cnt
n°293 septiembre 2003
Sindical-laboral
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Madrid
A mediados de julio una comisión de trabaja-
dores en huelga acompañados de integrantes
del la CNT sevillana se traslada a Madrid con el
fin de extender las acciones y repercusión del
conflicto. Allí, los huelguistas, arropados por la
Federación Local de sindicatos de la CNT, reali-
zaron ruidosas concentraciones de periodicidad
diaria ante las sedes de Ferrovial y PSOE, ade-
más de caravanas informativas por toda la ciu-
dad y reparto de miles de comunicados. La
semana de acciones tuvo como colofón una con-
centración en la céntrica Puerta del Sol donde
se realizó un mitin..
En otro orden de cosas, varias decenas de
militantes madrileños formaron una espontánea
comparsa para participar en la "batalla naval
de Vallecas", acto lúdico en el que se informó
al solidario barrio madrileño de la situación por
la que pasaban los trabajadores en huelga y que
fue recogido en diferentes mediosde comuni-
cación.
Valladolid
La sede de Ferrovial fue ocupada el día 15 de
julio por compañeros del S.O.V. de Valladolid
para reivindicar los derechos de los huelguistas.
Dicha acción motivó que los directivos presen-
tes tuvieran que llamar a la central de Madrid
para informar de lo sucedido y transmitir las
exigencias de solución del conflicto. El trabajo
habitual de las oficinas fue interrumpido duran-
te todo el día.
Sevilla
Por ser la localidad más directamente implica-
da en el conflicto, la actividad fue frenética:
concentraciones ante la Diputación Provincial,
Ayuntamiento, Delegación de Trabajo..., ocu-
pación y paralización de obras de Ferrovial, des-
pliegue de pancartas desde diferentes edificios
y grúas solidarias, exposiciones de Arte (Salón
BasurArte 03) y conciertos con el fin de hacer
partícipes del conflicto a diferentes colectivos
y de recaudar fondos para la lucha...
Además de las localidades ya citadas, duran-
te los meses que duró la huelga, se realizaron
actos de solidaridad en lugares tan dispares
como Adra, Terrassa, Valencia, Almería, Donostia,
Cáceres, Figueres (uno de cuyos afiliados bajó
hasta Sevilla para unirse a los trabajadores en
la huelga de hambre), Salamanca, Lasarte, León,
Lleida, Córdoba y un largo etcétera que sería
muy extenso de enumerar en pequeño espacio
con que contamos y que sirvieron para presio-
nar de manera contundente a Ferrovial y el PSOE
en sus diferentes sedes locales.
También, como no podía ser de otra mane-
ra, llegó apoyo desde las secciones que compo-
nen la AIT e, incluso, desde colectivos externos
a nuestra organización como los trabajadores
de Ferroser-Limpiezas en el Museo Guggenheim
Bilbao o los de el Hotel Diana (Tryp, Sol Meliá
Barajas)., de secciones sindicales de CGT o
Solidaridad Obrera, de partidos políticos como
IU de Sevilla o el PCPA de Andalucía, de orga-
nizaciones como ATTAC... Ello, sin contar la
amplia presencia de ciudadanos y gentes soli-
darias en general que han hecho de la lucha de
Tomares su propia lucha y que han demostra-
do que todavía queda algo de ese compromiso
y apoyo mutuo tan poco habituales en estos
tiempos egoístas en que nos ha tocado vivir.
Tomares Resiste
Antonio, a 24 horas exactas de la celebra-
ción de la reunión que tendrá lugar mañana
lunes 28 de julio a las 10:30 en la Delegación
de Empleo de Sevilla y que tantas expectati-
vas ha despertado, ¿cuál es tu valoración de
las misma, habida cuenta de que eres uno de
los protagonistas fundamentales de este
importante conflicto?
Antonio Moragues: Este conflicto tiene dos com-
ponentes bien diferenciados. No sólo es un con-
flicto laboral más, también cuestiona el sistema
sindical y político institucionalizado que pade-
cemos y sufrimos, no sólo los trabajadores, sino
toda la ciudadanía. En su aspecto estrictamen-
te laboral, la reunión de mañana debería ser un
simple trámite de ratificación del acuerdo que
se alcanzó el pasado miércoles entre los repre-
sentantes de la empresa y los representantes de
los trabajadores. Confiamos en que no se pro-
duzcan, como ha ocurrido tantas veces, ni rec-
tificaciones de última hora ni injerencias
externas al propio conflicto. Esta es la causa de
fondo de esta larga huelga, la segunda más larga,
tras la de nuestros hermanos de Sintel, desde la
transición.
De hecho, tras la reunión del miércoles donde
parecía haberse llegado a un principio de
acuerdo, Ferrovial se descolgó el viernes con
un sorprendente fax anunciando siete recti-
ficaciones a lo ya discutido y acordado. ¿Cuál
será nuestra actitud mañana al respecto?
Nuestra actitud será de absoluto respeto y com-
promiso con lo acordado el miércoles. Es una
cuestión elemental de responsabilidad y de
seriedad. La Asamblea General del jueves de la
CNT de Sevilla así lo acordó el jueves por la
noche. Por tanto, no podemos tolerar ninguna
modificación que afecte a las condiciones de
trabajo de este colectivo ni a su cobertura eco-
nómica y social.
Hasta ahora, nuestra posición era muy clara.
Exigíamos el cumplimiento del acuerdo del
9 de Marzo del 2002 suscrito por la empre-
sa, el ayuntamiento y los trabajadores; los
contratos indefinidos para los precarios; y la
ampliación de las garantías laborales. ¿Recoge
el preacuerdo negociado el miércoles estas
aspiraciones?
Un acuerdo que surge de un conflicto tan largo
y tan duro puede que no satisfaga todas las
aspiraciones de todas las partes en litigio. En la
parte que nos toca, considero que es un buen
acuerdo. A lo conseguido en el acuerdo del 9 de
Marzo de 2002, en éste también se fortalecen
los contratos precarios. En cuanto a la garantía
laboral, es a la CNT a la que le toca garantizar-
la en el futuro. Y nuestro firme compromiso es
seguir protegiendo sus derechos y estimulando
sus reivindicaciones. Además, este preacuerdo
regulariza una relación laboral con la empresa
que hasta ahora Ferrovial no aplicaba o la con-
sideraba inexistente, una situación sin duda
mucho mejor que la existente al inicio de la
huelga.
¿Qué opinas de las críticas que algunos com-
pañeros han venido realizando estas últimas
semanas acusando a los negociadores de debi-
lidad y entreguismo frente a la empresa?
Algunos han llegado incluso a insinuar que
ante el gran esfuerzo y el enorme desgaste
que han supuesto tantas semanas de lucha,
vosotros tan sólo buscabais una salida
"digna", entre comillas, algo así como maqui-
llar una derrota.
Un discípulo de Sócrates le preguntó: Maestro
he conocido una muchacha y me he enamora-
do de ella. ¿Me caso o no me caso? Sócrates le
responde: Hagas lo que hagas, te vas a arre-
pentir. En esta organización nadie tiene el dere-
cho de romper ni firmar una negociación y
posteriormente un acuerdo. A lo único que aspi-
ramos y respondiendo a la pregunta, es a defen-
der lo mejor que sabemos y podemos las
decisiones que toman en asamblea los trabaja-
dores. Ni qué decir tiene, que los negociadores
en todo momento pueden y deben ser sustitui-
dos por los que se consideren más competen-
tes, inteligentes y honestos, si así se considera.
En el conflicto de Tomares hemos recurrido
a todos los medios de lucha que propugna-
mos los anarcosindicalistas. Desde las accio-
nes directas más duras hasta recursos, como
la huelga de hambre que hace tiempo que no
empleábamos y que hoy parecían patrimonio
exclusivo de ecopacifistas o de colectivos de
presos: turcos, grapos, irlandeses... Tanto
unos como otros han demostrado ser efecti-
vos. Es por ello que al principio asegurabas
que lo más importante de este conflicto no
era su implicación estrictamente laboral, sino
su capacidad para cuestionar el orden polí-
tico y económico en sus mismos fundamen-
tos? ¿Cómo ha sido posible esto desde un
colectivo de trabajadores tan pequeño en un
pequeño pueblo de una comarca sevillana?
Andalucía no es un prado verde de lagos y dunas.
Es una zona volcánica que puede permanecer
adormecida y en silencio durante largos perío-
dos de tiempo, pero la historia demuestra que
es una zona donde las erupciones revoluciona-
rias, son locales, pero de efectos devastadores.
En el inicio de la huelga lo único que se plan-
tea es una reivindicación laboral. En la medida
en que las instituciones políticas, sindicales,
etc. comienzan a intervenir, este conflicto
adquiere una significación política añadida y
no deseada ni por este sindicato ni por los tra-
bajadores de la limpieza pública. Es por eso que
el conflicto de un pequeño colectivo de traba-
jadores de un pequeño pueblo sevillano ha
adquirido una dimensión y ha suscitado unas
expectativas que ha sorprendido a todos. En
cualquier caso, han sido ellos los que han sobre-
dimensionado y politizado esta lucha; una lucha
que se ha ganado la simpatía, la solidaridad y
el respeto de todos, incluidos aquellos que cre-
ían muerto el movimiento sindical, que fue y
sigue siendo la punta de lanza de todo hecho
revolucionario en la historia de la humanidad.
¿Crees, pues, que Tomares significa un antes
y un después en la historia de la CNT de
Sevilla y, por ende, del anarcosindicalismo
ibérico de las últimas décadas?
En el mejor de los casos, puede suponer un
punto y seguido en la trayectoria de la lucha de
la CNT de Sevilla como de muchos trabajadores
que no necesariamente han sido pertenecientes
a este sindicato. El movimiento obrero no sólo
se ha nutrido de los movimientos, ideas y hecho
generados por este sindicato. Somos una parte
más de todo lo que compone la lucha por la jus-
ticia social de los oprimidos contra los opreso-
res. Y el que quiera entenderlo que lo entienda.
Hay una frase que lo resume todo: "Quien con-
dena la violencia del oprimido, es porque justi-
fica la violencia del opresor". En este sentido, por
más que se empeñen, sólo hay dos bandos, los
que generan riqueza y se les priva de ella, y los
que la devoran sin producirla.
¿Cómo valoras la actitud y concretamente el
apoyo de las organizaciones políticas, sindi-
cales e institucionales de Andalucía con res-
pecto a este conflicto?
Voy a responder con sinceridad: Hemos llama-
do a las puertas con insistencia y perseverancia
del Defensor del Pueblo Andaluz, la Inspección
de Trabajo, la Dirección General del Trabajo,
Diputación Provincial de Sevilla, Dirección
Provincial del PSOE, Dirección Regional del PSOE,
Delegación Provincial de Empleo y Desarrollo
Tecnológico, secretario general de todos y cada
uno de los sindicatos a nivel provincial,
Arzobispado de Sevilla y, cómo no, Excelentísimo
Ayuntamiento de Tomares. Seguramente se me
olvida algún personaje o institución, ignoro la
capacidad de influencia en la resolución de este
conflicto de todas las instituciones menciona-
das, lo cierto es que al día de hoy, cuatro meses
y medio de huelga y un mes en huelga de ham-
bre, estamos a la espera de que mañana por fin
lleguemos a un acuerdo.
Entrevista realizada por los compañeros de
Tomares Resiste (www.cnt.es/tomares) un
día antes de la negociación definitiva con
Ferrovial.
"En Tomares hemos recurrido a
todos los medios de lucha que
propugnamos los anarcosindicalistas"
Entrevista a Antonio Moragues, secretario de Acción Sindical