La Audiencia de Huesca iniciará el próximo 4 de julio el juicio abierto contra nueve habitantes del pueblo oscense de Sasé que se enfrentan a una petición fiscal que suma 20 años de prisión por los incidentes ocurridos con antidisturbios de la Guardia Civil durante el desalojo. En su escrito de acusación provisional, el fiscal imputa a estas personas presuntos delitos de atentado, resistencia, desobediencia y daños, y pide penas que van desde los cuatro años de cárcel solicitados para tres miembros del grupo a l@s que acusa de agredir con piedras a los agentes, hasta los nueve meses de prisión.

El desalojo de Sasé fue ordenado en octubre de 1.997 por el Juzgado de Primera Instancia número tres de Huesca a instancias del Gobierno aragonés, propietario formal del núcleo anteriormente deshabitado, y llevada a cabo tres días después por una comisión judicial acompañada por cuarenta guardias civiles.

Un grupo de setenta componentes del grupo Colores había ocupado unos meses antes Sasé e iniciado la restauración de alguna de sus casas para desarrollar un proyecto de convivencia alternativo.

Fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil llevaron a cabo por orden judicial un nuevo desalojo de un reducido grupo de miembros de la asociación que habían regresado a una de las casas.

El fiscal dirige su acusación, asimismo, contra otr@s dos jóvenes del colectivo que fueron localizad@s en Sasé por la Guardia Civil los días 24 de enero y 27 de agosto del año siguiente.

Por su parte, la representación legal de l@s encausad@s solicitará durante la vista la libre absolución de sus clientes argumentando que l@s okupantes se limitaron a defenderse de una actuación policial desproporcionada.