LA CNT ANTE LAS ELECCIONES DEL PARLAMENTO VASCO

COMUNICADO DE LA F.L: DE BILBAO

 

El 13 de mayo pasado se eligió nuevo parlamento vasco. Cada vez que se convoca a la pantomima de las Elecciones Parlamentarias, tenemos que sufrir un bombardeo mediático incesante. El rebaño salió a votar con la ingenua creencia de que su acción serviría para algo. En este caso, Algo es Nada. Los seres humanos tenemos la rara habilidad de tropezar todas las veces que haga falta en la misma piedra.

Este show no es nuevo, y los que mandan lo están utilizando desde hace muchas décadas, sabedores de que, se vote lo que se vote, sus intereses permanecerán intactos.

Cuando comenzaron a organizarse los trabajadores y trabajadoras allá por la mitad del siglo XIX, lo hicieron, entre bastantes razones, por sentir una profunda aversión hacia los partidos políticos, en modo especial, hacia los que pomposamente se tildaban de obreristas. Del Anarquismo habían aprendido que la política no es apostolado, sino ambición de frustrados sociales. Sostenían que todos los políticos, sin distinción, independientemente de sus buenas intenciones iniciales o de lo sinceras que pudieran parecer sus palabras, desde el Poder procederían de forma idéntica a la de los gobernantes abiertamente reaccionarios, terminando en la degradación. Así lo entendieron, y por eso uno de los objetivos que se fijó la CNT tras su creación fue la emancipación política integral de la clase obrera. Lo que no habían ni siquiera intentado los partidos "progresistas", como era sacar al pueblo de su atraso cultural o emanciparlo del caciquismo religioso, señorial y militar, se lo propuso la clase aparentemente más atrasada: LA CLASE TRABAJADORA.

Mucho ha llovido desde entonces y poco o nada ha cambiado en lo que se refiere al proceso de elección de quienes están llamados a no cumplir lo que han prometido.

Según las leyes elaboradas por los sociólogos de masas Friedericksen-Hoffmann, en una elección democrática y con urnas, siempre vence la candidatura más reaccionaria (Primer Principio de la Votación Secreta). Si por algún milagro de los cielos vence alguna candidatura más avanzada, en el transcurso de su mandato, se volverá reaccionaria (Segundo Principio de la Votación Secreta). Y si, de forma increíble, la candidatura progresista termina su período siéndolo, se puede estar seguro de que, en una nueva elección, no repetirá sus resultados y será relegada al tercero o cuarto lugar (Tercer Principio de la Votación Secreta)).

Como es evidente que el proceso electoral vigente no tiene fecha de extinción a muy corto plazo, tiempo tendremos de continuar hablando de este circo en posteriores ocasiones.

Desde la CNT de Bilbao y desde el comienzo de este proceso vasco, hemos aconsejado a los ciudadanos la práctica de la ABSTENCIÓN ACTIVA. Estamos seguros de que los que la hayan practicado ya nos lo han agradecido, y que los que hayan caído en la tentación del voto no tardarán en darnos la razón.

 

F.L. Bilbao