yo
digo. Esto origina reuniones de 8 o 10 horas,
pero nos parece que vale la pena. Hemos conse-
guido esta coordinación durante 2 años y medio
ya, porque nos parece que este esfuerzo es una
experiencia valiosa aunque existamos, dentro de
la Verón, movimientos que hasta tenemos hasta
diferentes concepciones político-ideológicas.
También coordinamos medidas concretas con
distintas organizaciones, en función de las coyun-
turas, y con aquellas con las que tenemos más
coincidencia desde el punto de vista de la cons-
trucción política., como con organizaciones cam-
pesinas que se organizan también a través de
instancias asamblearias o con algunos sectores
estudiantiles. Se articula también con grupos
que trabajan el tema de prensa, con organiza-
ciones que constituyen un respaldo importan-
te desde el punto de vista de los derechos
humanos, etc.
Relaciones con la izquierda tradicional.
Con los partidos políticos de la izquierda ha habi-
do coordinaciones puntuales, fundamentalmen-
te ante casos de represión. Una de las muestras
más representativas de la unidad de todos los sec-
tores fue la movilización del 3 y el 9 de julio del
año pasado, después de los asesinatos de Darío San-
tillán y Maximiliano Kosteki en el puente Puey-
rredón. Se trató de un hecho que, en la política
argentina, tuvo mucha trascendencia, obligó a
Duhalde a adelantar las elecciones, por ejemplo.
En otras circunstancias se da la coordinación
con organizaciones territoriales que tienen vín-
culos más estrechos con partidos políticos de
izquierda, con relación a reclamos reivindicati-
vos muy concretos. La Verón, por ejemplo, ha lle-
vado adelante planes de lucha con organizaciones
del Bloque Piquetero Nacional, que tiene vín-
culos con partidos de la izquierda en Argentina.
Después, con otras organizaciones hay ins-
tancias que no dan sus frutos en el mediano
plazo, sino más adelante. Por ejemplo, con orga-
nizaciones campesinas como MOCASE (Movi-
miento Campesino de Santiago de Estero) o
APENOC (Asociación de Productores del Noroes-
te de Córdoba), avanzamos en el tema de la edu-
cación y la formación popular.
Con los compañeros campesinos de Córdoba rea-
lizamos una cartilla informativa con el tema del
ALCA [el Área de Libre Comercio de la Américas]
porque nos parece que es una iniciativa que per-
judica nuestros intereses. El 12 de noviembre, en
Plaza de Mayo, campesinos y desocupados lleva-
ron adelante una movilización contra el ALCA.
Somos, de alguna manera, responsables de que
haya 2 millones de planes de empleo en la Argen-
tina y si no hubiese sido por la lucha piquetera
no habría habido ninguno. Y si bien decimos
que los planes de empleo no alcanzan, que para
nosotros no son solución sino una herramienta
que permite que nos organicemos mejor y un
reclamo concreto por el que vamos a seguir
luchando, nos parece un contrasentido que el
Gobierno haya dicho en mayo que los reclamos
de los piqueteros eran legítimos y ahora esté
diciendo que no va a haber más planes para
nadie. En realidad son el Banco Mundial y el FMI
los que están exigiendo al Gobierno, casi tex-
tualmente, que deje de financiar a las organi-
zaciones piqueteras.
Nos preocupan estas señales del poder polí-
tico y otras señales más concretas como la repre-
sión que hubo hace unos días en Cucul: algunos
compañeros que han reclamado planes legíti-
mamente y han sido procesados.
No solamente existe el problema central de,
al menos, 3 millones de personas que no cuen-
tan con ningún tipo de asistencia social, ni
siquiera el subsidio de 150 pesos, sino que el
mismo monto de los planes aparece a todas luces
como una miseria, y los trabajadores ocupados
están cobrando también sueldos de hambre y
tienen sus salarios congelados desde hace muchos
años. Durante el 2002 hubo un crecimiento de
la inflación del 60% y ya se prevé para este año
una subida del 10% más. En menos de un año
y medio, los trabajadores habrán visto caer sus
salarios en un 70% con relación a su poder adqui-
sitivo. Para nosotros, esto es una situación social
explosiva y tarde o temprano va a derivar en
conflictividad social.
Según estadísticas oficiales, que incluyen a los
desocupados como ocupados, hay un 18% de
desocupación, cuando los porcentajes reales están
por encima del 30% o más.
Fábricas recuperadas por los trabajadores
Esta experiencia se conoció mucho a partir de lo
del 19 y el 20 y es un proceso muy rico e inte-
resante. Hay unas 150 fábricas recuperadas y
puestas a funcionar por los trabajadores. Tenés
de todo, unas de 15 ó 20 compañeros, otras que
son más grandes...
La experiencia ha demostrado que los traba-
jadores pueden hacerse cargo de la producción
sin necesidad de tener un patrón. Este ha sido
un ejemplo muy malo para muchos, de ahí la
ofensiva patronal en casos como el de la textil
Bruckman, en la Capital, o el de la cerámica neu-
quina Zenón, donde también hay una hostilidad
permanente de parte del poder político, de la
policía, de la justicia...
Los españoles y España.
Dentro de los MTD se diferencia mucho lo que es
el Estado español y las empresas españolas como
Telefónica o Repsol, de lo que puede ser el pue-
blo español. Hay que diferenciar la política de
Estado y en todo caso señalar claramente a los
responsables. Recuerdo que en las jornadas cer-
canas al 19 y 20 de diciembre y posteriores los
blancos eran muy claros. Se escrachaba
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al Banco
de Galicia, a la sede de Telefónica, o la sede de
Repsol. Los símbolos mostraban claramente que
la cosa era contra el Estado español y contra
ciertas empresas.
(1) Aníbal Verón era un chófer de colectivo
que trabajaba en la empresa Atahualpa, en
la provincia de Salta, al norte de Argenti-
na. Los compañeros de esta empresa (des-
pedidos adeudándoles 7 meses de sueldo y
la indemnización correspondiente), junto
con otros sectores, realizaron un corte de
ruta, reprimido fuertemente por la gendar-
mería. El 9 de noviembre de 2000, cae ase-
sinado este compañero. Aníbal Verón
muere cuando los movimientos, que en
junio de 2001 darán su nombre a la coor-
dinadora, estaban realizando un corte
simultáneo en 3 zonas estratégicas del
Gran Buenos Aires.
(2) El escrache es una denuncia pública que
comenzó a partir de la práctica de los
hijos de desaparecidos, que señalaban en
los barrios a los represores que todavía
siguen en libertad y viviendo en sus
barrios, porque la justicia no ha actuado.
Más información:
http://www.anred.org
http://argentina.indymedia.org
http://www.latinacoop.es.vg
http://www.inventati.org/mtd/
Al menos 3 millones de personas no cuentan con ningún
tipo de asistencia social y los trabajadores ocupados
están cobrando sueldos de hambre. Durante el 2002
hubo un crecimiento de la inflación del 60% y se prevé
para este año una subida del 10% más. En menos de un
año y medio, los trabajadores habrán visto caer caer su
poder adquisitivo en un 70% . Para nosotros, esto es una
situación social explosiva y tarde o temprano va a
derivar en conflictividad social
Ultima hora
Estalla un artefacto en una
multitudinaria manifestación
de los diferentes Movimientos
de Trabajadores Desocupados
Redacción
Al cierre de la edición del periódico, nos
enteramos de la explosión que se ha produ-
cido el sábado 20 en la multitudinaria mani-
festación que se celebraba en Buenos Aires
para conmemorar la rebelión popular del 19
y 20 de diciembre el año pasado. Diversas
fuentes estiman una asistencia de 60.000
personas, un poder de convocatoria mayor que
el de los diferentes partidos o sindicatos.
Dicha explosión, que aunque no ha pro-
ducido muertos, ha dejado bastantes heridos,
se produce en un momento en que los medios
de comunicación, Duhalde y la UIA suceden
sus discursos pidiendo "orden, represión y
mano dura" con los que llenan las calles exi-
giendo su derecho al trabajo y una vida digna
y en que Kirchner y sus funcionarios ame-
nazan con judicializar la protesta.
Desde los movimientos piqueteros se
achaca la colocación del artefacto a una
provocación de la extrema derecha y se
acusa al gobierno de consentimiento sola-
pado de estas prácticas para así desacredi-
tar la acción piquetera.
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