¡Nosotr@s somos vida!

La máquina está avanzando, se está comiendo el aire y la lluvia, la máquina, que ha realizado el ser humano y que le está destruyendo.

Personas-máquina cogen sus máquinas-móviles para desplazarse al gran centro de fábricas. Una vez allí, se ponen junto a la máquina que realiza piezas para construir otra máquina. El reloj-máquina avisa de que es la hora. Atrás quedó otra jornada junto a compañer@s-máquina.

Los seres humanos no son máquinas, pero l@s explotadores desean convertir la vida en una máquina.

La complicidad de las asociaciones-máquina hace más dura la lucha por la vida. Pero la máquina no es sólo la explotación. La máquina es la apatía, el conformismo, la sofisticación, la insolidaridad, la falta de iniciativa y deseo... en definitiva, todo lo que hace que seas una máquina

vacía de sensibilidad.

Nosotr@s, l@s que todavía no nos hemos olvidado de llorar, l@s que día a día golpeamos a la máquina con todas nuestras fuerzas, l@s insurgentes, l@s que lo queremos todo y ya (pues a menos no se puede aspirar), nosotr@s, sí, nosotr@s, l@s que deseamos un cambio radical y no progresivo, porque lo que está siendo progresivo es la destrucción del sentimiento y de la lucha social, y no hay nada más radical que eso.

Nosotr@s, l@s loc@s, las lesbianas, l@s niñ@s, l@s mendig@s, y, en definitiva, tod@s l@s explotad@s con sangre en las venas(y no tornillos) hemos vuelto para destrozar la máquina con nuestros abrazos, y la única razón es que SOMOS VIDA Y NUNCA NOS HABÍAMOS IDO.

 

Iruña creadora