El pasado viernes 15 de junio cinco antimilitaristas entraron en la empresa Sener (Bizkaia) para denunciar su implicación en la industria militar. Mientras tres de ellos revoloteaban disfrazados de aviones militares para bloquear a los guardas de seguridad, los otros dos se precipitaron por las escaleras de incendios de la empresa y se encadenaron a la barandilla al tiempo que extendían una pancarta de 9 metros con el lema "Sener, heriotza zeruan, kalitate handiko heriotza" ("Sener, la muerte en el cielo, muerte de alta calidad"). Los colectivos KEM-MOC de Bilbo, Getxo Antimilitarista y Hemen eta Munduan (plataforma del MRG en Euskal Herria) se hicieron responsables de esta acción directa no violenta que presenciaron numerosos medios de comunicación. La ertzaintza cortó las cadenas y sacó de la empresa a rastras a los dos antimilitaristas que fueron posteriormente identificados y puestos en libertad. Hace dos años los mismos colectivos antimilitaristas protagonizaron otra acción como la del viernes en la que 4 antimilitaristas fueron detenidos, acusados de usurpación, coacción y desobediencia y condenados por desobediencia a la autoridad al pago de 30.000 pesetas. Con la acción del viernes se quiere dejar bien claro a SENER (y de paso también a otras empresas como ITP, UNIÓN ESPAÑOLA DE EXPLOSIVOS, ASTRA, EXPAL, GAMESA, etc.) que la resistencia civil activa no va a ser detenida por detenciones, juicios ni condenas.

SENER ha facturado 6.500 millones de pesetas en el sector militar durante 1998, que corresponde al 55% de la facturación total de la empresa (a través de la construcción del nuevo misil anti-buque británico, diseño de un simulador de puntería para carros de combate, diseño de la adaptación y mejora de la capacidad de ataque del avión F/A-18 y diseño del turbo propulsor del avión de combate "Eurofighter" que fue estrenado ya en bombardeos a la población civil en Irak).