Bajo los lemas "Otro mundo es posible" y "G-8, tocado y hundido", unas 3.000 personas, según el Movimiento de Resistencia Global (MRG) de Zaragoza, se manifestaron entre la Glorieta Sasera y la plaza de España de Zaragoza. Durante el recorrido se realizó una parada ante la antigua Capitanía General Militar, donde se lanzaron gritos contra las dotaciones policiales que la custodiaban. La movilización culminó con el despliegue de un gran cartel-foto contra la globalización desde el andamiaje del Tubo y la lectura de un comunicado.

Un centenar de manifestantes vinculad@s a centros sociales e individualidades diversas mostraron su desacuerdo con el tono festivo de las movilizaciones convocadas por el MRG y con lo que entienden son continuos ataques a l@s activistas que optan por la acción directa anticapitalista, ya directamente tachad@s de minoría violenta. Para ello, algun@s de ell@s se situaron al final de la manifestación vestid@s de negro y portando una pancarta negra sin lema alguno, mientras otr@s colocaban pegatinas y realizaban pintadas a lo largo del recorrido. También se repartieron octavillas con el texto que se reproduce al final de la noticia. Comentar que esta acción no gustó demasiado al MRG, algunos de cuyos miembros controlaron más o menos discretamente el final de la manifestación. A su vez, militantes anticapitalistas que se encontraban en el último bloque les recriminaron su actitud y se registró algún enfrentamiento verbal.

CARLO GIULIANI ERA UN "VIOLENTO"

Hoy y aquí todos/as recordamos a Carlo Giuliani, asesinado por los carabinieri en Génova. Al igual que recordamos a todas las personas detenidas, torturadas, molidas a golpes por la horda policial. Pero si Carlo no hubiera muerto hoy no sería más que otro violento, otro de los miembros del satanizado Bloque Negro, anónimo militante que se defendió de la violencia policial y que sería condenado por el representante del Foro Social Mundial con el tonillo parapolicial que ha presidido algunas de sus declaraciones.

Carlo se defendió de la policía como supo o pudo y ese día atacaba los intereses del capitalismo al igual que lo hizo quien llevaba un mono blanco, quien simplemente se manifestaba o quien apedreaba las sedes de bancos y multinacionales. Su lucha también era legítima y ese compromiso asumido fue el que le costó la vida a manos de los guardianes del capitalismo que combatimos.

Sí, hoy vestimos de negro. Negro de rabia y de sentimiento de impotencia ante la violencia policial, que convierte en anecdótica la presunta violencia de las acciones de respuesta contra un capitalismo que asesina siempre, aunque casi nunca delante de las cámaras y ese es nuestro comunicado de condena al capitalismo que globaliza la miseria y el sufrimiento, que es a quien hay que condenar y hacer desaparecer.

Hoy vestimos de negro por Carlo Giuliani, por todas las víctimas visibles o invisibles del Capital, sus multinacionales y sus esbirros, pero de una cosa estamos segur@s: no nos arrebatarán nuestra alegría revolucionaria:

¡¡ASESINOS!!