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Redacción
El 29 de julio de 1963 dos militantes de las
Juventudes Libertarias en el exilio en Francia
colocan sendas bombas en la Dirección General
de Seguridad y en la Sede de los Sindicatos de
Madrid, provocando una treintena de heridos
en la primera y daños materiales en la segun-
da de las acciones. Dos días después, la policía
detiene a Francisco Granado y Joaquín Delgado.
Ambos, también militantes de las Juventudes
Libertarias, son condenados a muerte tras un
Consejo de Guerra Sumarísimo. Treinta años
después de su ejecución a garrote vil el 17 de
agosto de 1963, Antonio Martín y Sergio
Hernández, verdaderos autores de los atenta-
dos, reconocen públicamente su implicación y
desvinculan a Granado y Delgado de estas accio-
nes que las Juventudes Libertarias planearon
desde Francia durante los años de la dictadu-
ra franquista.
Para subsanar el olvido y el silencio al que
fue condenado este proceso se crea en 2003, al
cumplirse el 40 aniversario del asesinato, el
Grupo pro-revisión del proceso Granado-Delgado,
formado por las familias de Francisco Granado,
Joaquín Delgado, Joan Peiró y Salvador Puig
Antich. Este grupo persigue el reconocimien-
to moral y la rehabilitación de la memoria de
Granado y Delgado por parte de las institucio-
nes españolas.
La muerte de Granado y Delgado no se puede
separar de las consecuencias de la Guerra Civil
española. Tres cincuenta mil españoles se exi-
lian a Francia y continúan luchando desde el
exilio contra la dictadura franquista. Los hijos
de los que combatieron en el frente contra las
tropas nacionales en las filas de la CNT, crean
las Juventudes Libertarias en el exilio.
De las organizaciones libertarias en Francia
nace, en 1961, y en la clandestinidad Defensa
Interior, que desde su creación empieza a pla-
near acciones simbólicas contra los órganos de
poder franquistas, para poner de manifiesto su
oposición activa al Régimen. Paralelamente pla-
nea atentados para subvertir el orden impues-
to en España, como el asesinato de Franco.
Con este fin y tras un primer atentado falli-
do en 1962, se desplaza el año siguiente a
Madrid Francisco Granado, quien había entra-
do en contacto con las organizaciones liberta-
rias tras emigrar a Francia en 1960, junto con
su familia, en busca de trabajo. Lleva consigo
una pistola y parte de los componentes nece-
sarios para fabricar una bomba.
Pero la preparación del atentado se dilata,
en parte debido a la falta de coordinación entre
Granado y el contacto que le debía facilitar el
resto de los materiales para montar el explosi-
vo. Ante esta situación, Octavio Alberola, diri-
gente de Defensa Interior, decide enviar a Madrid
a Joaquín Delgado, hijo de un combatiente de
la columna Durruti y Secretario de las Juventudes
Libertarias. El contacto, Robert Ariño, mili-
tante francés de otro grupo libertario coordi-
nado por Jacinto Guerrero (quien con el paso
del tiempo se convierte en el enlace entre la
Policía española y la francesa) se entrevista
con Delgado antes de volver a Francia, que-
dando éste encargado de contactar con Granado
y proseguir con el plan.
Pero el atentado se frustra al salir Franco
de Madrid hacia San Sebastián para pasar allí
el verano. Defensa Interior decide cancelar el
plan definitivamente y Granado y Delgado ocul-
tan los explosivos y preparan un coche para
volver a París.
Mientras esperan la reparación del coche en
un taller mecánico, lo único que les impide via-
jar de vuelta a Francia, pasean por Madrid, van
a la piscina, al cine. Mientras, ese mismo día del
29 de julio, estallan las bombas que otros dos
militantes de las Juventudes Libertarias han
colocado siguiendo un plan paralelo de Defensa
Interior.
Granado y Delgado son detenidos dos días
más tarde, sin que aún hoy se haya esclareci-
do si el arresto fue fortuito o debido a una vigi-
lancia policial previa a causa de una delación,
ya que los responsables del mismo siempre se
han negado a hacer declaraciones.
En un taller de cerrajería se encuentra la
maleta con los explosivos destinados a atentar
contra la vida de Franco. Esta es la única prue-
ba material que se aporta en el juicio. La con-
dena a muerte se basa exclusivamente en el
interrogatorio policial, sin que se aporten otras
pruebas y testigos y sin la molestia que supo-
ne una defensa apropiada, ya que el abogado
defensor no era licenciado en Derecho.
Antes y durante el juicio, las torturas infli-
gidas a Granado y Delgado les hacen confesar
su intención de atentar contra Franco, lo que
probablemente supuso su ejecución, aunque
para el Régimen la mera tenencia de explosi-
vos suponía una condena a muerte segura.
Mientras, en Francia, donde ya se encuen-
tran los artífices de los atentados, Defensa
Interior intenta organizar un plan de acción
para proclamar la inocencia de Granado y Delgado
sin revelar la autoría real. En un principio tra-
tan de convocar una rueda de prensa interna-
cional, pero al final únicamente se publica un
comunicado defendiendo la inocencia de los
dos inculpados.
El Consejo de Guerra decide la ejecución en
un plazo de dos semanas, siendo ratificada esta
decisión por el Consejo de Ministros, del que for-
maba parte el actual presidente de la Xunta de
Galicia Manuel Fraga.
Al alba del 17 de agosto de 1963, Granado
y Delgado son ejecutados mediante garrote
vil, proclamando hasta el último momento su
inocencia.
La mayor preocupación del Régimen fue ace-
lerar la condena de muerte para que se efectuara
en verano y así paliar la protesta internacional
que se producía en Europa como reacción a cada
asesinato firmado por el general Franco.
La ley se aplicó sin misericordia para ata-
car, no ya la disidencia, sino su embrión, lo
cual garantizaba la seguridad del Régimen
durante un largo tiempo. En la actualidad, el
Estado democrático sigue siendo reticente a
dignificar la memoria de estos militantes anti-
franquistas.
cnt
n°294 octubre 2003
Actualidad
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Granado y Delgado, un crimen legal
Actividades del Grupo pro-revisión
En 1963, dos militantes de las Juventudes Libertarias fueron condenados a muerte por dos atentados que no habían cometido. Cuarenta
años después, los familiares de algunos de los asesinados por el franquismo tratan de obtener la revisión del proceso o la anulación de
las sentencias pronunciadas por el franquismo.
Con motivo del 40 aniversario del asesina-
to de Granado y Delgado, el grupo pro-revi-
sión se ha coordinado con muchas
organizaciones y colectivos para realizar
acciones reivindicativas y homenajes con el
fin de obtener la revisión del proceso o la anu-
lación de las sentencias pronunciadas por
el franquismo, recurso de revisión que fue
presentado por las familias en 1999. Las más
recientes han sido:
- El 6 de septiembre la CNT de Extremadura
organizó un acto reivindicativo en la Casa
de Cultura de Valencia del Ventoso, loca-
lidad natal de Francisco Granado. Entre
otros, intervino Tomás Granado, miembro
de las FIJL en Francia en aquellos años y
primo de Francisco. Destacó la necesidad
de que todo el pueblo conociera la verdad
y sirviera para devolver la dignidad a las
personas asesinadas. Posteriormente se
proyectó el documental de Canal Arte
"Delgado y Granado, un crimen legal", que
ya fue emitido en la Noche Temática de
TVE; de forma paralela se montó una peque-
ña exposición con noticias de la prensa de
la época.
- El 8 de octubre, frente a la embajada espa-
ñola en París, se ha celebrado una mani-
festación para entregar una carta dirigida
al presidente del Tribunal Constitucional,
organizada por los Sindicatos de la CNT
francesa de la región de París y el Foro del
este de París, que agrupa a la Federación
Anarquista francesa (FAF), la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT) y Alternativa
Libertaria (AL). Ese mismo día grupos liber-
tarios han entregado la misma carta en
Inglaterra, Suiza, Italia, Portugal, México,
Perú, Venezuela, Bolivia y Uruguay.
- El 15 de octubre se ha celebrado una pro-
yección de la película sobre Granado y
Delgado y una conferencia de Prensa en el
centro La Paserrelle, para presentar el libro
de Carlos Fonseca sobre Granado y Delgado
en francés.
También otras organizaciones han celebra-
do actos en recuerdo de Grimau y Granado
y Delgado, como un acto para presentar el
libro de Fonseca y apoyar la campaña de
envío de cartas al Tribunal Constitucional.
Y, por supuesto, seguirá la campaña de pre-
sión sobre el Tribunal Constitucional.
A continuación reproducimos la carta a enviar
al Presidente del Tribunal Constitucional,
facilitada por el Grupo pro-revisión:
40° aniversario de los asesinatos de Julián Grimau y de Francisco Granado y Joaquín Delgado
Sr. D. Manuel Jiménez de Parga
Presidente del Tribunal Constitucional
Domenico Scarlatti, 6
28003 - MADRID
Ilustrísimo Señor Presidente del Tribunal Constitucional:
El acuerdo del 20 de noviembre de 2002 aprobado por unanimidad en el Congreso de los
Diputados precisa, en su resolución N° 3, que "las iniciativas promovidas por las familias de
cuantos padecieron la represión de la dictadura deben recibir apoyo de las instituciones".
Como ciudadanos de un estado social y democrático de Derecho, proclamado por la
Constitución Española de 1978 tras el largo período de dictadura franquista, consideramos
que dicho acuerdo obliga al Tribunal Constitucional a apoyar tales iniciativas.
En consecuencia, suscribimos la carta conjunta que le han dirigido las familias de Francisco
Granado, de Joaquín Delgado, de Joan Peiró y de Salvador Puig Antich, para que ese Tribunal
proceda a dar, institucionalmente, reconocimiento moral y a rehabilitar el honor de cuantos
sufrieron represión por luchar contra un régimen que negaba las libertades de que hoy dis-
frutamos los españoles.
Atentamente
Grupo pro-revisión del proceso Granado-Delgado
QUEIMADA - Apdo. Correos n°48094 28080 Madrid
Garrote vil para dos inocentes
Carlos Fonseca
Ediciones Temas de Hoy
Madrid. 1998
280 pags. 12.14
 OTROS_NÚMEROS PORTADA 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16-17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32