Alrededor de doce mil mineros llegaron al mediodía de ayer 7 de junio a la ciudad de La Paz, donde decidieron quedarse hasta que el gobierno apruebe un fondo de reactivación para el sector. Ellos piden 100 millones de dólares, caso contrario amenazan con movilizaciones y bloqueos cotidianos.

Los mineros cooperativistas provenientes de los campamentos mineros en el altiplano y que partieron de la ciudad de Oruro el pasado 5 de junio, aceleraron el paso para evitar la represión policial Trabajadores de unas 500 cooperativas mineras, hombres y mujeres vestidos con ropa gruesa ingresaron a la ciudad de La Paz, muchos de ellos luciendo el característico "guardatojo" o casco. Los mineros volvieron a ser protagonistas de una multitudinaria marcha, 15 años después del cerco de Calamarca cuando estuvieron a punto de derrocar al gobierno y acabar con el capitalismo. Al igual que en 1986, se calculó en 12.000 los mineros que ingresaron sorpresivamente a La Paz la mañana de ayer.

Cada cien metros hacían estallar estruendosos cachorros de dinamita. "Hemos llegado a La Paz, tal como hicimos el compromiso en 1985, cuando dijimos que los mineros volveremos, ahora estamos dispuestos a quedarnos hasta que seamos atendidos", precisó Cresencio Huanca, dirigente sindical. Efectivos de la Policía Carretera incautaron ayer, 141 cartuchos de dinamita que eran transportados en una caja dentro un vehículo de propiedad de la Cooperativa Minera Villa Imperial. Entre sus demandas exigen 100 millones de dólares de financiamiento para reactivar las 514 cooperativas mineras de todo el país. Ellas aglutinan a 50.000 cooperativistas y dan de comer a 300.000 personas. Producen estaño, plata, wolfrang, oro: el 35 por ciento de las exportaciones mineras del país.

Además, quieren nuevas áreas de explotación y un trato similar a las ventajas que el gobierno da a las multinacionales, un impuesto único, diamantinas, almacenes y repuestos de Comibol, electrificación en los centros mineros, equipos y maquinarias del ex Banco Minero, un decreto supremo para la comercialización de los minerales. Infraestructura carretera, viviendas, seguro social a corto y largo plazo, condonación de las deudas, reposición del Ministerio de Minería. Participación en el directorio de Comibol.

A lo largo de la marcha de protesta, los mineros convocaron a la población a unirse a la lucha; contra este gobierno corrupto y explotador. Miles de mineros con sus esposas caminaban lentamente mientras reclamaban la prometida reactivación minera. En horas de la mañana de hoy 8 de junio, los mineros volvieron a salir en marcha de protesta por el centro de la ciudad, pero esta vez tomaron el edificio del palacio de justicia, el cual dinamitaron. Mientras otro grupo de mineros intento ingresar al Hotel Presidente (cinco estrellas) para ajustar cuentas con altos oficiales policiales. El grueso de la marcha intento llegar al palacio de gobierno, siendo brutalmente reprimidos por las hordas policiales. El saldo es de dos mineros gravemente heridos, uno perdió el pie y otro la mano, asimismo decenas de detenidos. En estos momentos el enfrentamiento es duro y los mineros han logrado hacer retroceder a la policía.

Paralelamente y desde hace varios meses, miles de pequeños prestatarios realizan manifestaciones de protesta diarias exigiendo la condonación total de sus deudas bancarias, acusan a las entidades financieras de usura y al gobierno de favorecer a los ricos con ventajas crediticias. Asimismo, el día de ayer 7 de junio se ha iniciado un bloqueo general de carreteras. Un total de mil camiones de alto tonelaje iniciaron ayer el bloqueo de las principales rutas de exportación que unen a Bolivia con Chile, Perú y Brasil, cantidad que se triplicará en los próximos días, según informe oficial de la Cámara Boliviana de Transporte (CBT).

Los transportistas permitirán el tránsito de los vehículos livianos y flotas hasta este sábado, para el domingo tienen previsto el cierre del paso a todo tipo de motorizados y mantendrán firme el paro indefinido hasta que el gobierno atienda los 13 puntos de su pliego petitorio.