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R López
"Gallardón, ¡esto no es un botellón!" Con cán-
ticos como este, millares de jóvenes pasaban el
domingo día 14 de mayo a la Plaza de la Villa
de Madrid. El acto, que comenzó en la Puerta
del Sol con un pequeño equipo de megafonía,
por medio del cual pudimos escuchar las rei-
vindicaciones de todos/as los/as que quisie-
ron utilizar el micrófono, después de esperar a
los que aún no habían llegado, se dirigió des-
pués a la Plaza de las Cortes, (Congreso de los
Diputados) donde nos estaban esperando unos
cuantos policías. Durante aproximadamente
media hora, los manifestantes coreamos con-
signas como: "¿Qué pasa, qué pasa, que no te-
nemos casa!", "¡El capitalismo es terrorismo!"
o "¡Lo llaman democracia y no lo es!"
Lo que en Sol era una concentración, en las
Cortes se había convertido en una manifesta-
ción con los ingredientes necesarios como para
empezar a inquietar a las autoridades, que em-
pezaron a enviar más y más policía, policía
que si al principio se dedicó a ir cortando el
tráfico para dar paso a los manifestantes, mas
tarde se empleó en cruzar los furgones para
cortarles el paso. Algunos/as compañeros/as
propusieron ir a Cibeles y todas/os nos pusi-
mos es marcha. Conforme avanzaba la mani,
el número de manifestantes iba siendo cada vez
mayor, unos que seguían llegando y otras que
se iban sumando ante la actitud pacifica y
arrolladora de miles de personas que no deja-
ban de gritar consignas por el derecho a tener
un techo. Ahora la propuesta era ir a Gran Vía.
"¿Qué pasa, qué pasa? ¡Que no tenemos casa!"
Si alguien desconocía los motivos de la protes-
ta, al instante no le quedaba ninguna duda.
En Gran Vía la parada fue espectacular, a los
sones de una animadísima charanga, se mez-
claron los bailes con las consignas que sin des-
mayo gritaba una multitud enfebrecida, por
el "derecho a un techo". A continuación, nos
dirigimos a Plaza de España. Tras nosotros se
acercaba otro numerosísimo grupo de mani-
festantes, con ellos venía las charangas que
se habían quedado bastante rezagados.
Cómo ya se había hecho costumbre, la pro-
puesta de marcha se volvieron a escuchar, "¡¡A
Moncloa, que regalan casas!!" A poco de ha-
bernos puesto en marcha, vimos cómo la ma-
dera montaba la barrera que nos haría desistir
en la visita a Moncloa, durante un espacio de
tiempo la indecisión se hizo dueña de la ca-
lle. Primero intentamos pasar por las aceras,
pero también nos cortaron el paso, fueron ins-
tantes de nervios, tan pronto hacíamos una
sentada, nos poníamos en pie y con las ma-
nos en alto gritábamos: "¡Estas son, nuestras
armas!". Una vez más la cordura demostró que
lo que menos convenía era caer en la provo-
cación de enfrentarnos con los guardianes de
la injusticia, y una vez más, el sentido común
despejó el camino y con silbidos y gestos de
mofa y desprecio nos dimos la vuelta.
Los que en ese momento criticaron la acti-
tud de las mayorías, que fueron muy pocos,
pronto reconocieron que era lo mejor.
Entre Bailen y Ferraz se formó un sonoro lío
debido al encuentro entre coches y manifes-
tantes, las protestas no dejaron de sonar, se
produjeron nuevas sentadas pero nadie perdió
la calma y los manifestantes continuaron su
camino hacia el Palacio Real. Se podía asegu-
rar, sin lugar a dudas, que los secretas viaja-
ban en el mismo compartimento porque la
madera llegaba a nuestro lugar de destino al
tiempo que lo hacíamos nosotros. Aunque lle-
gamos gritando: "¡¡este palacio lo vamos a ocu-
par!!" esta vez no pudo ser y con las mismas
nos dirigimos, (por la única salida que nos
quedaba) hacia los Jardines de Sabatíni, Pla-
za de Ópera, San Ginés y por fin, después de
pasar por las estrechas calles, atestadas de te-
rrazas llenas a rebosar de público al que invi-
tábamos a seguirnos al grito de "¡¡vosotros
también estáis hipotecados!!" o "¡¡qué pasa,
qué pasa, que no tenemos casa!!", a nuestro
siguiente destino: la Plaza Mayor. Y a quien di-
réis que nos encontramos en la plaza... allí es-
taban, esperándonos como de costumbre los
chicos de Rubalcaba. "¡¡Estas son nuestras ar-
mas!!", gritábamos. Nos despedimos de la po-
licía como ya se había hecho costumbre con
pitos, abucheo y desprecio, para dirigirnos a
nuestro siguiente destino. No es extraño que
algunos/as empezaran a abandonar, yo mismo
pensé que aquella manifestación no se termi-
naba nunca pero algo me empujaba a seguir y
pronto estuvimos en el mismísimo Ay-unta-
miento de Madrid, la Plaza de la Villa.
Reiteradamente se reclamó la presencia del
alcalde, pero lo de que están al servicio de los
ciudadanos, quedó claro: otra de sus menti-
ras. A esas horas es posible que sus especula-
ciones fueran por otra parte. Al igual que en
anteriores ocasiones, tuvimos que seguir, cru-
zando callejones, esta vez para dirigirnos al
final de una jornada llena de ilusiones. Otra vez
estábamos en la calle Bailén, pero ahora en
San Francisco el Grande, aquí también nos es-
peraba la madera, tanto tiempo debió ser mu-
cho para lo que están acostumbrados y
decidieron disolvernos. Nos recibieron a tiros,
tiros que pegaban al aire (les debió sensibili-
zar lo de: "¡¡vosotros también, estáis hipote-
cados!!" Hubo algunas carreras y algunos
porrazos, todo leve y no hubo ninguna de-
tención, cosa que yo mismo comprobé.
Esto ocurrió en Madrid. Pero no solo. En
casi todas las capitales de provincia de todo el
Estado se multiplicaron las movilizaciones. Y
confiemos en que no se trate de un espejismo,
que sea el germen de una lucha que nos afec-
ta a todos y a todas.
R. López es Secretario de Acción Sindical y
Social del sindicato de Construcción, Metal y
Madera de Madrid.
Contra el Plan Bolonia. Actos reivindicativos en el
campus de Leioa (Bizkaia) .......................................... 14
Si nos tocan a un
@
, nos tocan a tod
@
s.
Manifestación del 6 de mayo contra la represión ...... 15
Actualidad
cnt
n°324 junio 2006
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El pasado 14 de mayo se producían en toda España sentadas y movilizaciones por una
vivienda digna y para denunciar la especulación urbanística. CNT apoyó desde un
primer momento unas convocatorias vehiculadas a través de las nuevas tecnologías
(móviles, internet...) que buscaban dejar patente uno de los principales problemas por
los que atraviesa la ciudadanía de este país. Lo que sigue es una crónica de lo
sucedido en la movilización de Madrid.
Derecho a techo
Ecologistas en Acción-Sevilla
Para Ecologistas en Acción hay una serie de
sombras derivadas de la gestión del desas-
tre de Aznalcóllar que se centrarían en los
siguientes aspectos:
Incompatibilidad del Corredor Ecológico
Guadiamar con la pretensión de uso del
Guadiamar como canal de riego desde el em-
balse del Ágrio para abastecer los regadíos
ilegales de los Hatos que han venido son-
breexplotando el acuífero de Doñana. Se
premiaría de esta forma al infractor, alte-
rando un río que pretendía recuperar su ré-
gimen natural de inundaciones y estiajes. El
programa Doñana 2005 sería una buena
oportunidad para expropiar los Hatos en lu-
gar de llevarles agua desde el Guadiamar,
procediendo a la recuperación para Doñana
de esta zona de marisma transformada.
Otro lunar a destacar es el aumento de
la presión sobre el Guadiamar mediante la
autorización de actividades que se desarro-
llan en el Corredor Verde. La Junta que
prohibió con buen criterio todas las activi-
dades que no fueran de restauración y uso
público, ha empezado autorizando la ins-
talación de colmenas lo que puede ser el
primer paso para la autorización de activi-
dades ganaderas o de caza incompatibles
con la consecución de un corredor ecológi-
co, que no podemos olvidar mantiene im-
portantes niveles de contaminación residual
en sus suelos.
También la pretendida diversificación
económica de Aznalcóllar tiene sus sombras
ya que se está llevando al municipio em-
presas y proyectos altamente contaminantes
como la incineradora de neumáticos RMD.
Pero parra Ecologistas en Acción lo más
destacble sería que todo aquello parece que
nos sirvió de nada ya que la Junta ha au-
torizado una nueva mina "Cobre las Cruces"
que ha empezado los trabajos y que se va a
convertir en la mayor amenaza para el Me-
dio Ambiente de toda Andalucía, atentan-
do contra el acuífero Niebla-Posadas, reserva
de agua para el área metropolitana de Sevi-
lla, y vertiendo cantidades ingentes de me-
tales pesados al Guadalquivir con el visto
bueno de la Consejería de Medio Ambiente.
Ocho años después del vertido de Aznalcóllar Ecologistas en Acción refleja las
sombras sobre la gestión del mayor desastre ecológico y social sufrido en Andalucía.
Sombras sobre la gestión del mayor desastre
ecológico y social sufrido en Andalucía
Lo que en Sol era una concentración, en las Cortes
se había convertido en una manifestación con los
ingredientes necesarios como para empezar a
inquietar a las autoridades
Los manifestantes frente al Congreso de los Diputados.
/ R. LÓPEZ