Saber sumar...

saber razonar

  

Eran los primeros coletazos del año 1996 cuando apareció en el tablón de anuncios un calendario laboral diseñado, como siempre, por la Dirección de SUESA. Haciendo una rápida suma de la distribución del tiempo, se comprobaba que ese calendario contenía 12 horas más que el límite anual que marcaba el convenio.

Desde la Sección Sindical de la CNT se realizó la oportuna reclamación y la respuesta de la Dirección no pudo ser más insólita: se habían añadido esas 12 horas porque en el año anterior, por un error, se habían trabajado en SUESA 12 horas menos.¡¡Pero cómo se puede tener tanto morro!!.

El habitual autoritarismo de la Dirección, junto a la inicial pasividad de la Inspección de Trabajo, hizo que el asunto se prolongase hasta el segundo semestre del año pero al final, desde la Sección Sindical de la CNT, se desmontó el chabacano argumento de la Dirección: ésta no se había percatado de que 1996 era un año bisiesto y que, además, debía descontar, según el convenio, cuatro horas respecto al año pasado, de ahí esa cifra de 12 horas de más.

Si triste resulta que nos intenten engañar de esa manera, más lamentable fue la actitud de la Inspección de Trabajo que únicamente se limitó a exigir que se suprimiesen esas 12 horas de más pero no quiso mojarse en el aspecto de aplicar un sanción a la Dirección por tratar de estafarnos. Con la llegada del año 2000 se elaboró un rocambolesco calendario. Según la Dirección, se nos imponía trabajar 215 días a razón de 7 horas y 52 minutos, es decir, 1691 horas y 20 minutos y, por otro lado, 7 días a razón de 8 horas, o , lo que es lo mismo, 56 horas.

Resumiendo, el calendario de SUESA establecía trabajar 222 días y un tiempo total por trabajador de 1747 horas y 20 minutos, cuando la jornada anual para ese año fijada en el convenio era de 1746 horas.

Nuevamente, la Sección Sindical de la CNT realiza la lógica reclamación y la Dirección inserta en el tablón de anuncios una contestación cuya comprensión resulta un pelín costosa, por no decir nula: EL LÍO MONTADO A CUENTA DEL CALENDARIO LABORAL "IMPUESTO" POR LA EMPRESA SE REDUCE AL REDONDEO APLICADO EN LA JORNADA DIARIA, YA QUE AL DIVIDIR LA JORNADA ANUAL POR EL TOTAL DE DÍAS DE TRABAJO SALÍA UNA CIFRA QUE ES 51,6 CENTÉSIMAS DE MINUTOS (AL HACER UNA REGLA DE TRES), POR LO TANTO, PARA BIEN O PARA MAL, EL CRITERIO QUE SE SIGUE ES REDONDEAR A 52 MINUTOS/DIA., EN DEFINITIVA Y SIGUIENDO UN CRITERIO MATEMÁTICO, SI ES UN DECIMAL POR ENCIMA DEL 5 SE REDONDEA HACIA ARRIBA Y SI HUBIERA SIDO INFERIOR A 5 SE REDONDEA HACIA ABAJO.

Tras leer esto la conclusión a la que se llega es que comprender a la Dirección de SUESA resulta tan complicado como conseguir que el Papa se declare ateo o que la Familia Real se ponga a trabajar. La discrepancia sobre el calendario laboral del año 2000 se ha mantenido hasta este mes de Junio.

¿Por qué se ha prolongado durante tantos meses algo tan claro?. Pues muy sencillo; por un lado, como principal responsable, ha estado la incapacidad de razonar de la Dirección, algo nada sorprendente, ya sabemos lo que puede dar de sí, no se le pueden pedir peras al olmo; por otro lado, debido al inicial pasotismo y dejadez de la Inspección de Trabajo, que ha llegado a rozar la prevaricación.

Este comportamiento hizo que la Sección Sindical de la CNT se pusiese en contacto con el Despacho del Jefe de la Inspección para exigir un mínimo de profesionalidad, es decir, seriedad y rigor a la hora de tratar una denuncia.

Así, más o menos, se ha hecho. La evidencia y la lógica aplastante han puesto las cosas en su sitio y la Dirección nos tiene que compensar esos 80 minutos. De cómo ha impuesto la Dirección la compensación de ese tiempo ya hablaremos otro día.

La Cúpula de SUESA parece continuar convencida de que su calendario era correcto, así se desprende del escrito que ha colocado hace poco en el tablón de anuncios, porque en ningún momento del texto reconoce que las cuentas no cuadraban.

Es una actitud preocupante de demencia crónica. Lo vamos a repetir por enésima vez: el proceso para la elaboración de un calendario pierde relevancia puesto que lo interesante es el resultado final.

Si los Prebostes de la Empresa quieren complicarse con redondeos de cifras, integrales, derivadas, logaritmos, física nuclear, teoremas moleculares, etc., es su problema, pero el tiempo total no puede superar al especificado en el convenio.

Es cuestión de saber sumar... y saber razonar, y aquí es donde falla la Dirección haciendo un alarde de incompetencia al no distinguir que 1746 horas no es lo mismo que 1747 horas y 20 minutos.

Hasta en el parvulario lo entienden.

 

Extraído de¡Aquí mando yo! Boletín de la Secc. Sind. de CNT en SUESA