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E. R. Rosell
Hace semanas que los teletipos de las agencias
no paran de escribir noticias sobre la gripe aviar.
Es el tema de moda en todos los medios de co-
municación porque, según ellos, un Apocalip-
sis podría estar muy cerca. España es el país de
Europa con más miedo al virus, según las en-
cuestas el 50% están convencidos que serán
víctimas de la gripe aviar. ¿Son ciertos estos te-
mores de pandemia que anuncian? ¿O hay algo
que no nos cuentan con tanto hincapié como
el catastrofismo del que nos quieren convencer?
En 1997, en Hong Kong, aparece el primer
brote de la gripe aviar con supuesto contagio a
humanos. La gripe aviar, a través del virus H5N1,
afectó tanto a pollos como a humanos siendo
hospitalizadas 18 personas y falleciendo 6. Aun-
que se sucedieron los casos de forma esporádi-
ca fue a partir de 2003 cuando se reactivaron
los casos en Asia. Desde aquel año se han ido
sucediendo casos de contagio en humanos, fun-
damentalmente en países asiáticos, y se han
sacrificado más de 150 millones de aves.
El virus más mortífero de la gripe aviar, la
variante H5N1, apareció inicialmente entre las
crías de aves de granjas industriales asiáticas
donde el confinamiento es masivo y el caldo de
cultivo para la propagación del virus es más fa-
vorable que en una granja de pequeño tamaño
(o familiar). Según afirma un reciente informe
de la ONG Grain, el transporte de estas aves en
barco o avión facilitó que el virus se propagara
a otros países. El informe viene a decir que
cuando en estas últimas semanas intentan cul-
par a las aves migratorias salvajes de la propa-
gación del virus, en realidad ha sido el propio
afán de explotación del negocio de las aves in-
dustriales el que lo ha propagado.
Haciendo un recuento hasta la fecha, en
poco más de ocho años, el virus de la gripe aviar
en humanos se ha cobrado 67 muertos en todo
el mundo. Si comparamos estos datos con los
que ocasionan la gripe común cada año en Es-
tados Unidos, con 200.000 casos de hospitali-
zación y 36.000 muertes, seguro que nos
parecen cifras ridículas para tanto pánico. En-
tonces ¿por qué tanta exageración?
La confabulación de la gripe aviar.
En octubre del año pasado se empiezan a suce-
der noticias de que aparecen aves muertas en
diversos países de Europa. Los análisis confirman
que las muertes se deben a la gripe aviar, aun-
que ninguno de los casos pertenece a la variante
H5N1 (la que supuestamente es más mortífera).
A pesar de esto, los medios de comunicación
comienzan a causar inquietud en la opinión pú-
blica y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
publica el 14 de octubre de 2005 un decálogo
para explicar los supuestos peligros de una pre-
visible pandemia por gripe aviar.
A finales del mes de octubre el tema deja de
tener interés para los medios de comunicación
hasta que el día 2 de noviembre el presidente
norteamericano, George Bush, visita el Institu-
to Nacional de Salud en Bethesda (Maryland,
EE.UU.) y allí lanza el anzuelo. En su discurso
vaticina los efectos que podría causar la gripe
aviar en Norteamérica: la friolera de ¡dos mi-
llones de muertos! y comunica la aprobación
de una partida presupuestaria de 7.100 millo-
nes de dólares para planes de prevención y ad-
quisición de medicamentos. Entre las medidas
de momento estaría comprar 20 millones de do-
sis de Tamiflu, el fármaco indicado por la OMS
para luchar contra la gripe aviar, por un total
de dos mil millones de dólares.
Unos días después, entre los días 7 y 8 de
noviembre, la OMS afirma en una convención a
través de su director general que "no sabemos
cuando, pero sí qué va a ocurrir una pandemia
entre humanos". Se habla de que "la pandemia
es cuestión de semanas o meses", y calcando el
guión de Bush anuncia que se temen "millones
de muertos". En una estimación "conservadora"
la OMS maneja una cifra de entre 2 y 7,4 mi-
llones de muertos. También se hace referencia
a que "la pandemia podría destruir el sistema
económico en el que vivimos".
Y ahora empiezan las casualidades. Aquel
acto de la OMS fue financiado por el Banco Mun-
dial, el cual es presidido por Paul Wolfowitz, el
que fuese hasta hace unos meses número dos
del Departamento de Defensa del gobierno de los
Estados Unidos. Curiosamente, el Tamiflu es pro-
piedad de la empresa biotecnológica Gilead
Sciences donde es un importante accionista Do-
nald Rumsfeld, el actual Secretario de Estado
de Defensa de EE.UU. (esto es, el que fuera jefe
de Wolfowitz). Desde 1997 hasta enero de 2001
Rumsfeld ejerció de presidente del consejo de ad-
ministración de Gilead Sciences. En 2001 aban-
dona su cargo en la empresa porque forma parte
del gobierno estadounidense pero, eso sí, nun-
ca se desprendió de los 5 millones de acciones
que, se estima, posee actualmente en dicha em-
presa. Pocos días antes del discurso de Bush en
Bethesda y ante el escándalo que se podía ave-
cinar, el Pentágono hizo un comunicado para in-
formar que el secretario de defensa Donald
Rumsfeld se abstenía de participar en las deci-
siones de gobierno relacionadas a los medica-
mentos para prevenir o tratar la gripe aviar
siempre que afectase a Gilead Sciences. Rums-
feld argumenta que no puede vender las accio-
nes porque sus abogados le han sugerido que no
lo haga, porque de hacerlo podría ser acusado
de información privilegiada. Sin embargo, unos
meses antes, en junio pasado, el Pentágono (di-
rigido por Donald Rumsfeld) ya había realizado
un pedido de 58 millones de dólares del fárma-
co Tamiflu para el "tratamiento" de tropas nor-
teamericanas que están en el extranjero.
En realidad no era necesario que Rumsfeld
tomara más decisiones puesto que Bush y su
amigo Wolfowitz ya estaban preparando los mo-
vimientos más adecuados para que la acción si-
guiera subiendo a la par que sus beneficios.
Desde que Bush habló las acciones se han re-
valorizado casi un 50%. El negocio es suculen-
to puesto que desde que la OMS aconsejó el
Tamiflu como remedio baladí contra la gripe
aviar en humanos se han recibido peticiones
millonarias de dicho fármaco.
Por lo tanto podemos concluir hasta el mo-
mento que las exageraciones de Bush y la OMS,
a través de la convención organizada por Wol-
fowitz, tenían como objetivo alarmar al mun-
do para así aumentar la venta del Tamiflu, de
la cual Rumsfeld y algunos otros van a salir
muy beneficiados. Como casualidad añadir que
George Shultz, Secretario de Estado con Ronald
Reagan, y la esposa del ex gobernador de Cali-
fornia, también son miembros del consejo de ad-
ministración de Gilead.
El 20 de noviembre pasado el secretario de
Salud estadounidense, Mike Leavitt, dice que
"EE.UU. no está preparado para una pandemia
de gripe, al carecer de la capacidad necesaria
para fabricar 300 millones de dosis de vacunas
para los tres o cinco próximos años". El prime-
ro de marzo el gobierno estadounidense com-
pra más Tamiflu para aumentar las reservas
actuales de la droga, que pasa del tratamiento
para 5 millones de personas a casi 13 millones
más. El objetivo del gobierno norteamericano es
cubrir a un cuarto de la población y espera que
todos los estados que componen el país com-
José Couso. La Audiencia Nacional archiva
la causa por su muerte ................................................ 14
Madrid: los parquímetros o
la imposición como norma
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Actualidad
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n°322 abril 2006
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Cuando en estas últimas semanas intentan culpar
a las aves migratorias salvajes de la propagación
del virus, en realidad ha sido el propio afán de
explotación del negocio de las aves industriales el
que lo ha propagado
El negocio oscuro
de la gripe aviar
Hace semanas que los teletipos de las agencias no paran de escribir noticias sobre la
gripe aviar. Es el tema de moda en todos los medios de comunicación porque, según
ellos, un Apocalipsis podría estar muy cerca. España es el país de Europa con más
miedo al virus, según las encuestas el 50% están convencidos que serán víctimas de la
gripe aviar. ¿Son ciertos estos temores de pandemia que anuncian? ¿O hay algo que no
nos cuentan con tanto hincapié como el catastrofismo del que nos quieren convencer?
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Gripe Aviar
Los medios de comunicación insisten en la proximidad de una pandemia inevitable.
/ AGENCIAS