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CNT - Barcelona
Hace aproximadamente un mes, un numero-
so grupo de trabajadores y trabajadoras del
Centro Logístico de Mercadona acuden al Sin-
dicato de Oficios Varios de Barcelona de CNT-
AIT. En un principio quieren asesorarse sobre
cómo poder hacer frente a las múltiples irre-
gularidades.
La situación de extrema explotación labo-
ral; fomentada por un Convenio Colectivo de
Empresa firmado por UGT y el Sindicato In-
dependiente de Mercadona, "sindicatos" com-
puestos en la empresa únicamente por
delegados sindicales que -a la vez- ocupan
cargos de dirección en la Empresa.
La actitud caciquil, racista, xenófoba y pre-
potente de la directiva del Centro Logístico
ha provocado una situación de conflictividad
límite en el seno del colectivo de trabajado-
res de Mercadona.
CNT lleva ya un buen tiempo de lucha por
el respeto de los derechos de los trabajadores
en la Empresa, así como por su dignidad. De-
bido a esa lucha, grupos de trabajadores de
Mercadona se han ido acercando al Sindicato
al ser CNT un referente de lucha, compromi-
so y dignidad obrera.
La Sección Sindical de CNT-AIT en el Cen-
tro Logístico de Mercadona (Cataluña), un
conjunto de almacenes con una plantilla su-
perior a 2000 empleados y empleadas, tiene
ya presencia con delegados y delegadas sin-
dicales en todos los turnos y almacenes; ade-
más de ser ya la Sección Sindical en el cen-
tro de trabajo con la mayor afiliación.
La actividad llevada a cabo ha sido la in-
formación constante y rigurosa, a pesar de la
represión patronal, hacia el resto de trabaja-
dores. Colgando informaciones en los tablones
de anuncios, aprovechando la media hora de
descanso (que, según el convenio de Merca-
dona no es trabajo efectivo y por tanto no re-
munerada) para explicar las propuestas de CNT
a los problemas en el trabajo. O acciones como
el reparto de octavillas en las paradas de au-
tobuses que salen desde Barcelona hacia Sant
Sadurní d'Anoia, para llevar hasta allí la plan-
tilla de trabajadores.
La represión sindical no tardó en aparecer,
y se coaccionó al conjunto de trabajadores
para no afiliarse a CNT. Debido a la clara de-
terminación de los trabajadores de luchar por
sus derechos, la directiva cambia de táctica y
empieza por sancionar al Secretario General de
la Sección Sindical, y posteriormente despe-
dir a 4 compañeros militantes más.
La CNT recuerda que la Libertad Sindical no
es un hecho hasta que se ejerza, por mucho
que la Ley pueda defenderla. Y por eso la
anarcosindical luchará por la readmisión de
los despedidos, la retirada de sanciones y el
respeto al libre ejercicio sindical de los dele-
gados de la Sección Sindical.
El Sindicato de Oficios Varios de Barcelona
anuncia en breve acciones de protesta, y pe-
dimos el apoyo del resto de sindicatos de la
Organización.
En breve se abrirá la Caja de Resistencia,
y se anunciaran medidas de protesta concre-
tas. Pero toda acción en solidaridad será bien
recibida y también agradecida.
CNT-Córdoba
Pero después de la negociación con la empre-
sa que estos cortaron sin llegar a ninguna so-
lución y de ver como han ido aflorando
continuamente casos de despidos injustifica-
dos y de represalias contra trabajadores que
reivindican sus derechos laborales, nos hemos
dado cuenta de que se trata de una política
de empresa calculada desde la dirección y con
el objetivo preciso de crear el concepto de lo
que tiene que ser un trabajador de MERCA-
DONA: un trabajador que no protesta, que tie-
ne que estar dispuesto a trabajar siempre más
sin rechistar, que tiene que estar contento
por obligación y que nunca se pone enfermo.
Lo que al parecer es una red de "encarga-
dos" explotadores no puede ser algo casual. En
todos los puntos del estado se reproduce la
misma situación. Trabajadores que durante
años no han tenido ningún problema con la
empresa, e incluso que han sido felicitados
por su trabajo, terminan siendo despedidos
cuando tienen una incapacidad temporal de
cualquier clase. Sistemáticamente se les hos-
tiga para que vuelvan a trabajar, se les ame-
naza con que no ascenderán de categoría
aunque les corresponda o con el despido. Se
les obliga a ir a trabajar aunque estén enfer-
mos. Se les persigue y vigila. Finalmente, se
les despide con acusaciones de que "fingen
su enfermedad", de que han robado dinero de
la empresa. Y todo esto se hace a través de la
figura de los encargados, que son los que con-
trolan exhaustivamente la vida de sus traba-
jadores, incluidas sus vidas personales. Los
trabajadores tienen que soportar la presión
psicológica a la que son sometidos, los insul-
tos y las descalificaciones. "Los trabajadores
que están de baja laboral, si no pueden rea-
lizar su tarea habitual, tienen que trabajar en
otra cosa, donde no pueden estar es en su
casa", nos dijo un representante de la em-
presa durante la negociación. No es sólo esto,
sino que cuando alguien tiene algún proble-
ma de salud ya no le quieren en la empresa.
De manera que en esta empresa se dan si-
multáneamente dos situaciones que podrían
parecer contradictorias. Por un lado, a los tra-
bajadores se les hace un contrato fijo, se les
paga correctamente el salario y se genera una
imagen pública a través de la propaganda (la
que aparece en los medios de comunicación,
que paga directamente la empresa o la que
aparece como "información" acerca de la mis-
ma, e incluso en muchos casos la que dan los
trabajadores directamente a los clientes) de
que las condiciones laborales son dignas. Y
por otro, al mismo tiempo, dentro de las tien-
das y lejos de cualquier publicidad, el trato que
se da a los trabajadores es otro muy distinto.
A los trabajadores se les hace creer que tie-
nen que estar agradecidos a la empresa que les
ha contratado; se les dice continuamente que
su situación es privilegiada respecto al resto
de trabajadores del comercio SÓLO por el he-
cho de tener un contrato fijo. Una vez asumida
esta conciencia, el trabajador "contento" tie-
ne que mejorar continuamente (lo que se eva-
lúa mediante cuestionarios que a través del
menoscabo de la autoestima del trabajador, le
hacen creer que no se esfuerza lo suficiente,
que puede hacerlo mejor), acepta unos ritmos
de trabajo cada vez más elevados, acepta ser
polivalente y no ponerse enfermo jamás. Ac-
tuar en otro sentido es una ofensa a la em-
presa. Un síntoma de desagradecimiento. Un
síntoma de que esa persona no MERECE estar
en MERCADONA. Una traición.
La explotación laboral en la actualidad es
general. Detrás de los planes de la adminis-
tración para reducir la siniestralidad laboral
o la precariedad, detrás de los medios de co-
municación que tocan con guante blanco es-
tas cuestiones, parece que hay una cortina
invisible que separa lo que ocurre de lo que
NOS GUSTARÍA QUE OCURRIERA. Vivimos en
un estado aparentemente moderno, aparen-
temente democrático, aparentemente ampa-
rado por el derecho. Y aunque todos sabemos
que no es así, QUEREMOS CREER que lo es. Mi-
ramos los muertos en los tajos, la competiti-
vidad cruel, los contratos basura, los sueldos
miserables, los horarios interminables, los
acosos (sexuales y no sexuales), la reducción
permanente de los derechos laborales, el tra-
to a los inmigrantes; pero no los vemos. Nos
quedamos con eso de que el trabajo está muy
"mal" y se acabó. Pero los trabajadores, como
consumidores, tenemos una gran responsa-
bilidad hacia lo que compramos, puesto que
cuando actuamos como clientes, aquellos a
los que tenemos enfrente son también tra-
bajadores como nosotros; no son "la empre-
sa", sino personas que están siendo
explotadas y maltratadas mientras que noso-
tros compramos allí. Y cuando se denuncia
una situación como esta de MERCADONA, al
ser sus clientes nos convertimos en cómpli-
ces de lo que está pasando.
Para algunos hablar de explotación será
una exageración, y nos llamarán catastrofis-
tas y trasnochados. A otros más cínicos (o
más interesados en mantener la situación ac-
tual, ya sea desde los empresarios o desde los
sindicatos oficiales) les parecerá demagogia.
Pero a los que la sufren en sus carnes proba-
blemente les parecerá poco llamarla así. En
cada sector la explotación tiene sus particu-
laridades y como siempre, depende del tama-
ño de las empresas, del número de
trabajadores, del tipo de actividad. Pero la ex-
plotación que ejerce MERCADONA utiliza mé-
todos refinados para acorralar al trabajador,
culpabilizarle, controlarle y programarle men-
talmente para que soporte cualquier cosa,
todo porque tiene que estar agradecido.
Es una segunda cara de la precariedad. Tras
una fachada de contratos fijos se esconden
unas condiciones de trabajo pésimas. Una to-
tal falta de respeto a las personas. Un círcu-
lo de culpabilización, miedo y represión.
Con toda seguridad MERCADONA no es la
única empresa que hace esto. Por ello tene-
mos que actuar en contra de estas prácticas
allí donde se produzcan. Como trabajadores
tenemos que denunciarlas y como consumi-
dores, actuar en consecuencia para no cola-
borar con las empresas que las practican.
cnt
n°322 abril 2006
Sindical-laboral
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Siervos de Mercadona
La CNT comenzó a reivindicar la readmisión de una trabajadora de MERCADONA
despedida en Adra y después de varios trabajadores en la provincia de Huelva hace algo
más de un año. En aquel momento no sabíamos el alcance de la situación que se estaba
dando en la empresa. Todos ellos habían sido despedidos de forma injusta, con
argumentos que la empresa después no ha probado. Pensábamos que podía ser una
situación local, generada por la actuación caciquil de algunos encargados de tienda.
Tras una fachada de contratos fijos se esconden
unas condiciones de trabajo pésimas. Una total
falta de respeto a las personas
CNT crea la Sección Sindical con
mayor afiliación en el Centro
Logístico de Cataluña
El Centro Logístico, ubicado en Sant Sadurní d'Anoia, abastece todo el género de los
supermercados Mercadona de Cataluña y tiene una plantilla superior a 2.000 personas.
Concentración de protesta frente a un establecimiento de Mercadona.
/ CNT PUERTOLLANO