Te lleva a la página de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), adherida a la AIT Va a la página de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) Te lleva a la página principal de Periódico CNT

Portada

Contraportada

Agenda

Actualidad

Sociedad

Gaceta Sindical (en construcción)

A.I.T.

Mundo

Ecología

Buscando el Norte

Opinión

Ocio Cultura

Comunicados

Buzón Libertariol

"Manos a la obra"

S.P. del Comité Nacional

La polémica sobre la Ley de Partidos está consiguiendo desviar la atención de la iniciativa de Garzón para suspender las actividades de Batasuna, al menos fuera del País Vasco, cuando ambas emprenden el mismo camino de extinción de las libertades civiles fundamentales.

Aún teniendo los mismos objetivos, los argumentos de Garzón quebrantan principios legales y sociales aún más básicos que la misma Ley de Partidos. Aunque está en línea con ella, va más allá.

Va por los derroteros de extender la responsabilidad de los delitos de colaboración-exaltación del terrorismo -presuntamente cometidos por individuos- a toda la organización a la que pertenecen. Entonces cabría preguntarse cómo se actuaría si estos señores y señoras perteneciesen a varias organizaciones, es decir, ¿se ilegalizarían todas?. Nos preguntamos si se ilegalizaría también el club de fútbol del que son socios, la peña de las fiestas de su pueblo o el coro de parroquia en el que cantan, pues bastaría con considerar que éstas son organizaciones políticas encubiertas para dejar caer el proceso judicial sobre ellas.

Evidentemente se va a aplicar a unos supuestos transgresores de la ley y no a otros, a unas asociaciones y no a otras, aunque en ellas coincidan asociados los mismos individuos. Es evidente que si sumamos las características de este proceso en cuanto a discrecionalidad, parcialidad y autoritarismo, el resultado es: Despotismo.

¿Qué podrá marcar la diferencia entre la parroquia y el partido al que pertenece un supuesto colaborador del terrorismo?: -Nada.

Y ya que es imposible encontrar el qué (objetivo), la pregunta que se ha de formular es entonces ¿quién (subjetivo) marcará la diferencia entre la parroquia o el partido del imputado?, parece claro que será el clamor mediático, fabricado interesadamente por los adversarios, el que marcará la línea. La humanidad conoce bien este tipo de clima social, pues de este género de procesos hubo muchos en la difícil historia, sin ir más lejos, del avance científico o del conocimiento de los procesos naturales.

¿Acaso no eran esos los argumentos contra Sacco y Vanzetti, cuya injusta ejecución acabamos de conmemorar?

La ilegalización de una asociación por estos motivos alienta el intento de resolución irracional de los conflictos. Lo peor es que todo ello cristaliza en un arbitrario modelo social a seguir, con la consiguiente involución y el traslado de estos procedimientos a cualquier esfera de la vida cotidiana.

Los que se oponían a la quema de brujas de la Inquisición eran acusados, a su vez, de brujería. El rodillo no se detendrá en Batasuna y como en los "Actos de Fe" la represión puede caer en los que no comulguen con la ilegalización de esa organización.

Este clima social huele mucho a cera e incienso, huele mucho al "Eje del mal" creado por la demencia de la imperial administración Bush. La administración Bush quiere atacar a Irak y para ello cada año tienen que sacar del armario motivos -disfrazados de argumentos- de los particulares intereses económicos de los patrocinadores o "padrinos" del iluminado presidente. Esta vez, sin embargo, parece que en Europa, hasta las criaturas ven la pata del lobo debajo del disfraz, como en el cuento.

Ante esto ¿Qué podemos hacer?

El vivo sentimiento del derecho a disponer del propio destino, junto al deseo solidario de que todas las personas alcancemos ese derecho de forma colectiva, es una constante del género humano. El modo de pensar libertario consiste en esclarecer la realidad social y humana bajo este punto de vista.

Por ello, la duda y la ruptura con los valores que subyacen en acontecimientos y coyunturas como los que hemos aludido anteriormente no requieren demasiado esfuerzo para una organización como la CNT.

La actitud de oposición a toda explotación, en el caso de la CNT no es una entelequia, si la CNT opera en el campo sindical es porque donde realmente el individuo siente la explotación es en el campo de lo económico, donde la lucha de clases se da con más claridad y es asumida por la mayoría de los trabajadores.

Hay quien se extraña de que la CNT con casi un siglo de historia haya celebrado sólo ocho congresos. No es por falta de debate y de vitalidad que vayamos en noviembre a por el IX Congreso, sino porque la anticipación y el análisis global de la estructura y los problemas sociales produce una base de actuación a largo y medio plazo.

La profunda definición de relación entre medios y fines, de las tácticas y del modelo de estructura organizativa y de funcionamiento hace innecesarios los congresos anuales, al uso en otras organizaciones.

En los congresos de otras organizaciones "está todo el pescado vendido", en los de la CNT, no. Los de la CNT son compuestos por representaciones directas de todos y cada uno de los sindicatos de la Confederación, quienes participan en un proceso en el que deciden la metodología, el calendario, el orden del día, elaboran ponencias, las estudian, toman acuerdos y conforman las síntesis. Y no solo eso, sino que todos los trabajos implicados en la organización de un congreso son autogestionados por los mismos, hasta un grado impensable para muchos.

Pero no podría ser de otra manera, ya que el anarcosindicalismo impulsa el cambio social desde el mundo del trabajo, inspirado en el anarquismo. El anarcosindicalismo es sinónimo de lo que la Asociación Internacional de Trabajadores define como sindicalismo revolucionario, es decir, un movimiento que surge de las clases explotadas, que aspira a la destrucción de un sistema injusto, por medio de una acción directa y antiautoritaria, es decir sin intermediación, poniendo todos los medios de producción al servicio de los trabajadores.

La CNT tiene que prefigurar con su organización y funcionamiento el tipo de sociedad a la que aspira, es decir, se trata de trabajar en dos planos que llevan la misma dirección: ir construyendo la nueva sociedad y luchar diariamente en la defensa de los intereses propios de los trabajadores y trabajadoras, son la columna vertebral del esfuerzo colectivo.

Aún teniendo tan claros los análisis sociales, como los principios y tácticas, para el sindicalismo revolucionario el proceso de pérdida de objetivos de la clase trabajadora, como consecuencia de la manipulación y el colaboracionismo exterminador de la conciencia de clase, constituye una dificultad insoslayable, de modo que el anarcosindicalismo tiene que evolucionar en consecuencia.

La CNT ha evolucionado y tiene que seguir haciéndolo, tanto para no ser asimilada por el sistema, como para, de una forma imaginativa y eficaz, enfrentarse a las características actuales de ese sistema.

La acción directa del siglo XXI, como la del XX, no es una acción individual y aislada, sino una actuación colectiva y solidaria de todos los trabajadores y trabajadoras para resolver sus problemas en el momento histórico que viven, frente a los que detentan el poder o sus intermediarios. Demostrar la utilidad del asociacionismo al trabajador o trabajadora implica ser capaces de ofrecer una organización autogestionaria práctica y tratar de disminuir el proceso creciente de renuncia a la autodirección del ser humano como pieza clave para la dominación y la indefensión de la clase trabajadora. Ese es un gran reto al que tiene que dar respuesta el anarcosindicalismo, de ahí partimos.

El modo de funcionamiento, los medios técnicos, las acciones prioritarias, los análisis coyunturales con proyección a medio plazo estarán en la agenda del IX Congreso y sean cuáles sean sus conclusiones, si representan bien esa sociedad fraternal que queremos prefigurar, si son fruto de la participación directa y responsable y del respeto por la ética del anarcosindicalismo, por la diversidad y riqueza de sus planteamientos, aunque algunos queden rechazados hoy, habrá merecido la pena.

Si somos diferentes y esa diferencia es compatible con el realismo, vamos a demostrarlo en el IX Congreso. No hay tiempo que perder. ¡Manos a la obra!Arriba lucha antifascista

 

 

 Portada  Contraportada  Agenda  Actualidad  Sociedad  Gaceta Sindical (en construcción)  A.I.T.  Mundo  Ecología  Buscando el Norte  Opinión  Ocio Cultura  Comunicados  Buzón Libertariol