El anarquismo y
la economía
José María Salguero
Don Benito
En el nº 294 del "cnt" de octubre se publica-
ba una carta de un tal Aldebarán desde
Murcia. En ella hacía resaltar lo poco que los
anarquistas, o el movimiento libertario, se
preocupan de la economía, siendo como es la
economía la base del trabajo o lo que es lo
mismo de los sindicatos. Aldebarán también
esbozaba algunas propuestas.
Sin entrar a valorar ninguna de ellas -con
algunas disiento francamente- en general sí
estoy de acuerdo en que los libertarios deberí-
amos esforzarmos mucho más de lo que hace-
mos por entender la economía, la gestión del
dinero y de todo eso que por espíritu recha-
zamos, pero que por la práctica necesitamos
desde el mismo momento en que nos afilia-
mos a la CNT y pagamos una cuota o compra-
mos el periódico o nos implicamos
personalmente en cualquier proyecto colecti-
vo, que raro será que no necesite dinero.
Para más material no está de más la lectu-
ra de una versión literaria del tema: el relato
de 1922 del escritor portugués Fernando
Pessoa "El banquero anarquista", que describe
a un personaje que lleva a la práctica lo que
considera que más puede beneficiar a los
objetivos del movimiento anarquista, hacerse
millonario. Por supuesto que esto es casi un
chiste, pero tanto esta lectura literaria como
cualquier esfuerzo que hagamos por mejorar
nuestra capacidad económica, cultural, propa-
gandística, organizativa, etc., bienvenido sea.
Si de cada diez ideas que pudieran parecer
descabelladas sacamos una enseñanza que
nos haga dar un paso adelante en pos de un
mundo mejor, bienvenidas sean.
O.M.G.
Goliardo Ceibe
Barcelona
O.M.G. (Organismos Modificados Genética-
mente), no confundir con O.N.G. (estas siglas
serán comentadas en otra ocasión).
La biotecnología es la nueva arma todopo-
derosa al servicio del capital. Otro negocio
que, como viene siendo habitual, es bien
aceptado por la mayoría de la sociedad mien-
tras saque dinero. Aquí prima el "maleficio"
del ya anunciado negocio por encima de la
vida. La biotecnología manipula, con las
manos de sus servidores y asalariados, la
naturaleza de las semillas para sacar o conse-
guir lo que prácticamente quieran.
Primero nos vendieron el "avance tecnoló-
gico" como muy importante y de una gran-
diosidad enorme para la humanidad, ya que
de esta forma todas las semillas manipuladas
genéticamente resistirían mejor "ciertas pla-
gas" y ciertos herbicidas que "hay que usar",
y nos añadían que la producción sería mucho
mayor y mejor, es decir: mejores cosechas y
más abundancia.
Visto así, la idea no parece mala y con tal
de estudiar un poco el tema...¡a ver qué se
esconde aquí!, ya que siempre debemos dudar
de lo que nos ofrece el S.S.istema. Dijeron
que era la única forma de acabar con el ham-
bre en el mundo. Como siempre, este "avan-
ce"
(si a esto se le puede llamar así) no tiene
finalidades filantrópicas ni humanitarias (en
su mejor sentido), ya que obedece al capital y
se pone a su servicio, por lo que nos han
mentido otra vez (¿qué te pensabas...?).
¡Mentira!, ya que el fin de estos experimen-
tos, que son y serán adquiridos por algunas
de las grandes firmas comerciales o multina-
cionales, desembocan en el beneficio y nego-
cio privado, no en el bien social.
Además, dichas semillas valen sólo para
una vez: sus herederas serán comestibles pero
estériles, por lo que no podrán reproducirse.
Aquí es donde entramos de lleno en su
proyecto y negocio que, como todos los
suyos, son horrendos (aunque éste sobrepase
a los otros por tratarse de la alimentación que
todo el mundo necesita). De esta manera se
dependerá de sus semilleros: como quieran,
cuando quieran y al precio que impongan.
¿Acabar con el hambre o aumentarla? Y quie-
nes no entren por ese tubo, no cosecharán y
pasarán hambre o recogerán flacas cosechas,
o los parásitos y nuevas plagas les comerán lo
poco que brote de la tierra.
No debemos olvidar que la mismas empre-
sas o firmas que venden las semillas ya mani-
puladas y "resistentes" son también las que
ofrecen y venden los herbicidas y antiparási-
tos, etc, que están probados y son tan efica-
ces contra esas plagas que, de una forma
sincera, crearon y estudiaron en sus perversos
laboratorios.
Hasta aquí, un resumen muy corto de los
transgénicos: un repaso rápido de lo que son
y con qué finalidad han sido diseñados o
inventados. ¡Ah!, antes de que se me olvide:
quien sepa más cosas y esté más informado o
informada, que continúe este artículo, ya que
éste es un periódico y medio de expresión
libre y abierto a críticas y propuestas, y este
tema es bastante amplio y de mucha impor-
tancia, así como es muy enriquecedor escu-
char e intercambiar opiniones.
Después de este paréntesis, quiero conti-
nuar con algunas críticas más. Todavía no se
conocen las consecuencias que estas manipu-
laciones pueden causar en la naturaleza,
salud humana, salud animal y en todo el
entorno del planeta.
Ya sabéis que esto es relativamente actual,
por lo que se desconocen los efectos secunda-
rios o varios. Lo que sí conoce el capital, es
que esto es un buen negocio para su econo-
mía y una buena forma de dominio para tener
sometidas a las culturas que todavía subsis-
ten con su agricultura autogestionada y de
supervivencia: aquí entran las invasiones
aéreas en sus territorios dejándoles caer todo
tipo de insectos devoradores o plagas que
nosotros y nosotras debemos denunciar y
combatir quitándoles las caretas a estos asesi-
nos y criminales. Pero lo que más me enfada y
agita es que se apropien y patenten algo que
es de toda la humanidad. ¡Nadie tiene dere-
cho a apropiarse de una semilla, hacerla de su
propiedad privada y registrarla como suya!
Esto lo hacen-facen con el Vº.Bº. (Visto
Bueno) de sus leyes y el mutis de la fiel feli-
gresía "democrática" y "gentes de bien".
Están dominando en un terreno tan impor-
tante como es el de la alimentación, o por lo
menos, van lanzando sus propuestas y dardos
horribles. Ante esto solamente nos queda ser
lo más rebeldes y lo más honestos y honestas
que podamos: ¡integrales y coherentes en
nuestra lucha diaria contra el vestiglo que
nos quiere oprimir y controlar! ¡No! Apoyar
una agricultura ecológica y que no utilice
nitratos ni herbicidas y que defienda el culti-
vo sano y natural; apoyar las luchas que
varios colectivos a nivel mundial llevan a
cabo contra los transgénicos, denunciando su
política e informando a los agricultores de lo
que pretenden estas firmas que les ofrecen
estas semillas más "productivas", con el doble
filo de dependencia de sus semilleros.
Todo vuelve a lo mismo y es: anticapitalismo.
Una alimentación lo más sana posible es
fundamental para nuestra salud. Escoger la
fruta de temporada y evitar los congelados
puede ser lo mejor dentro de todo el "pastel"
que tenemos. Una alimentación vegetariana
ayuda aún más al respeto mutuo con la natu-
raleza, o una alimentación equilibrada, donde
el 90% sean verduras, cereales, frutas, legum-
bres y productos lácteos, también.
Y para quienes consuman carne o pescado,
pues intentar rebajar las cantidades, ya que
no se puede olvidar que los animales destina-
dos a producir carne, como pueden ser las
vacas o los cerdos (por no decir más ejem-
plos), comen y necesitan muchos cereales y
verduras para engordar (amén de piensos y
otras cosillas...). Aquí entra en juego lo que
está pasando, o mejor dicho, lo que están
haciendo a la madre Amazonía, donde destru-
yen selva virgen para implantar enormes
campos destinados al pasto para vacas, que a
su vez son destinadas a las carnicerías de
Europa, Japón o USA, y mejor dicho aún, son
destinadas a convertirse en hamburguesas o
platos de carne de los McDonalds o restauran-
tes. Pero ojito: los habitantes de la Amazonía
no quitan ninguna ventaja ni utilidad para su
existencia que no sea la destrucción de su
riqueza natural, la cual bien gestionada y
repartida, les ha garantizado y seguiría
garantizando la subsistencia y comodidad.
Aquí ya entraríamos en otros campos que
también merecen ser analizados. Avanzar en
programas de agricultura y cultivos naturales
sería positivo, y apoyar todas esas propues-
tas, si van empapadas de autogestión y una
idea con fines sociales, mucho mejor. Defen-
der y apoyar las agriculturas indígenas y de
subsistencia es fundamental y justo, solidari-
zándonos con esos pueblos que resisten e
incluso atacan a este sistema voraz que se
llama F.M.I. o como queráis llamarle, debe ser
siempre prioritario para continuar nuestra
rebelión constante y disidencia hacia la domi-
nación y destrucción que representan las fir-
mas comerciales y sus multinacionales.
Termino añadiendo que hay más cosas que
los transgénicos, ya que por ejemplo los pien-
sos manipulados, antibióticos o recetas que le
dan de comer a los animales e incluso vitami-
nas o semillas transformadas para cereales o
legumbres, pueden ser muy perjudiciales para
nuestra salud y mentalidad: a este paso, den-
tro de poco incluso intentarán controlar
nuestra forma de pensar, según la dieta ali-
menticia que consumas. ¡No te dejes dominar
ni controlar. Levántate y rebélate contra
ellos! Mucha salud para ti, que has leído este
escrito y ¡Acción Directa!
Buzón
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n°296 diciembre 2003
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