FOUCAULT, UN INTELECTUAL DE DERECHAS 

 

Leyendo el número de mayo de este mismo diario Nº 267 de mayo/2001. Sección "Buecando el Norte", no pude dejar de sorprenderme, y decepcionarme al descubrir un titular donde se decía: Pensar con Foucault.

El artículo quería ser una reflexión sobre las nuevas formas de poder que existen en la actualidad que nos prohiben e inculcan unas determinadas formas de actuación y discrimina como desviadas aquellas que no estén dentro de esta norma.

Me sorprende que una persona que escribe en un diario libertario incluya un artículo para hablar sobre el poder, del cual como cualquier persona anarquista estoy totalmente en contra, utilice una autor que en sus obras ha definido el poder como positivo, y que incluso nos predestina a una sociedad donde todo son relaciones de poder y donde no hay alternativa.

De hecho, el poder produce; produce realidad; produce ámbitos de objetos y rituales de verdad. El individuo y el conocimiento que de él se puede obtener corresponden a esta producción. (Cita de su obra Vigilar y Castigar)

Siguiendo los consejos del buen Foucault, no sería necesario luchar porque nunca ibamos a conseguir una sociedad libertaria e igualitaria, porque por mucho que nos esforcemos y luchemos, todo siempre acaba siendo una relación de poder.

Me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre Foucault (aunque se podría hacer de muchos otros autores "mal ulitizados" por la gente alternativa). Y es que a este autor se le suele identificar como un líder del mayo del 68, hay quien, incluso ha dicho que estuvo tirando piedras en las calles de París. Si leyesemos la biografía que Didier Eribon le escribió, veríamos cómo la forma de participar de Foucault en el mayo del 68, fue precisamente elaborando con el gobierno de derechas de Gaulle, la reforma universitaria contra la que se levantaron los y las estudiantes del 68. La gente de derechas que como Fraga Iribarne se apoyaron en Foucault para atacar a la izquierda sabían lo que hacían; de hecho, el objetivo de Foucault era oponerse a toda reflexión de izquierdas como él dice, por ejemplo, en su libro Les mots et les choses.

¿Cómo podemos pensar que Foucault es alternativo y nos hace pensar? su supuesto descubrimiento sobre las relaciones de poder, no ofrece alternativa alguna. Y si seguimos investigando podemos descubrir sus declaraciones en una entrevista con una feminista en la que nos ofrece su opinión sobre la despenalización del violación. Ya que siendo muy coherente con su pensamiento, afirma que todo son relaciones de poder, y entonces, una violación no es más que otro tipo de relación de poder que se da.

El concepto de poder, para Foucault, a diferencia de autores Chomsky, postula que no está localizado en el aparato del Estado sino por debajo de él, y a su lado, que no se construye a partir de la voluntad individual o colectiva, o de los intereses de algunos, sino que se construye y funciona a partir de poderes, entonces la persona es simplemente un efecto del poder, y que el poder es positivo. Chomsky, con el cual comparto la opinión, defiende que el poder está localizado en manos de grupos privilegiados y que por lo tanto es nuestro deber y responsabilidad, luchar para eliminar esta concentración de poder que los grupos privilegiados se han apropiado.

Para autores como Foucault, el simple hecho de imaginar otro sistema social de funcionamiento, sería aún parte del sistema. Al afirmar esto, renuncia a la teoría y a los discursos generales, porque también formarían parte del sistema que se quiere destruir. La consecuencia es clara, no se pueden cambiar las actuales instituciones porque el ofrecer otra alternativa también sería estar atrapados/as en la estructura dominante. Para él, hay que rechazar la idea humanista y moderna del bien común. Las apelaciones al bien del conjunto de la sociedad son las que han de ser más radicalmente perseguidas y destruidas, ya que son las que más mezquinamente albergan pretensiones de poder. Chomsky, en un debate con este autor, defendió que todas las personas puedan definir qué es aquello que encuentran justo y que el concepto de justicia quede desvinculado del concepto de poder. Como anarquista cuestiona la capacidad del Estado para definir exclusivamente la justicia y la legalidad, pero defiende la idea de un Estado que haga cumplir aquello que ha sido definido por los ciudadanos y las ciudadanas, por lo que las leyes que sean reproductoras de los intereses de los poderosos o del Estado, pero no de las masas, deben ser cuestionadas.

Debemos ser más serios y serias a la hora de hablar de temas que nos interesan como son las nuevas formas de manipulación y poder que está generando la actual sociedad de la información. Pere este análisis debemos hacerlo desde autores y autoras que nos ofrezcan una verdadera visión crítica (como la de Chomsky) y una alternativa, autores que nos movilicen y que no generen apatía y immovilismo.

 

Carme Garcia Yeste