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XLR
Militante de CNT - Tenerife
E
sta asociación (AMHA) se formó a
instancias del afán de algunas
personas, familiares de represa-
liados por los fascistas desde el
golpe de Estado del 18 de julio en
el municipio de Arucas, que querían sacar a
la luz unos hechos sangrientos ocultados du-
rante más de 60 años. 25 grandes paneles ex-
plicativos relatan la historia de hombres y
mujeres antifascistas mediante fotos, docu-
mentos, testimonios, destacando las cartas
redactadas en las horas previas a la muerte
anunciada, así como los recuerdos de quienes
con pocos años fueron testigos de la barba-
rie franquista en el cuerpo de su padre, ma-
dre, hermano o hermana, vecindario, etc.
Como primer acto de las Jornadas se in-
vitó a tres mujeres, núcleo central de la
AMHA: Pino Sosa, hija de un militante so-
cialista, Balbina Sosa, de un compañero de
la Federación Obrera de Arucas, y Saro Suá-
rez, hija de un diputado del Frente Popular
por Canarias y filiación comunista. Su char-
la se desarrolló en medio de un silencio to-
tal, sobrecogiendo con su relato al público
asistente, parte del cual no pudo contener
las lágrimas.
Con anterioridad mantuvimos una peque-
ña conversación con ellas, más informal que
entrevista, pero que puede servir para dar
una idea de las dificultades que iniciativas
como la suya encuentran en Canarias, y por
extensión en toda la Región española, la ar-
gentina, chilena y cualquier otra donde los
totalitarismos han dejado su huella san-
grienta.
¿Cómo surgió la idea de formar la AMHA?
Ya desde siempre tuve en mente (nos dice
Pino) el saber lo que le había sucedido a mi
padre. En el año 78 salí concejal en Arucas
por el PSOE y al año siguiente planteé en un
pleno mi deseo de que se abrieran los pozos
en los que se habían arrojado a las personas
represaliadas por los franquistas. Mis compa-
ñeros de partido me decían que si estaba loca
por tan siquiera mencionar este tema en ple-
na transición, pero yo seguí adelante y lo lle-
vé al pleno. Tendríais que ver la cara que
pusieron los de la derecha. El 23-F vino a en-
friar todo el tema, al igual, aunque de forma
distinta, el daño y el temor que a mi madre
le causaba mi búsqueda. Ella murió en el 85.
A partir de aquí, y con el impulso de la pu-
blicación de un libro de Juan Medina Sana-
bria, donde aparecía mi padre en la relación
de represaliados, nos pusimos manos a la obra
mi prima, yo y otras personas dando forma
a lo que hoy es la Asociación por la Memo-
ria Histórica de Arucas en el 93. Ese mismo
año presentamos una moción en el Cabildo
de Gran Canaria pidiendo solución para nues-
tra petición de apertura de los pozos, una ofi-
cina de información y otras cosas
relacionadas con el tema. La votación favo-
rable fue unánime, pero era tan sólo un acto
hipócrita de los políticos. Se quedó en eso,
en una votación.
¿Con qué apoyos habéis contado para sa-
car adelante la Asociación?
Como indicamos en las instituciones no he-
mos encontrado casi apoyo. El Gobierno de
Canarias aportó menos de 600 euros, con los
cuales hemos costeado en parte la elabora-
ción de la exposición. El Ayuntamiento de
Arucas nos dio algo de material mientras el
Cabildo de Gran Canaria no ha aportado nada.
Es más, se le remitió en cuatro ocasiones al
consejero de Patrimonio Histórico un infor-
me exhaustivo de lo sucedido en Arucas y
con nuestras demandas. El día que nos reci-
bió dijo que no le había llegado ¡¡ y eso qué
lo entregamos en el registro del Cabildo!!
Ante nuestra insistencia optó por fotoco-
piarlo en aquel momento, pero a los dos días
nos llamó para decirnos que aquello segura-
mente se perdería por la burocracia. El con-
sejero es nieto de uno de los mayores
implicados en la represión en Gran Canaria.
Hemos sido nosotras, aportando dinero y es-
fuerzo, las que hemos logrado que la AMHA
sea hoy una realidad.
¿Cuál fue la respuesta del pueblo de Aru-
cas?
El pueblo fue reacio en un principio a nues-
tra iniciativa. Era un tema que había estado
prohibido durante casi 70 años y la represión
hizo bien su trabajo, era algo de lo que no
se hablaba, pero bueno, la Asociación empe-
zó a hacer actos en homenaje a las víctimas
y, si bien en el primero, una ofrenda floral
en el 2002, la presencia fue escasa, en lo si-
guientes el número fue creciendo, y con ello
los testimonios de tantas y tantas muertes y
abusos ocurridos en Arucas. En el 2004 se co-
locó una placa en las proximidades de uno de
los pozos y el 2005 ya hicimos las primeras
jornadas de Memoria Histórica en Arucas, am-
bas con gran éxito de público, y fue en ella
donde conocimos a Saro. Gracias a los actos
vamos recibiendo más información, pero la
gente es todavía reacia a formar parte de la
asociación. Nos duele también el desconoci-
miento de lo ocurrido entre la gente joven y
la falta de interés por saber de ello.
¿Se sabe el número de personas que fue-
ron arrojadas a los pozos?
No. Sabemos que hay al menos 66 de Arucas,
pero también se trajeron de Gáldar y otras
poblaciones de la isla e incluso de la Penín-
sula. Algunas estimaciones hablan de más de
5000 asesinados sólo de las islas, un núme-
ro muy grande para un archipiélago donde la
resistencia fue más bien escasa. Estos miles
de muertos están repartidos entre la Sima de
Jinámar, los pozos de Arucas, a otros los ti-
raban al mar, los que morían en los campos
de concentración suponemos estarán ente-
rrados, es difícil saber de todos ellos.
¿Están en contacto con otras asociaciones
similares de la Península? ¿Por qué no hay
más en Canarias?
Sí. Sobre todo con las de Andalucía y León,
donde si hay apoyos municipales e incluso en
el caso andaluz por parte del gobierno auto-
nómico. Pero desde luego se puede decir que
el Gobierno de Zapatero, a pesar de que su
abuelo fue también fusilado, se mantiene en
un estado de tibieza que no favorece la re-
cuperación de la verdad sobre la represión.
Y los catorce años de los socialistas en el po-
der fueron igualmente contrarios a la Me-
moria Histórica. Miembros de nuestra
asociación fueron a Madrid a hablar con Ló-
pez Aguilar, ministro de Justicia, canario por
más señas, para proponer la formación de
una comisión interministerial de Defensa, In-
terior y Justicia en la que estuvieran repre-
sentadas las asociaciones para impulsar el
proceso de recuperación de la Memoria, pero
rechazó la propuesta. En cuanto al porque no
hay más asociaciones en Canarias lo achaca-
mos al trabajo que durante cuarenta años
hicieron los falangistas, algunos curas y las
autoridades franquistas. Los fusilamientos,
las torturas, los golpes, los insultos metieron
el miedo en el cuerpo a las familias, y este
temor perduró aún después de muerto Fran-
co. Susanita era una mujer que murió hace
poco con 99 años. Tenía en su memoria un
romance sobre las canalladas hechas por los
falangistas y siempre que le pedíamos que
nos lo dijera respondía: "no, que nos llevan",
o "no, que nos detienen". Tan sólo unos me-
ses antes de su muerte nos lo recitó, pudi-
mos grabarlo y hoy tiene su sitio en un panel
de la exposición.
Para terminar ¿Cuáles son sus próximos
objetivos?
Desde luego seguir adelante. Los pasos que
se dan son cortos, pero no vamos a abando-
nar. Si es necesario tendremos que endure-
cer las acciones, no sólo judiciales para lograr
la anulación de todas las sentencias, sino que
llevaremos también a la calle de forma más
contundente nuestra exigencia de justicia,
porque este es el objetivo final, que se haga
justicia a todos los represaliados, no sólo de
Gran Canaria, sino de toda España. Y no sólo
a los que fueron fusilados, sino que ha de lle-
gar a las mujeres, hijos e hijas que tuvieron
que seguir adelante entre las humillaciones
y los abusos, o a hombres como mi padre
(nos cuenta Balbina Sosa) que no lo fusila-
ron, pero que estuvo muriendo más de 35
años, que le daba vergüenza quitarse la ca-
misa porque tenía la espalda como si lo hu-
bieran puesto en una parrilla, que no podía
dormir porque soñaba con las que le habían
hecho pasar durante muchos años, cuando lo
venían a buscar para torturarlo y humillarlo,
y todo por haber luchado por la dignidad de
los trabajadores.
Y aquí lo dejamos, no sin transmitirles a
estas valientes mujeres todo el apoyo de la
CNT, su hermana en el dolor pues no en vano
fue esta organización la que sufrió en Tene-
rife los mayores golpes del fascismo, algo que
todavía no es conocido en su totalidad, pero
que esperamos algún día salga a la luz y pa-
guen su culpa los asesinos y sus cómplices.
¡¡Salud!!
cnt
n°319 enero 2006
Actualidad
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Entrevista a la Asociación por la
Memoria Histórica de Arucas
Del 17 al 21 de octubre se desarrollaron en La Laguna las X Jornadas Culturales
Libertarias organizadas por CNT-Tenerife. Dentro del programa de actos además de
charlas, proyecciones, etc, se organizó una exposición elaborada por la Asociación por
la Memoria Histórica de Arucas (Gran Canaria).
Llevaremos también a la calle de forma más
contundente nuestra exigencia de justicia, porque
este es el objetivo final, que se haga justicia a todos
los represaliados
Saro Suárez, Pino Sosa y Balbina Sosa, de la AMHA, en la exposición organizada durante la celebración de las Jornadas .
/ CNT-TENERIFE