CONFLICTO DE LIMPIEZA EN LOS COLEGIOS DE SANLÚCAR

Las trabajadoras se movilizan y vencen

a pesar del oportunismo político y sindical

 

La situación social en Sanlúcar ha llegado al límite. El desastre de Doñana supuso un duro golpe al turismo y a la pesca. Tres años después, el Guadiamar tiene 62 kilómetros muertos, con 131 puntos negros, y se recomienda no chupar las cabezas de los langostinos. La versión de Chernobyl a la andaluza incluye un muro de silencio sobre los efectos de la catástrofe. Muchas familias trabajadoras dependen del medio jornal que obtienen las madres. Cien de éstas han vencido en el conflicto de las limpiadoras de los colegios.

 

El origen del conflicto está en la privatización del servicio, que ha desatado todas las demandas acumuladas antes de la subrogación de la plantilla que debe asumir la empresa que se haga cargo del servicio. Lo conseguido muestra las lamentables condiciones que sufrían las limpiadoras; 40% de aumento durante dos años, y 20% el tercero, más el 3% del IPC. Se convertirá en indefinidas a las eventuales, no se descontarán los días de huelga ni habrá represalias antisindicales. Una victoria en toda regla, conseguida por la movilización de las limpiadoras que derribaron con su coraje las puertas podridas del teatro político y sindical. Aprovechando las disensiones PP-PSOE y CCOO-UGT (bipartidismo y bisindicalismo), las huelguistas actuaron con la gorra de UGT y el apoyo de la oposición municipal, contra el alcalde del PP- grupo mixto y la junta de personal de CCOO..

 

La estrategia política incluye el recurso a la movilización interesada. En este caso, el PSOE abrió paso a la privatización de la empresa, y después aprobó en el pleno municipal constituir una comisión negociadora. El alcalde declaró ilegal el acuerdo del Pleno y luego escapó protegido por la policía municipal, no sin que se produjera un enfrentamiento. Los concejales del equipo de gobierno escaparon más tarde, cuando llegaron los antidisturbios...

 

Tras el acuerdo final, las trabajadoras no deben bajar la guardia, pues sólo les ha valido la movilización. UGT y PSOE alientan la movilización por oportunismo para desgastar al PP, con el que vergonzosamente colabora CCOO para defender su parcela. Todo ello es una muestra del descarado cinismo con el que actúan los miembros del bipartidismo y del bisindicalismo, según sus intereses electorales. Una lección : la acción directa es la que vale.

 

Agencia confederal Cádiz