ocultos todos en el piso, porque las balas pasa-
ban por nuestro encima", versión que coincidió
con la de much@s otr@s rescatad@s. Por su parte
la Federación de Campesinos de la provincia
Larecaja asegura en un comunicado que las tro-
pas disparaban armas de fuego contra l@s cam-
pesin@s que "de manera pacífica" defendían el
bloqueo y relata que "el enfrentamiento duró hasta
las 15h, los policías y militares atacaron por tie-
rra a nuestros hermanos y por el aire con heli-
cópteros y aviones de guerra". Aquí resulto
muerto un campesino baleado con arma de gue-
rra, cuatro herid@s y dos detenidos. La policía
alega que se defendió de masivos hostigamien-
tos campesin@s.
Pero el enfrentamiento mas grande se produjo
en Warisata con un grupo de refuerzo que llego
desde la Paz para "despejar el camino". Allí
encuentran primero una zanja cavada en el
camino y luego que el puente que permite el paso
había sido volado. Se escuchan los primeros dis-
paros y dinamitazos, la policía toma la plaza
central de Warisata, de allí suben a los cerros y
así como suben bajan. Los reciben fusiles Mauser:
l@s campesin@s bajan de los cerros y rodean a
policías y militares, que reciben fuego de todos
los flancos. L@s poblador@s aseguran que las fuer-
zas del orden disparaban a quien se asomaba a su
ventana y a ello atribuyen la muerte de la niña
Marlene Rojas.
A las 17hs. fuerzas del grupo de reacción
inmediata del ejército (GRIE), llegan al lugar y cerca
de las 19:30 termina la batalla. En el enfrenta-
miento resultan muertas 6 personas, o mejor dicho
5 personas y un soldado.
A la 1:30 del domingo cuando la caravana llega
a la Paz, empieza la furia en Sorata, no queda edi-
ficio público -salvo la alcaldía- sin destruir.
A partir de estos hechos las posiciones se
radicalizaron, l@s campesin@s se cerraron a
cualquier posibilidad de diálogo mientras los
bloqueos se extendían y endurecían.
Por esos días las feministas anarquistas
Mujeres Creando, recorren las calles de La Paz al
grito de "la sangre de Marlene no será negocia-
da" (?) y declaran a la prensa su oposición a una
guerra civil, porque no se puede permitir la
masacre de mujeres...
Mientras todo esto sucedía, Evo Morales, diri-
gente del MAS y uno de los que impulsaba el tema
del gas, se encontraba desde el día 20 en Libia dando
una conferencia sobre temas indígenas. A su
regreso, el 27, mientras desmentía acusaciones
del gobierno sobre un posible financiamiento para
actividades ilegales, declara a la prensa que "...el
MAS se esta preparando para ser gobierno en las
próximas elecciones nacionales y gobernar con
apoyo internacional... además Libia es parte de
las Naciones Unidas. Estados Unidos cuestiona el
tema del terrorismo y la vinculación con el terro-
rismo nos la han metido a todos. Libia, como país,
nunca ha tenido relaciones terroristas." Finalmente
no le quedo otra: "Damos todo nuestro apoyo a
nuestro compañero Felipe Quispe y a nuestros her-
manos de todo el altiplano. Es importante jun-
tar fuerzas para defender el gas". Un traidor,
que busca la presidencia y el Nobel de la paz, en
palabras de algunos sectores.
Entre los distintos dirigentes el espectáculo
se volvió una clara muestra de lo que es la polí-
tica: un puñado de cobardes especuladores,
lamentable. Estaba claro que estaban contra la espa-
da y la pared, trataban de ganar tiempo, sabían
que si se sentaban a dialogar -negociar- y toma-
ban una determinación podían ser desconocidos
y rebasados por sus bases.
A pesar de intentar dilatar las "medidas de lucha"
todo lo posible, a las distintas dirigencias no les
quedó otra que asumir la situación antes de que
se les fuera totalmente de las manos.
Mas allá de algunas manifestaciones de carác-
ter borreguil y algunas declaraciones de guerra
civil, 8 días después de los hechos de Sorata y
Warisata, la COB lanza el 28 de septiembre una
huelga general indefinida exigiendo la renuncia
del presidente, mientras que el bloqueo nacional
se anuncia recién para el 6 de octubre. Cosa que
en la práctica ya se estaba dando.
El Alto.
Se dice que El Alto inició su historia alojando a
las huestes anticoloniales que cercaron y asola-
ron la ciudad de La Paz en 1781. Hacia 1938 varias
familias de excombatientes de la guerra del
chaco se instalaron en el lugar. Y a partir de 1944
se organizan con los primeros barrios, las juntas
vecinales. Desde allí también descendieron los
miner@s de Milluni con el objetivo de asaltar el
poder un 9 de abril de 1952. La reforma agraria
habría iniciado un importante ciclo migratorio,
en cuanto miles de campesin@s se volcaban a la
ciudad, El Alto se constituiría en la antesala. En
1957 se conforma el Consejo Central de Vecinos;
en 1966 y al ritmo de su crecimiento urbano se
crea la Subfederación de Juntas vecinales y final-
mente en 1979 se les reconoce el status de
Federación. En 1985 El Alto dejo de ser un barrio
de La Paz y pasó a ser Capital de la cuarta sección
de la provincia de Murillo.
Escribía años atrás en uno de sus libros
Mauricio Antezana, vocero del expresidente
Sánchez de Lozada, "Las malas condiciones de vida
en la ciudad y la desatención de gobiernos y auto-
ridades determinan una situación de emergen-
cia permanente y ésta un comportamiento
crecientemente autogestionario. Ello supone
una activa participación social y política en
todos los órdenes donde se ve comprometida la
sobrevivencia."
Y es que El Alto, con unos 700.000 habitan-
tes, se afirma sobre su identidad aymará urbana
y pauperizada, y fue por ello calificada hace
mas de 10 años como una "bomba de tiempo".
"El Alto de pie nunca de rodillas"
A 4.100 metros de altura y casi con el 75% de su
población en los limites de la pobreza, las juntas
vecinales de la ciudad de El Alto declaran un paro
cívico indefinido el 8 de octubre en reclamo por
la industrialización del gas y exigiendo la renun-
cia del presidente. El día 9, en la zona alteña de
Ventilla miner@s de Huanuni se enfrentan a la
policía, resultando dos personas asesinadas:
Ramiro Vargas Astilla, de 22 años, asesinado por
el guardia de zona franca (a pesar de que los veci-
nos aseguran que fue baleado, la versión del
gobierno insiste en que era un intento de robo)
y también el minero José Atahuichi, de 20 años,
quien según el gobierno fue víctima del mal uso
de la dinamita, a pesar de que personas a su alre-
dedor sufrieron herida por esquirlas de granada
que aseguran arrojaron de un helicóptero.
Resultan también 24 herid@s, dos son por
impacto de bala, uno a la altura del pecho y
otro en el cuello.
La represión se agudiza y la resistencia tam-
bién, El Alto se convierte en un territorio peligroso.
En Milluni se intenta tomar la central hidroeléctrica.
La situación se pone aún mas tensa, en La Paz esca-
sea el combustible y la central (Senkata) esta en
El Alto. Al día siguiente 10 de octubre, con el obje-
tivo de abastecer a La Paz, el gobierno dispone
el resguardo militar y policial en la planta de
Senkata, apoyado por tanques, tanquetas y
carros de asalto además de un helicóptero. Pero
la presión de la población logra frustrar el ope-
rativo del ejército.
Por la noche l@s poblador@s inician una vigi-
lia con fogatas en las principales vías, cavan
zanjas para evitar el paso de los camiones cisterna,
arrastran postes de alumbrado y contenedores de
basura para bloquear y también alambre de púas
para improvisar algunas trampas. La presencia poli-
cial es nula, sólo el peaje de la autopista y la plan-
ta de Senkata están bajo fuerte control, la
población ha hecho suyos los barrios.
Cerca de las 23hs. se produce la explosión de
un gasoducto en la autopista La Paz-El Alto,
que provocó una intensa fuga de gas, una explo-
sión que para algunos pudo ser debida a fisuras
producidas en la estación de lluvias aunque
también se plantea que pudo ser un atentado, ya
que varios vecinos vieron a tres personas llegar
al lugar y escapar en dos autos.
La actuación del ex-mayor de la policía David
Vargas se redujo a declarar por radio un levanta-
miento de la policía en cuestión de horas "para estar
al lado del pueblo". Luego buscó refugio en el edi-
ficio de los fabriles ya que estaba siendo seguido
por la inteligencia. Mientras, el gobierno detiene
a cinco policías acusados de inducir a la tropa a amo-
tinarse. El motín nunca se produjo porque la
policía estaba ocupada masacrando a "su" pueblo.
Felipe Quispe "deja a sus bases" que decidan
si aceptan o no el diálogo al que convoca Derechos
Humanos, mientras el gobierno asume literalmente
que no encuentra interlocutores válidos.
A esta altura, La Paz esta sitiada en 18 pun-
tos, los bloqueos a Oruro se radicalizan, y unos
6000 campesin@s del norte paceño marchan en
pequeños grupos hacia El Alto para sumarse a las
protestas. Lo que resalta es que "el coraje que la
gente le pone a su protesta es directamente pro-
porcional a su nivel de pobreza y marginalidad".
Masacre en El Alto
El Sábado 11 el gobierno dispone el control mili-
tar de El Alto, toda la ciudad se convierte en un
campo de batalla. Por la mañana en la zona
Ballivián se produce una violenta represión con
gases y armas de fuego, con el resultado de ade-
más de vari@s herid@s, la muerte de Walter Huanca
Choque de 27 años a consecuencia de un dispa-
ro en la cabeza. A las 18hs. los enfrentamientos
se producen en la zona de Santiago I y II, Rosas
Pampas y Senkata, la policía gasifica hasta den-
tro de los domicilios.
La convulsión social crece cuando el ejército,
que había despejado la Av. 6 de marzo, trata de
sacar junto con la policía una caravana de camio-
nes cisterna y tropieza con la cerrada resisten-
cia de miles de alteñ@s que tratan por todos los
medios de frenar el avance de la caravana al
grito de "no pasarán".
Los militares disparan gases, luego balines de
goma y finalmente munición de guerra; el niño
Alex Mollericona de 5 años es impactado en la qui-
jada y muere en la zona de Rosas Pampa.
Enfurecidos, l@s vecin@s incrementaron el ata-
que con piedras, bombas molotov y cachorros de
dinamita haciendo finalmente desistir de avan-
zar a los militares que se repliegan al cuartel del
regimiento Ingavi. La violencia se extrema y los
vecin@s enardecid@s intentan tomar la insta-
lación militar.
Los choques entre policías y miles de mani-
festantes se generalizan en varias zonas y por la
noche se recrudecen y prolongan hasta tarde; algu-
nos barrios se quedan sin luz.
Esa noche mediante un mensaje al pueblo, el
gobierno declara que hay móviles sediciosos y un
plan de desestabilización para alterar el orden demo-
crático, denuncia que Evo Morales y otros opo-
sitores han puesto en marcha un golpe de Estado;
se declara entonces la militarización de El Alto.
Evo Morales además de achacarle a la influen-
cia yankee, muy preocupado por su posible
expulsión del parlamento, asegura que "El pue-
blo no va a aguantar cualquier expulsión del
parlamento nacional. No tenemos miedo, vamos
a dar dura resistencia"...(?).
Cerca de las 23h, cientos de manifestante
ocupan e incendian la planta de Electropaz del
Kenko y oficinas de Aguas del Illimani, jóvenes
saquean una gasolinera en Av. Bolivia y otros nego-
cios, mientras otro grupo intenta tomar el distrito
policial Nº 5. Radio Pachamama es amenazada con
"hacerla volar" si no cierra su emisión, esta emi-
sora estuvo difundiendo los llamados de los
vecin@s hasta la madrugada del domingo. Las deto-
naciones de cachorros de dinamita y los disparos
de ejército se oyeron hasta la madrugada.
El domingo se recrudeció la represión. El Alto
se encontraba prácticamente aislado por las
camionetas militares que cercaban el paso a
quien quisiera ingresar en la ciudad. Prácticamente
todos los efectivos policiales y militares se encon-
traban allí destacados.
Comienza el enfrentamiento en el puente
de Río Seco, donde el ejército comienza un ver-
dadera masacre. Radio Integración trasmite los
llamados desesperados de vecin@s que ven pasar
las carretillas con muert@s y herid@s. Suman
en total 26 l@s muert@s, tod@s con impacto arri-
ba del abdomen, son 67 los herid@s. Por no
"apretar el gatillo" un oficial fusila a un soldado
(que se joda por milico). Radios y televisiones lla-
man constantemente a los alteñ@s a permane-
cer en sus casas, lejos de puertas y ventanas, pero
ell@ continúan en las calles resistiendo las tro-
pas y esta claro que la movilización esta fuera de
control. Muchos "medios de comunicación"
hacen oídos sordos cuando después de una hora
y media hora de balacera en Río Seco los milita-
res disparan directamente a las viviendas.
La salida del convoy por la autopista es
cubierta por ráfagas de ametralladoras y los
gases cubren la zona de Ballivián; el ejército
dispara desde las pasarelas de la autopista.
¿Cuántas muertes son necesarias para garantizar
combustible en La Paz? Ayer no pudieron lograr-
lo pero hoy bajarán gasolina cueste lo que cues-
te. Tal como denunciaban l@s vecin@s en la radio
eran masacrad@s con ráfagas de ametralladora
y por un helicóptero que sobrevolaba la zona. El
número de muertes se incrementaba a medida que
pasaban las horas mientras los hospitales y pos-
tas sanitarias estaban saturadas, haciendo pedi-
dos de medicamentos, suero y sangre para los
herid@s que llegaban sin cesar (tres recién naci-
dos morirán por falta de oxígeno que fue utilizado
para los herid@s).
La represión y los tanques de guerra no hacen
más que exaltar los ánimos. Esa noche en los barrios
se organizarán de nuevo vigilias, se bloquearán
las calles y se encenderán hogueras para hacer fren-
te al ejército.
En total, el domingo suman 48 los muertos de
la guerra del gas.
La hoyada se une a El Alto
El lunes 13 La Paz amanece sin un solo auto o mini-
bús. La huelga de transporte señalada para el lunes
se adelanta en parte por la escasez de combus-
tible. Goni intenta calmar los ánimos y anuncia
públicamente un decreto en el que habla de una
consulta sobre el gas. Además, anuncia por tv que
se ofrecerán conexiones gratuitas al gas natural
cnt
n°296 diciembre 2003
Internacional
1
199
Bolivia arde (y II)
La política tiene sus reveses. Esta claro el papel de
contención de la revuelta de las estructuras, sobre todo
de aquellas orientadas a la toma del poder, sean de
izquierda o derecha. Esta claro que las reivindicaciones y
la gente son usadas por las diversas cúpulas dirigentes
de los distintos sectores de "oposición" en función de
engrosar sus filas y ejercer presión sobre el gobierno para
fortalecer sus posiciones de poder. Esta claro que del uso
a la traición hay un solo paso