y autonómicas; sin embargo el legislador no
previó la necesidad de que en dicha comisión
se incluyera a las organizaciones de mujeres,
que se dedican a promover la erradicación de
la violencia de género, efectuando programas
de asistencia a las mujeres víctimas de vio-
lencia, programas de prevención, estudios e
investigaciones sobre la violencia de género
etc. en diversos campos, y que vienen aten-
diendo a las víctimas desde mucho antes de que
se promovieran acciones por parte de las
Instituciones. Su larga experiencia con las víc-
timas de violencia doméstica confiere a estas
asociaciones una comprensión directa e inme-
diata del grave problema por ser conocedoras
de primera mano de los resultados reales obte-
nidos en las diversas actuaciones procesales y
judiciales y sociales, y poseen el conocimien-
to y la sensibilidad necesarias para proponer
la creación de instrumentos más eficaces para
favorecer a la erradicación de la violencia de
género. Esta Comisión ha creado un protoco-
lo y un modelo de solicitud normalizado, en
el que se advierten diversas lagunas que muy
probablemente no habrían existido si hubieran
participado en su elaboración las organizacio-
nes de mujeres, lo cual habría redundado en
beneficio de la sociedad y más concretamen-
te de las víctimas de violencia de género.
Por último, reiterar que no se puede ni se
debe hacer creer a la ciudadanía que una
norma, o batería de normas, van a conseguir
erradicar la violencia contra las mujeres; sólo
la concienciación y la comprensión de esta rea-
lidad así como la adopción de medidas de pre-
vención, en las que la educación juega un
papel fundamental, así como una implicación
activa de todas y todos, como ciudadanos y
ciudadanas, será la única forma de incidir en
la erradicación de la violencia de género.
(1) Reforma del Código Penal efectuada en la
Ley Orgánica 11/2003 de 29 de septiem-
bre de medidas concretas en materia de
seguridad ciudadana, violencia doméstica
e integración social de los extranjeros.
(2) Propuesta de enmienda de la Asociación
de Mujeres Juristas Themis a la Ley
"Reguladora de la orden de protección de
las víctimas de la violencia doméstica".
Texto completo en la web de la aso-
ciación:
http: //themis.matriz.net
Ángela Alemany es presidenta de la
Asociación de Mujeres Juristas Themis.
¿Cuál es tu valoración del papel de las cam-
pañas de las instituciones públicas contra el
maltrato a la mujer?
No soy especialista, pero al respecto de la cam-
paña institucional de denuncia que empezó
hace unos dos años, la visión de las Asociaciones
que trabajan con mujeres es que denunciar es
el principio de un largo proceso de separación.
En la Asociación de Mujeres María de Padilla de
Toledo (donde Icíar acudió con su co-guionis-
ta, Alicia Luna, para recoger los testimonios de
mujeres que sufren malos tratos) lo primero
que les dicen es "aclárate la cabeza, piensa qué
decisión vas a tomar, vas a dejarle o no, dónde
vas a ir, cómo...". Es necesario denunciar pero
como parte de un plan de decisiones, y la más
importante a tomar es qué quiero hacer con
esta relación: la quiero cortar, quiero separar-
me, quiero irme; y entonces, como parte de las
razones por las cuales me voy, presento una
denuncia por malos tratos.
Es muy difícil llegar a esa decisión porque,
como yo he intentado plasmar en la película,
estas mujeres están muy perdidas, dislocadas...
Es lo que yo vi en la Asociación, donde que
hacen un trabajo muy orgánico: lo primero es
que las mujeres se encuentren a sí mismas y
sepan qué quieren, y una vez que tienen la
cabeza un poco ordenada entonces las apoyan
en todo: las acompañan a los juicios, las ayu-
dan a encontrar un piso o un trabajo... es toda
una red de asistencia. Pero su trabajo principal
es ese: ayudar a la mujer a encontrarse, a decir
lo que quiere.
Creo que las campañas institucionales están
hechas desde arriba y deberían escuchar mucho
a este tipo de asociaciones, que son las que
trabajan día a día con las mujeres, las que les
ven la cara y tratan los problemas mano a mano.
Una interpretación que se puede extraer de
la película es la del fracaso de dos personas
por adaptarse a un rol educacional y social
que les viene grande: él como el padre de
familia que lleva el dinero a casa, ella como
madre y ama de casa perfecta. ¿Crees que la
sociedad avanza para disolver esos roles?
Esos roles los tenemos heredados y en la pelí-
cula están implícitos: la frustración del perso-
naje de él (Luis Tosar) viene porque no puede
representar ese rol, le queda grande y eso le
frustra muchísimo, le acompleja y le enfurece,
y lo paga con ella.
Creo que ahora mismo existe un descon-
cierto, porque quién, por ejemplo, tiene un tra-
bajo fijo... Creo que a la mujer todavía no, y
desde luego con este Gobierno menos aún, se
le apoya para que pueda trabajar y tener hijos:
la maternidad es algo heroico en este país. No
hay nada que ayude, no hay guarderías, hay
muy poca comprensión ante el hecho de que
ya el hombre o la mujer salgan de trabajar a las
seis de la tarde, es un desastre.
Quizás mi generación tiene miedo a la
maternidad no sólo por la precariedad, sino
también por miedo a sacrificarse, a dejar
de ser mujer, a convertirse en una maruja
y dejar de ser ella misma.
Creo que yo también lo tuve un poco. Es un
poco una mezcla de algo inducido, educacio-
nal... aunque vamos rompiéndolo. Hay un artí-
culo que El País publicó hace poco sobre madres
que han buscado la maternidad, lo han pro-
gramado todo, adoran a su hijo y se encuen-
tran con un bebé entre los brazos y se les
congela la sonrisa, entran en una depresión,
porque han dejado de ser ellas. Creo que toda-
vía pesan los modelos; yo he descubierto que
a mí no me gusta sacrificarme y estuve pen-
sando durante un tiempo "pues debo ser muy
mala madre" y sintiendo culpabilidad, pero
luego ves que hay un modelo de madre que ya
no funciona, que está obsoleto.
¿Qué piensas del componente religioso en
la educación de la mujer, en la educación
para la maternidad; eso de ser una mártir
que Aurora (Rosa Mª Sardà), la madre de
Pilar (Laia Marull) representa tan bien?
Creo que la religión alimenta modelos. La mujer
sufriente, la mujer que aguanta... La Iglesia ha sido
cómplice del hecho del maltrato durante siglos.
La Iglesia ahora no dice nada, pero ha dicho
durante muchísimo tiempo "lo que diga tu mari-
do" y "mujer sumisa y en tu casa". Actualmente
lo deja correr. Bueno, a nosotros nos han dado
un premio muy bonito en San Sebastián, el del
Círculo de Escritores Cinematográficos, y ade-
más también el Premio Ecuménico (la mención
especial SIGNIS, de la Asociación Católica
Mundial para la Comunicación), que cuando
hablábamos la guionista, Alicia Luna y yo, decí-
amos "¿será posible?". Yo imagino que la Iglesia
tendrá compasión por las víctimas, pero cultu-
ralmente la Iglesia ha sido cómplice.
¿Por qué crees que a las mujeres se nos
vende esa idea de tener una media naran-
ja, de que sin pareja estamos incompletas?
Pues es otra cosa cultural que ayuda mucho en
estas historias: la mujer sola no puede estar. Es
otra estupidez que hemos mamado. Es algo que
también viene de la cultura católica: la mujer es
completa también cuando tiene hijos, cuando
hace familia, pero ella por sí misma no parece
que tenga que hacer gran cosa en este mundo.
¿Qué medidas propondrías para paliar el
maltrato?
Yo no tengo ninguna solución, he hecho la pelí-
cula sobre este tema porque quería entender-
lo, pero no soy especialista en el tema ni he
estudiado lo que se puede hacer. Yo he puesto
en evidencia cosas que pasan.
El personaje de Antonio (Luis Tosar) me da
miedo muchas veces pero sobre todo me da
pena: no tiene amigos, está solo, no sabe
expresarse... Quizá intentar conocer a la otra
víctima, el hombre, sea un paso.
Intentar acercarse al problema sin que haya
malos y buenos, porque es más complejo que
todo eso. Hay tanto que denunciar, tanto que
ha estado escondido, que claro que hay que
decirlo y llamar las cosas por su nombre; y que
haya penas como Dios manda para los maltra-
tadores... Todo eso tiene que hacerse, son
muchos campos en los que hay que trabajar y
en los que se está trabajando ya.
La película me ha dejado con la intriga de
si él está realmente enamorado de su mujer,
la quiere de verdad, o bien la necesita para
sentirse seguro, porque tiene miedo de vivir,
de evolucionar.
Yo creo que la quiere, pero la quiere fatal, la
quiere muy mal. La quiere controlándola, la
quiere haciéndole daño para que esté a su lado.
Eso es entender muy mal una relación.
¿Cómo te explicas que un maltratador pueda
vivir con esa dualidad, querer a alguien y
pegarle al mismo tiempo?
Supongo que es complicado. Quizá primero por-
que muchos de estos hombres minimizan, le
quitan importancia a la violencia, incluso la
niegan y viven un poco engañados: "eres tú
que te has puesto un poco nerviosa, es que me
has provocado, es que tengo un poco de mal
genio...". empiezan a minimizar y al final se
autoconvencen. Hay una educación que te avala
y te da pie; no es un señor solo en su casa, hay
unas condiciones alrededor que abonan que
ocurra esto.
Hay un feminismo que aboga por la supe-
rioridad de la mujer en vez de por la igual-
dad, que es como el machismo pero al revés.
¿Qué es para ti el feminismo?
Yo veo más sentido en estar de igual a igual.
Para mí el feminismo es estar en igualdad de
condiciones, es ser personas, no hombre o mujer.
Tener igualdad de oportunidades, colaborar.
cnt
n°294 octubre 2003
Actualidad
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133
La seguridad de la
víctima sigue sin ser
garantizada de forma
inmediata, ya que la
adopción por el juez
de una medida de
protección no
garantiza en sí misma
la seguridad de la
víctima si al mismo
tiempo no se
acuerdan las medidas
correctoras cuando
tal orden protectora
se incumple
La trayectoria cinematográfica de Icíar Bollaín se ha
caracterizado por prestar una atención preferente a la mujer:
jóvenes emancipadas, ancianas apegadas a la tradición,
inmigrantes, amas de casa... En "Te doy mis ojos", su última
película, aborda una historia de amor y dolor.
Icíar Bollaín
Actriz y directora de cine
PERFIL.
Icíar Bollaín nació en Madrid en 1967. Destacó pronto como actriz en "El Sur" y después interpretó, entre otras, "Malaventura", "Un para-
guas para tres", "Tierra y libertad", "Leo", "Nos miran" y "La balsa de piedra". Tras realizar los cortometrajes "Baja, corazón" y "Los ami-
gos del muerto", su primer largometraje, "Hola, ¿estás sola?" (1995), obtuvo premios en diversos festivales, además de una nominación al
Goya. "Flores de otro mundo" (1999) fue galardonada como mejor película en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y también fue
nominada al Goya. Su última película, "Te doy mis ojos" (2003), ha recibido hasta el momento los premios Concha de Plata al mejor actor
y Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián.
"Denunciar es
sólo el principio de
un largo proceso"