La movida libertaria de la resignación

Georges Henein Grup

  .
El autor desmonta las trampas de los "revolucionarios"
sin revolución y del reformismo adaptacionista
Muertos

Francisco Javier Ortiz Vargas

 

...Lo que deja, la sociedad transformada en espectáculo, es, cuando menos, un oscuro panorama para la acción contra el Estado...

 

La utopía en femenino (2)

Mujeres Libres de España 1936-1939

La utopía en femenino (1)

 

...el 2 de mayo de 1936, se publica el primer número de MUJERES LIBRES...

 

     

LA MOVIDA LIBERTARIA DE LA RESIGNACIÓN

Georges Henein Grup

 

Mi querido Fernand, acabo de leer vuestro curioso texto, titulado "Nulidad de una Movida Libertaria", escrito con la complicidad de un veterano payaso libertario llamado Roger Pierre. ¡Qué humor! ¡Qué frases! ¡Qué espíritus visionarios! ¡Qué talento! Ambos sois, seguramente, los nuevos trovadores de la escena libertaria... parisina.

Son 37 páginas de una escritura densa y, sin embargo, simplista; repletas de imágenes esquemáticas, de deslices controlados, de reivindicados escapismos; salpicadas de renuncias e ingenuidades y de una pretenciosidad más que irrisoria. Un hermoso libro, querido Fernand. Si tenéis la oportunidad de volver a la escuela, no os olvidéis de enseñar allí el valor redentor de la resignación.

En todo caso, se trata de una obra libertaria divertida y bien construida. Comienza con mucha fuerza, con un prólogo que enseña que "l + 1 =3 ", que "el capitalismo no está ni en su primera ni en su última crisis; que la actual (cuál?) tiene "pocas posibilidades de ser más (o menos) importante que las del pasado o del futuro", y que los libertarios deberían de unirse, pues son pocos pero fuertes; y que unidos se es más fuerte para soportar un mundo que sí es el más fuerte. Este prólogo termina con preguntas muy divertidas: "¿Merece la revolución que por ella se maten los libertarios entre sí? " "¿Se resume el Capitalismo en unos cuantos burgueses, unos cuantos patrones, militares ... ? " "¿Cómo entenderse con los no libertarios? ".

El segundo capítulo, bajo el epígrafe "Unidad: sobre qué bases", comienza también con mucha fuerza, narrándonos episodios de la lucha histórica del anarquismo desde Kronstadt hasta Barcelona, pasando por la Sorbona, ¡estupendo! Una página más y nos contáis hasta la historia del big-bang. Más adelante os dedicáis a contar la vida y milagros de ciertos corpúsculos, que en algunas ciudades, como en París, aparecen bajo las denominaciones de "orgas" y otros grupos y grupúsculos o ramilletes esencialmente libertoides. Y así vais pasando lista hasta llegar a los que forman parte de la caravana anticapitalista, como los squats y los noviolentos consumidores de productos bio. Pienso, en este punto, que habéis caído en ciertos olvidos al no nombrar a la banda de Bonnot, los GARI, los situs (situacionistas) y, porqué no, al anarcosindicalista José Bové, el padre Biondel y la Coordinadora de Mujeres Sabias, De este modo, nos explicáis que los libertarios estamos divididos a causa de 'jefecillos sin grupo y de discusiones de capilla", para terminar proponiendo la siguiente solución: "el anarquismo social". Luego comenzáis, entre lágrimas y desgarrones, a exponer un plan de sabotaje contra la anarquía en esta sociedad capitalista, que hace ya al menos cinco años que entró en la escena libertaria parisina.

En fin, os resumo vuestro "proyecto libertario para el S.XXI", para los sico-rígidos que, como su nombre indica, no tienen ni pizca de sentido de humor. Así vuestro panfleto es, en el fondo, una sarcástica llamada a todos los libertarios (con exclusión de jefes, sico-rigidos, dogmáticos, portaequipajes, autónomos de quienes conviene alejarse como de la peste) y no libertarios que acepten adherirse a las ideas libertarías para crear una "alternativa al capitalismo

Por ello, nada de revolución sangrienta: se experimentarán, sin duda con permiso del Capitalismo (pues parece indestructible y para siempre), espacios de libertad y hasta una sociedad libertaria. Pero, atención: ésta deberá antes ser "largamente discutida, elaborada, perfilada y experimentada durante mucho tiempo, tanto en sus grandes líneas, como en sus pequeños detalles" antes de proponérsela a este buen pueblo deformado y descerebrado, al que definís, bajo un envoltorio celiniano, como "esa absoluta ciénaga que proviene de una especie humana sólidamente instalada en un equilibrio neurótico ". Todo ello sin odios ni violencias, ¡por que la sangre es bárbara! [...]

Tampoco me resisto al humilde placer de citar el siguiente texto: "soñar con las barricadas y con la guerra civil es lamentable "; "es totalmente estúpido creer o dejar creer que vamos a rehacer el mundo en tres días.. "; "Hay que tener el valor de decirlo: el Capitalismo es un sistema social y societario de extrema complejidad. Sus víctimas, por innumerables que sean, ni están unidas ni demandan un cambio social radical, sobre todo si ese cambio tiene la impronta del aventurerismo revolucionario ". Esto ya no es de Céline, sino de Souchon.

Como anarcosindicalista crónico y dogmático incurable, no me resisto a señalar el olvido de dos conceptos, tal vez menores, pero que hubieran, según creo, enriquecido vuestro trabajo: la Anarquía y la Revolución [...].

La revolución es la ruptura. Ser revolucionario es concebir que este mundo no se reforma, que hay que destruirlo, si queremos construir uno nuevo basado en la justicia, en la solidaridad, en la alegría, en la dignidad y en la libertad. Ser revolucionario es, sobre todo, saber constatar lo siguiente: este mundo de dominación jamás abandonará por sí solo el poder. Jamás aceptará un mundo sin poder, pues su razón de ser, su estructura, su funcionamiento y su supervivencia están basados en la explotación por el poder. Ser revolucionario no es soñar con la sangre, es querer destruir el capitalismo y saber que él utilizará todas sus armas para defenderse [...].

Quizás me falte algo de humor o de imaginación, pero vuestra necesaria "redefinición de una propuesta revolucionaria creíble" me parece simplemente el abandono de toda revolución. Pensad que ser revolucionario es, antes que nada, no ser un derrotista.

En cuanto a la anarquía, parecéis tener una idea bastante vaga, esquemática e imprecisa. Sólo se puede estar de acuerdo cuando habláis de "un combate permanente contra todas las formas de opresión... por la libertad de todos y de cada uno... por la igualdad económica y social... la socialización de los medios de producción... la autogestión generalizada... la abolición de las fronteras, de los ejércitos, de las prisiones y de la policía". Pero la anarquía es, sobre todo, la negación de someterse, la negación de tomar o de dar un poder cualquiera. Es la sed de libertad en la solidaridad.

Si hubierais conocido a algunos anarquistas, jamás hubierais imaginado la posibilidad de preparar entre elites libertarías una revolución pacifista para un pueblo "de embrutecidos y vendidos". ¿Y qué podemos pensar sobre vuestra idea de "desarrollar el máximo consenso con la mayor cantidad de gente ", cuando esa mayor cantidad de gente no es en absoluto libertaria, puesto que vosotros mismos, con optimismo desbordante, consideráis que "los anarquistas nunca serán mayoritarios la sociedad"?

Es cierto, y lo repetís constantemente, los anarquistas no son mayoría en esta sociedad capitalista: si fuera al contrario, esta sociedad no sería capitalista. Pero cuando no nos dejamos abatir por este nuevo existencialismo, todavía hay deseos diferentes de los de intentar existir a toda costa en mundo capitalista. La solución no es buscar un consenso con todos aquellos que no comparten los principios del anarquismo, haciendo creer que, de golpe, van a defenderlos con nosotros.

En cuanto a la teoría del máximo consenso, podemos apostar que no tendrá nada de proyecto libertario. ¿Por qué, entonces, esa llamada a la unidad sino para intentar llenar ese espacio formidable, dejado a la izquierda por ese giro a la derecha experimentado por todos los partidos políticos, y que sería susceptible de ser ocupado , en virtud de ese consenso, por todo lo que sea vagamente crítico con la sociedad actual? Así vuestro consenso debe de estar del lado de la Confederación de Brazos Caídos (ATTAC, Bové y demás colegas) [...].

En fin, con este libelo. proponéis la gran cagada libertaria de los últimos años, pues venís a confundir imagen y realidad, manifa parisina y lucha social, publicidad mediática y acontecer histórico, para terminar dando una imagen de la anarquía integrada y modelada en función de un poder que os dicta los límites.

¡Cuidado, Fernand, que la televisión os acecha! Que en estos tiempos de muda pasión el poder necesita payasos como vosotros. ¿Fumáis ya la pipa?

 

Extraído de Combat Syndicaliste mayo-junio 2001

http://cnt-ait.info