Editorial

Un 1º de Mayo más largo

S.P. del Comité Nacional 

 

La Internacional paralela

Redacción 

Los días tenían veinticuatro horas y los anarcosindicalistas reivindicaban su fraccionamiento en tercios iguales: trabajo, descanso y desarrollo o educación. Sus días fueron cortos, pero de larga memoria: conmemoramos el 1º de Mayo y añoramos la claridad, la exactitud de aquella reivindicación, de aquellas conquistas.

El reloj de la clase trabajadora se atrasa y desorienta el camino a seguir. En el 2001, en este país por una suerte de encantamiento atribuible a los que dicen representarnos y a los medios de deformación de masas, esta clase trabajadora ha sido devuelta a una etapa presindical, y en ese estado, en su rostro no hay más que desconcierto e incluso ha perdido la conciencia de quién es. La amnesia es casi total. Podría decirse que es una pesadilla.

La realidad pura y dura, la que nos encontramos cada día, intenta convertirnos en meras comparsas de unas situaciones que parecen sobrepasarnos y superar la claridad de las reivindicaciones y metas del anarcosindicalismo. Aquellas condiciones de explotación y miseria de siglos anteriores se vuelven a repetir, enmascaradas hoy día. Únicamente cambia su nombre, pero no la realidad que encierran: esclavitud de la clase trabajadora, la clase política doblegada, como siempre, al poder económico porque es él mismo.

Tampoco es nueva la existencia de la deslealtad y de la traición. Lo que sí es relativamente reciente en nuestro país la creencia popular, en lo que era antes la clase trabajadora que ahora no se asume como tal, de que la traición y la deslealtad son males menores en la confrontación social y que sin ellos las cosas discurrirían por peores derroteros.

Pero no hay peores derroteros que las consecuencias de una guerra en la que no se presenta batalla porque los representantes de nuestro bando (¿del nuestro?) nos envían a una retirada y a una pérdida de posiciones constantes y, para ello, tienen que quitarnos las armas, en primer lugar, para que no ganemos la batalla y en segundo lugar, para poder argumentar que ellos sí desearían oponerse, pero que nosotros no estamos por la labor de la movilización, es más, quieren hacernos creer que no existe nuestro bando, que no existe la clase trabajadora, sólo porque ya no pertenecen a ella.

Para la clase trabajadora las cosas no van bien aquí, ni en ningún lugar del mundo.

Los avances tecnológicos que tendrían que reducir la jornada de trabajo y hacernos la vida más fácil, en equilibrio con nuestro medio, no están teniendo ese efecto, sino que se están traduciendo en bienes de consumo que para adquirirlos la gente no reduce, más bien prolonga su jornada productiva. Se reduce el tiempo libre y el que queda se invierte en seguir exponiéndose al consumismo y la alienación o bien se convierte al propio tiempo libre en un objeto de consumo.

Los mismos que autoaumentan su jornada laboral son los que se preocupan "mucho" por el desempleo y asustados por esa amenaza fantasma, como si no hubiera relación entre ambos, justifican tranquilamente toda su cesión de derechos.

La juventud trabajadora no está al margen, sino en el centro del fenómeno pues cada día tenemos ocasión de ver en el centro de trabajo cómo, independientemente de la presión de la patronal, la falta de conciencia hace que el joven o la joven sin cargas pase por lo que no pasa el mayor o la mayor con cargas.

El desempleo es un problema generado por el sistema, ya lo sabemos, pero lo que no entendemos es cómo para generar empleo se abarata el despido. Tampoco entendemos por qué si a los patronos y patronas el año pasado les hemos generado de un 11 a un 30 % de beneficios y si la Seguridad Social tiene superávit, en primer lugar, ¿ por qué nos premian con la congelación salarial sin contener al mismo ritmo los precios? y en segundo lugar, ¿ por qué ese superávit se tiene que aplicar a reducir los costes a la patronal y no a mejorar o a garantizar nuestro futuro ante la enfermedad o la ancianidad?

Hay muchas preguntas que hacerse cuando es tan bochornosa la continua Reforma Laboral que el gobierno le ha tenido que hacer el favor a los menos minoritarios de sacarla vía BOE, para que su imagen no quede tan dañada que ya no nos puedan engañar pues entonces ya no les serían útiles. O también, cómo es posible que los menos minoritarios, a cambio de unas migajas en las pensiones de orfandad, prejubilaciones y poco más, vean bien desmontar el sistema de protección social aumentando ahora el cómputo del cálculo de pensiones de 12 a 15 años, mientras está en vigor el Pacto de Toledo, dejando la puerta abierta para que, a partir del 2004 se aumente el cómputo hasta 35 años, para dejarnos sin pensiones y forzar, a los que puedan, a contratar un plan privado y a los demás mandarlos al arroyo. También nos preguntamos por qué uno de los menos minoritarios de cara a la galería simula no estar de acuerdo con todo ésto y por qué ambos fueron partidarios de huelgas generales contra el PSOE y no contra el PP. Nos lo preguntamos retóricamente, porque la CNT sabe la respuesta, la sabe desde hace tiempo:

Nadie muerde la mano que le da de comer.

Este 1º de Mayo ya viene durando mucho, pero parece que no lo suficiente, porque estamos lejos de conquistar las aspiraciones de la clase trabajadora, que sin complejos tenemos que decir que son clásicas porque son lógicas, porque son humanas y porque sirven siempre cuando no hemos llegado aún a ellas:

Reparto de la riqueza, reparto del trabajo, apoyo mutuo..., o bien: 30 horas; ni horas, ni destajos; 31 días de vacaciones; reducción del trabajo nocturno y los turnos al mínimo; jubilación a los 55 con el 100%; eliminación del trabajo en precario; rechazo de la movilidad geográfica y funcional; no a las prestamistas ETTs; medidas estructurales contra los accidentes laborales; no a los despidos colectivos y expedientes de crisis; readmisión en los despidos improcedentes, aumento de la indemnizaciones por despido; subidas lineales que recuperen al menos la pérdida del poder adquisitivo; SMI único que incluya a menores y empleadas de hogar, de 120000 ptas.; 100% de las prestaciones farmacéuticas, sanitarias y protésicas; prestaciones y derechos sociales iguales para todos los trabajadores y trabajadoras ya estén en paro o en activo, vengan de otro país o no; rechazo de este sistema de imposición tributaria, por otro menos injusto que reparta mejor la riqueza; libertad e igualdad sindical; no a los privilegios de las burocracias sindicales; convenios anuales claros, precisos y únicos, avalados por la asamblea; control y gestión obrera.

En nuestro mayo, en el mayo de la CNT están brotando la acción sindical, la organización, la acción directa, el apoyo mutuo, como herramientas fundamentales de trabajo y lucha, causa y consecuencia de la evolución de la clase trabajadora hacia su autogestión económica y social.

En mayo la naturaleza toma conciencia de ella misma, retumba y estalla en una revolución incruenta, fruto de su evolución.

 

Desde muchas instancias con nombre libertario, unas, generadoras de voces, otras, por ahora puros altavoces de esas voces, en un arco que va desde la SAC de Suecia hasta la CGT de España, con sus organismos intermedios, y en actos que van desde la "I-98" (junio), en San Francisco, hasta la "Reunión Libertaria" de Madrid (marzo, 2001), se viene queriendo tejer una tela de araña que ponga cerco previo a la AIT para su posterior asfixia o deglución. Se trata de la operación reformista más amplia y ambiciosa que jamás se haya visto en estos pagos. La consigna es "unidad del movimiento libertario", la gran trampa, añagaza de maquillaje mediático y real cortina de humo destinada a encubrir la disolución de los principios libertarios en su esencia: Es un esquema histórico que se repite: los que por conveniencias políticas hacen, en determinados momentos, bandera de la "unidad" son siempre presisamente aquellos que en su día la rompieron: SAC (1957), CGT (1980), CNT-Vignoles (1992-93), USI-Roma (1995)...Y la excusa para reclamarla es la que no tuvieron en cuenta para destruirla: "el enemigo es otro, el capitalismo globalizador nos atenaza, venga, sal ya a la calle, no te pongas ni la chaqueta... etc. etc." Se trata de una vieja trampa sociológica consistente en disfrazar situaciones que, por su naturaleza, pongan automáticamente en marcha el mecanismo psicológico cuya función es impedir compulsivamente la acción consciente y deliberada. Estos peticionarios de la "unidad", en virtud de la "urgente necesidad que nos acosa", no pensaron -en el caso de CGT- si esa necesidad era urgente para la clase obrera española en 1980, cuando, presentándose como "puros sindicalistas", frente a lo que ellos llamaban "CNT-FAI", bebían en los cuencos de las manos de Martín Villa. ¿No era necesidad urgente el que se estuviera cociendo entonces la conspiración militar que estallaría un año más tarde en el 23-F? ¿Quién, en aquellos graves momentos, rompió la unidad de la CNT, privándola de la fuerza que necesitaba para oponerse a la política antiobrera y pro-capitalista que, por un decenio, se derivaría de los "Pactos de la Moncloa"? ¿Quién maniató, con ello, a la CNT que era entonces la unica organización que podía impedirlo? ¿Quién se garantizó la cobertura y el favor de Martín Villa y congéneres, asegurándose así su piratería sin trabas en todas las oficinas de los IMACs, tras prometer suscribir las elecciones sindicales, que constituyeron el gran y mortal parto de aquella incalificable traición antiobrera? ¿No supuso todo ello el afianzamiento de una transición que, a las claras, representaba un continuismo del régimen franquista? (¿o acaso son tan torpes para no ver que estos lodos de hoy vinieron de aquellos polvos de ayer?) ¿Todo eso no eran razones suficientes y graves para mantener la unidad? Y, cuando los socialistas subieron al poder, en su aventura de "más de lo mismo", ¿no movieron los "paralelos" también entonces, rápidamente, los resortes para garantizarse el favor sin límites del Subsecretario de Trabajo, Segismundo Crespo, a fin de continuar el expolio de la CNT y de seguir manteniéndola aherrojada y en el ostracismo? ¿De qué unidad nos hablan esos profesionales del reformismo? Es claro que de la CNT no les interesa ni la doctrina ni la historia, sólo les interesan las letras, la C, la N y la T, los patrimonios y la confluencia de colores para explotarlos en Internet hasta el paroxismo, no como base para el razonamiento (está prohibido profundizar), sino como imagen para el espectáculo; no con la misión de ilustrar y clarificar, sino como instrumento de obnubilación de mentes.

¡Unidad del movimiento libertario! ¿Qué es? ¿un frente, una federación, una alianza, una coordinación? ¿de quién de quiénes? ¿Qué sería lo que haría libertaria a tal coyunda? ¿La superación final del Estado y la política? Eso lo postulan también los marxistas y los comunistas, incluido Lenin. ¿Acaso el anticapitalismo? Idem de idem. Entones, ¿será la lucha contra el Estado y la Patronal desde ya mismo? Bueno, sí... pero, sabes... hay estrategias..., por ejemplo, Comités de empresa, estructuras corporativas, elecciones sindicales, subvenciones del Estado, funcionarios sindicales liberados del trabajo, sindicatos de policías que comparten local y anagrama con organizaciones "libertarias", que también albergan represivos funcionarios de prisiones, guardias de seguridad armados, o estructuras conjuntas con partidos, que intervienen en las elecciones municipales del sistema capitalista con el lema "¡Gestionemos el municipio!" y patatín, patatán. Y a eso lo llaman "revolución gradual", es decir, revolución por grados. O sea, irse metiendo en los gobiernos, pero sólo para hacerse con la técnica de...gobernar, eso sí, desde abajo, oiga, no vaya usted a creer... Siempre creímos que a eso se lo llamaba, en el mejor de los casos, "evolución reformista" y, a la postre, integración en el sistema... Pero... claro, ¡con la sana intención de transformarlo desde dentro! Es decir, que de lo que se trata es de volver el tiempo atrás y partir otra vez de la conspiración marxiana de 1872 culminada en 1889 con la creación de la II Internacional... Pero todo, naturalmente, envuelto en retóricas fraseologías que no resisten el más mínimo análisis, y, por eso, ¡nada de hablar, de plantear, de confrontar, de definir! ¡nada, nada de eso! ¡Práctica y práctica! Porque, sabes, "el anarcosindicalismo es práctica". O sea que, si vendiendo chupachúps conseguimos atraer a mucha gente, pues, ea, chupachúps. ¡Qué enorme mistificación!

Claro que el anarcosindicalismo es práctica, pero con ideas, sabiendo de la acción el cómo, el por qué y el adónde. Justificar la práctica por la práctica es insultar la inteligencia de la gente, tenernos por disminuidos mentales, pensar que no somos capaces de discernir entre el puro activismo y la acción consciente. Pues bien, todo eso es lo que están armando, y, como resulta muy evidentemente contradictorio tratar de atraer prosélitos en nombre de la unidad y simultáneamente estar conspirando contra la unidad de la AIT, pues entonces entonan con cara de circunstancias: "No, no es una Internacional es..." ¿A quién está esta gente llamando tontos de baba?. Ahí están San Francisco, Roma, Málaga, París, Madrid, Gotemburgo... ¡Esa es la "Internacional paralela"!, la denunciada en el reciente XXI Congreso de la AIT y frente a la cual ese mismo Congreso tomó una decidida posición.