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Paco Cuevas
Recordemos que la broma de los Juegos nos
costó 72 millones de euros (12.000 millones de
pesetas) que pusieron las distintas adminis-
traciones públicas, con un mayor desembolso
por parte del Ayuntamiento. Recordemos que
durante unos días "la fiesta estuvo montá"
(sobre todo para los turistas ricos) como reza-
ba la propaganda institucional con que nos
bombardeaban, pero recordemos también que
una plataforma de cinco colectivos (Ateneo
Libertario, CNT, Taller de Paz, Soca y Paso a
Paso 4D) se opuso con sus escasas fuerzas,
pero tenazmente, a todo ese montaje, y es
desde ahí, como participante de la Plataforma
contra los Juegos Ecuestres, es desde donde
quiero hacer preguntas a la gente de los movi-
mientos sociales de Jerez.
El tiempo nos dio la razón: los Juegos fue-
ron un chiringuito para los ricos, en Jerez no
se acabó con el paro ni se dio el trabajo que
Pacheco decía que se iba a dar, no hubo bene-
ficios públicos y la deuda todavía la está pagan-
do el Ayuntamiento, sí hubo beneficios
privados (hoteles, etc.) que no vimos los curre-
las por ningún lado, se tapó esos días todo lo
que oliera a Jerez pobre, marginal, crítico...
En fin, otra Expo 92 en chiquitito, pero con el
agravante de que el resultado fue peor y que
las administraciones reincidían en el atrope-
llo, fascinadas por estos grandes eventos del
derroche y del Capital que sólo ellas deciden.
Pero aparte del saldo final de los Juegos, a
mí no se me quita de la cabeza qué pasó con
los movimientos sociales y la izquierda de Jerez
en esas fechas. Recordemos que en Junio de
2002 el Foro Social de Jerez hace "mutis por
el foro" y decide no apoyar la campaña contra
los Juegos, perdiendo una oportunidad única
de conectar con un sentimiento popular y de
clase contrario a los Juegos neoliberales de los
señoritos y los caballos. Recordemos también
que CGT se cae de la incipiente Plataforma con-
tra los Juegos sin dar explicaciones hasta la
fecha. Recordemos que la mayoría de las aso-
ciaciones y sindicatos de Jerez se callaron cuan-
do la Subdelegación de Gobierno prohibió, a
instancias del Ayuntamiento, la manifestación
del 7 de Septiembre, cosa que no pasaba aquí
desde los años del franquismo.
Inexplicables silencios, inexplicables con-
tradicciones... ¿O explicables? Ahora se hace
comprensible por qué Antonio Sánchez, enton-
ces representante de Iniciativa Ciudadana de
Izquierdas (ICI, ex Izquierda Andaluza) en el
Foro Social, defendió con tanto ahínco los
Juegos en esa reunión del desmarque. También
se entiende con el tiempo por qué Izquierda
Unida estaba cogida por los intereses, por cul-
pita del pacto con Pacheco, y que tampoco
quiso decir ni "mu" en contra de los Juegos de
Jerez 2002.
En fin, muchos silencios y complicidades
con el Poder que todavía no se han explicado
ni reflexionado, pero en mi opinión no todo fue
negativo. Primero, los posicionamientos sir-
vieron para clarificar quién es quién y de qué
lado estaba. Pero después, y esto es lo impor-
tante, la campaña contra los Juegos fue un
éxito, humilde, pero éxito. Fueron meses inten-
sos donde un grupo de 10-12 personas hacía-
mos acciones directas de calle cada dos o tres
días (despliegues de pancartas en sitios insos-
pechados, disfrazarnos de payasos para ridi-
culizar al Poder, ponerle una careta de Pacheco
a la estatua de Primo de Rivera...), con bastante
impacto, y nos pateamos un montón de barria-
das rurales, asociaciones, tiramos de gente no
asociada que se sumaron a la lucha, y sobre
todo, derrochamos imaginación, buen humor
y valentía. La comunicación con la gente de a
pie, con los currelas, con los/las parados/as,
con los/las emigrantes de Mallorca y Canarias,
con las mujeres de clase obrera, etc. fue direc-
ta, hacía tiempo que no se conseguía conec-
tar con ese sector popular en Jerez, y ahí
estuvieron, llevando la pancarta el 7 de
Septiembre en la manifestación prohibida, foto-
copiando el folleto cachondo extraoficial de la
Fiesta está Montá y repartiéndolo en las fru-
terías y tascas, poniendo carteles en todos los
bloques de la Zona Sur y La Granja, repitien-
do nuestro lema de "Jerez 2002: Ciudad del
Paro", sumándose espontáneamente a la acción
directa de la estatua de Primo de Rivera...
Y el éxito de la movilización se vio sobre
todo en los signos que el mismo Poder mos-
traba de mosqueo y represión: insultos de
"locos" y "payasos", censuras en los medios,
acoso de la policía secreta... hasta llegar a
prohibirnos la manifestación. Pero la fuerza
que tenía la lucha se vio cuando 200 perso-
nas (que sabemos que no está mal para ser
Jerez) salimos a la calle desafiando la prohi-
bición, haciendo pasacalles y dándole al bombo
y a la chirigota, porque la lucha no está reñi-
da con pasárnoslo bien. También la fuerza se
vio después, cuando varios políticos locales
de la oposición utilizaban nuestros argumen-
tos (manipulados, claro) para hacer campa-
ña: ante la habitual vaciedad de sus discursos
e ideologías tuvieron que recurrir a mensajes
nuestros que habían calado en las clases popu-
lares para recaudar votos.
En fin, mi aprendizaje personal de todo
eso, a parte de los sinsabores de las decep-
ciones con algunas personas y colectivos que
demostraron su dudoso nivel ético y político,
mi aprendizaje, decía, es que la manera de
hacer las cosas para transformar pasa necesa-
riamente por el compromiso, que es lo que
cambia el mundo. El compromiso y no sólo las
palabritas. Además de la conexión con la clase
obrera, los jóvenes y la acción -evaluación-
acción continua que un grupo pequeño y con-
cienciado debe llevar a la práctica para modi-
ficar la realidad. Bueno, ahora sólo falta
recuperar ese sentido de la lucha para seguir
llevándolo en tantos problemas sociales que
nos golpean en Jerez: ¿quién se apunta para
participar en la próxima?... Manos a la obra...
cnt
n°294 octubre 2003
Opinión
2
233
Jerez 2002, un año después
Se cumple ahora un año desde la celebración en Jerez
de los Juegos Ecuestres Mundiales, Jerez 2002. Antes
de que Onda Jerez y los medios de comunicación
burgueses se pongan a ensalzar lo bonitos y buenos
que fueron los Juegos, quiero escribir unas líneas
críticas para alimentar la reflexión y la memoria, que
no debe perderse, entre los movimientos sociales de
esta ciudad.
El tiempo nos dio la
razón: los Juegos fueron
un chiringuito para los
ricos, en Jerez no se
acabó con el paro ni se
dio el trabajo que
Pacheco decía que se
iba a dar, no hubo
beneficios públicos y la
deuda todavía la está
pagando el
Ayuntamiento, sí hubo
beneficios privados
(hoteles, etc.) que no
vimos los currelas por
ningún lado, se tapó
esos días todo lo que
oliera a Jerez pobre,
marginal, crítico...
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