La vuelta al pasado (yII)

La vuelta al pasado (I)

Josep

...El carpintero, por ejemplo, para construir una mesa sabe que necesita madera, lija, puntas, cola, herramientas de corte, una sierra de cinta etc. Ha de conocer también ciertas técnicas y poseer ciertos conocimientos sobre el trabajo de la madera para empezar su tarea...

 

La ilegalización de Batasuna cada vez más cerca

Área de Libertades del FST

...La ilegalización de Batasuna sería CONTRAPRODUCENTE en orden a conseguir una convivencia segura y justa para tod@s. La unilateralidad del diagnóstico sobre el conflicto vasco ( "El problema es ETA y todos los que comparten sus fines") solo puede propiciar soluciones (ilegalizar Batasuna, periódicos, revistas, radios, organizaciones pacifistas, sociales, juveniles, de desobediencia civil, de solidaridad con l@s pres@s, culturales, jurídicas) que incrementan el problema...

 

David y Goliat

Orwell

...hoy he cogido un manual de Historia y he leído ciertos datos que no recordaba. Al parecer, el Estado de Israel fue creado en el 48, expulsándose a 750.000 palestinos; en 1967 el ejército israelí invadió Gaza y Cisjordania, y hoy día sigue establecida allí su ocupación militar; en 1982, las nuevas incursiones israelíes mataron a 17.500 libaneses y palestinos...

 

Sobre la Germinal Obrera

Colectivo Libertario Germinal

...Por lo general la historia del movimiento obrero en Extremadura está escrita por historiadores de tendencias políticas marxistas y dichas tendencias han llevado a dibujar un panorama del movimiento obrero en la región que nada tiene que ver con la realidad obrera de la época...

 

Huelga general en argentina

Clarín

...Piqueteros, desocupados y trabajadores realizaron una jornada nacional de lucha "contra el modelo económico y el FMI". Hubo movilizaciones en Capital y diez provincias...

 

Violencia y violentos

Etcétera

...Si acuerdan e imponen contra los más débiles los contratos más basura y las jornadas de trabajo más abyectas e interminables arruinando nuestras vidas... ¿cómo podemos ser nosotros los violentos por entregamos al "botellón" u otras drogas para aligerar nuestras insoportables existencias?...

 

Sancta Simplicitas. Sobre la huelga

Raúl

...Este honesto ciudadano, periodista, español, probablemente católico no practicante y de centro lamentaba la convocatoria de huelga general "por la mala imagen que va a dar España" de cara al exterior. Dicha actitud me trae a las mientes la de aquella vieja beata que arrojaba un palito a la hoguera de un reo de la inquisición, el cual, ahogadamente, pudo pronunciar el nombre de una virtud cristiana: Sancta simplicitas...

   
   

La vuelta al pasado (y II)

Josep

La vuelta al pasado (y II)

Josep

En los momentos actuales de decadencia del sistema democrático, los ciudadanos nos percatamos perfectamente como el sistema de cooptación rige cada día con más fuerza tanto en los partidos políticos, como en los organismos que deciden sobre nuestras vidas, desde ayuntamientos hasta instancias europeas. La parafernalia electoral no es capaz de enmascarar la realidad: los actores de turno que nos dan a elegir ya están de antemano elegidos.

Podríamos decir que las sociedades humanas han estado sometidas y dirigidas, desde hace mucho tiempo, por grupos de poder cerrados, endogámicos y prácticamente secretos (actualmente se vuelve a hablar descaradamente de gobiernos secretos). Repasando la barbarie que han provocado y siguen provocando, incomprensible desde la razón humana, podemos afirmar que hemos estado sometidos y dirigidos por poderes irracionales, enfermizos e inhumanos que han entorpecido inmensamente el desarrollo humano. El lento proceso del desarrollo humano ha caminado y sigue caminando por otros senderos: el trabajo, la mejor eficacia en nuestro trabajo, la búsqueda de respuestas de cuanto acontece, la conducta cooperante y solidaria, la satisfacción de nuestras necesidades de supervivencia, el goce de la vida, la crianza de nuestros hijos y la continuidad de nuestra especie.

Esta andadura pertinaz, constante e imparable de los seres humanos ha estado constantemente entorpecida.

En el capitalismo mientras la endogamia en los sectores privilegiados se ha fortalecido (por la transmisión de la propiedad) y ha aumentado (por la concentración de la propiedad), en los sectores explotados se vislumbró un periodo en donde parecía que era posible por méritos propios o por la fuerza colectiva mejorar las condiciones de vida, tener derechos a la par que obligaciones, y hasta poder acceder a los privilegios de una casta superior. Hablamos entonces de clases sociales (pequeña burguesía, trabajador asalariado, autónomo, clase media, etc) en competencia por el reparto en la distribución de la riqueza. Hablamos entonces de partidos y de organizaciones sociales que defendían los intereses de estas clases.

En este periodo de lucha entre clases sociales, no se puso en cuestión (hasta Marx) la consecución de una sociedad humana sin clases. Toda la lucha política y sindical de los explotados, hasta la actualidad, ha permanecido anclada en la lucha por la mejora de las propias condiciones de vasallaje: ¡trabajo para todos siguen implorando los sindicatos! ¡vivir con dignidad!

¡Qué barbaridad! No se han enterado aún que el capitalismo ya no puede ofrecer trabajo para todos. No se han enterado aún que solamente nos pueden ofrecer sobrevivir sin dignidad: cerrando los ojos y negándonos a reconocer la terrible barbarie que están provocando).

La sociedad que Rouseau y otros pensadores ya nos habían propuesto antes de la caída del Antiguo Régimen, no aceptaba con resignación que todo el progreso palpable de las sociedades industriales se convirtiera en paro, miseria y desesperación para amplios sectores de la población. Se abrió, entonces, un hervidero de discusiones, de propuestas, y de alternativas. Todo el siglo XIX hasta principios del XX fue de grandes confrontaciones sociales.

La tempranas crisis que convulsionaron las primeras sociedades industriales, que vieron los almacenes repletos y las poblaciones empobrecidas, tuvieron sus salidas en grandes migraciones (25 millones de europeos se marcharon a los EEUU), en grandes expansiones coloniales (Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Canadá, etc), en un gran aumento de los ejércitos y de las industrias militares, en grandes proyectos colonialistas e imperialistas (en las que ya se produjo entonces una gran destrucción de las economías autóctonas) y en grandes o pequeñas guerras entre las naciones por la disputa del saqueo del mundo que terminaron en las dos guerras mundiales.

Los movimientos sociales de aquel periodo estuvieron impregnados y en cierta manera ahogados por los grandes movimientos políticos que se desarrollaron. Movimientos políticos revolucionarios y reformistas. Los revolucionarios, surgidos de las luchas de resistencia , encontraron su sentido y se unificaron tras el "Manifiesto Comunista". Los reformistas, nacidos en torno a los partidos socialistas (fundamentalmente del Partido Socialdemócrata Alemán) no creían en la posibilidad de un cambio social y proponían la lenta transformación de la sociedad en un Estado democrático.

Pasado más de un siglo de aquellas controversias sería muy importante retomar la lectura de las tesis reformistas de Kaustsky o de Bernstein, mucho más radicales, por cierto, que la de nuestros actuales reformistas del Foro Social de Porto Alegre.

(...)"El agravamiento de la situación económica no ha tenido lugar como el Manifiesto había previsto (...) el número de poseedores no ha disminuido, sino que ha aumentado. Las clases medias han modificado su carácter pero no han desaparecido de la escala social (...) Hemos de considerar a los obreros tal como son. No han caído en el pauperismo de manera tan general como preveía el Manifiesto, ni están tan exentos de perjuicios y de defectos como querrían creer sus admiradores.

La concentración de la producción no se efectúa en todos los lugares con la misma fuerza y rapidez. En el dominio político, poco a poco van desapareciendo los privilegios de la burguesía capitalista frente al progreso de las instituciones democráticas. Frente a la influencia de estas instituciones y la presión del movimiento obrero, ha comenzado una  gran avance social contra las tendencias explotadoras del capital.

Estoy absolutamente convencido (...) que el deber actual de los socialdemócratas es de luchar por los derechos políticos y económicos de los obreros y por todas las reformas del Estado que permitan elevar a la clase obrera y transformar la institución del Estado en un sentido democrático". (discurso de E. Bernstein en el Congreso de Stuttgart del PSDA, el 1898).

En 1898 éste era su discurso. Más tarde arrastraron a los obreros a la Gran Guerra defendiendo la ola nacionalista que necesitaba su burguesía en confrontación con otras burguesías. Luego, cuando llegó la gran crisis económica del 19 fueron los verdugos del movimiento revolucionario. Siguieron gobernando, luego, para finalmente, ceder en bandeja el poder al nazismo. Tras la Segunda Guerra, destruida Alemania (arrasada materialmente por los bombardeos norteamericanos durante los últimos meses de la guerra) volvieron a gobernar. Hoy, tras largos años de recuperación siguen gobernando y como la historia sigue siendo tremendamente tozuda vuelven a soñar con una gran Alemania en expansión motor de una Europa Unida. Pero el paro y la recesión económica han vuelto a aparecer.

(Un inciso:

Se ha cerrado un pequeño paréntesis en la Historia (de apenas 50 años) en donde las tesis reformadoras del sistema parecían vislumbrarse aún posibles. En realidad solamente fue el Plan Marshall quien las hizo posible.

El Plan consistió en una ayuda en préstamos y donaciones por valor de 12.000 millones de dólares a Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia. El Imperio vencedor de la Segunda Guerra diseñó un respiro de 50 años para una Europa destrozada por la guerra y fronteriza con una nueva Gran Rusia que había extendido su dominio mas allá del imperio zarista y que era una potencia nuclear.

No tiene nada de extraño que el Plan fuera formulado por un gran estratega militar George Catiett Marshall, el que más tarde siendo secretario de Defensa (1950) diseñó otro plan: la guerra de Corea.

En la Europa destrozada y agotada por la guerra contra el nazismo, la fuerza de su reconstrucción estaba en manos de los miles de ciudadanos que habían luchado en la resistencia, partisanos, guerrilleros, maquis etc. y en manos de organizaciones obreras, sindicales y políticas muy numerosas y activas. Su fuerza en Francia, en Grecia, en los suburbios industriales de Milán, ... era enorme. A la derecha política del Capital se le otorgó el poder para manejar los millones de dólares del Plan Marshall. A la izquierda política del Capital se le otorgaron los Sindicatos. A los ciudadanos europeos nos prometieron el Estado del Bienestar.

Los 50 años de respiro han terminado. Terminaron con el derrumbamiento de la URSS.

El plan de George Catiett Marshall se desarrolló meticulosamente. Ahora, las ayudas y prebendas a las provincias que servían de muro de contención al imperio enemigo se terminaron: el Imperio enemigo se derrumbó ).

A principios del siglo XXI cuando vuelve a desencadenarse un gran proceso de barbarie y de desolación y cuando siguen fracasando de facto, desde varias décadas, todos los llamamientos de buenas intenciones en contra el hambre, en contra las desigualdades , en contra el deterioro de las condiciones sanitarias y educacionales, en contra la guerra y los genocidios, en contra dictaduras y dictadores, en contra la destrucción de cualquier intento de emprender un proceso de progreso económico, ... que demuestran una y otra vez la agudización de la decadencia de un sistema agotado, vuelven a surgir voces proponiendo reformas.

Como los antiguos reformistas de 1898 nos vuelven a hablar de la reforma del Estado, de los derechos políticos y económicos de los trabajadores, del control de los privilegios (y de los capitales) de la burguesía capitalista por las instituciones democráticas, de la paz,...

Nos siguen hablando y proponiendo un discurso que fracasó. Fracasó tan estrepitosamente como los discursos de los movimientos políticos revolucionarios del siglo XX.

El problema no está solamente en el desconocimiento de la historia pasada. El problema es que el mundo a cambiar no tiene absolutamente nada que ver con el del siglo XIX.

El proceso de concentración del poder ha sido tan extraordinario que han invalidado todas las instituciones y organizaciones políticas en las que se apoyaron las sociedades de los siglos anteriores. Ha invalidado las leyes económicas, los tratados y las organizaciones internacionales, el libre comercio, etc. Ha dejado sin sentido, las elecciones democráticas y los Parlamentos. Ha convertido en papel mojado declaraciones, resoluciones y protocolos de cualquier instancia internacional. Todo aquel poder que emergía de dominar todo un proceso de desarrollo económico, de su expansión, del control de nuevas vías de comunicación, de la constante innovación tecnológica, de la absorción de la competencia, de la conquista de nuevos mercados, etc (aún a costa de guerras y de saqueos) ha cambiado totalmente.

La ley del beneficio privado ya no puede continuar por este camino. Es un camino agotado.

En la misma medida que aumentará el desarrollo económico en los centros del Imperio y en los mercados en los que sea posible la obtención del beneficio, disminuirá (o se destruirá) progresivamente el desarrollo en otras partes del mundo. Es por esto que el PODER se impondrá por la fuerza de los hechos consumados, por el saqueo y la destrucción. Ninguna ley económica determinará este proceso. Lo hará la ley de la fuerza.

LAS LEYES DE LA ECONOMIA POLÍTICA CON LAS QUE FUNCIONO EL CAPITALISMO YA NO FUNCIONAN. FUNCIONAN LAS LEYES DE LA FUERZA.

Mientras LOS HECHOS EVIDENCIAN el camino emprendido por el Imperio, ustedes, los nuevos reformistas, nos hablan de mala gestión, de errores del FMI, de estafadores, de paz ...

Ustedes no tienen ni idea de la realidad del mundo que quieren cambiar.

¿DE QUIEN ES EL CAPITAL?

En este momento de confusión en donde siguen dominando las pócimas de vudú de economistas , intelectuales y políticos (cada día más ininteligibles para los ciudadanos) deberíamos ser mucho más rigurosos cuando intentamos analizar los problemas de la economía. Mucho más rigurosos y sencillos.

La lucha contra el Capital es un término que usamos muy a menudo pero que es absolutamente confuso.

El Capital parece el peor de todos los demonios.

El Capital son medios, recursos, materias primas, técnicas, conocimientos, etc. Este Capital es Patrimonio de la Humanidad.

Para realizar cualquier tarea necesitamos Capital.

El carpintero, por ejemplo, para construir una mesa sabe que necesita madera, lija, puntas, cola, herramientas de corte, una sierra de cinta etc. Ha de conocer también ciertas técnicas y poseer ciertos conocimientos sobre el trabajo de la madera para empezar su tarea.

Cuando el hombre con su trabajo sabe aprovechar este capital disponible es capaz de crear, transformar y producir. Aquel tablón se ha convertido en una mesa, unas sillas, un pequeño armario y una estantería.

Una parte de este capital es limitado (la fuente energética que alimenta su sierra de cinta), otra parte es renovable (el árbol maderero del que ha serrado su tablón) y otra está en continua evolución (las técnicas y los conocimientos).

La suma de todo este resultante del trabajo humano, que en el transcurrir de los tiempos ha aumentado en eficacia y en productividad, añade mucho mas capital a este primer capital inicial disponible. Nuestro carpintero con un pequeño programa informático conectado a una nueva sierra robotizada cortará con tal precisión y aprovechamiento aquel tabón que lo convertirá en una mesa más robusta, muchas mas sillas, un buen armario y una larga estantería.

Podríamos decir que hoy la Humanidad está en condiciones excepcionales de ACUMULAR CAPITAL y por tanto podría estar en condiciones de determinar también en qué dirección USA O INVIERTE este Capital. La Humanidad siempre ha creado Capital.

Una compañera desde Argentina me decía: "Somos 36 millones de habitantes, tenemos 60 millones de cabezas de ganado y una cosecha anual de 70 millones de toneladas de cereales... sin embargo hay gente que no come lo suficiente (...) No podéis imaginaros como estamos sufriendo, viendo enfermos sin medicinas, escuelas sin recursos, empresas quebradas, comercios cerrados, compatriotas que se van del país, es como una pesadilla que se repite y aumenta cada día".

Los ciudadanos argentinos no pueden disponer de este inmenso capital.

El problema surge cuando los hombres emprendimos el camino de la apropiación privada del Patrimonio común, de nuestro Capital disponible. Lo emprendimos en contra de nuestra voluntad: por la fuerza de los hechos consumados. Desde entonces, los apropiadores nos han repetido una y mil veces que el mar, la tierra, los recursos de la tierra, las herramientas de trabajo, los conocimientos adquiridos por un gran esfuerzo colectivo, nuestro trabajo, los frutos de nuestro trabajo no nos pertenecen. Pertenecen al jefe de la tribu, al emperador, al señor feudal , al capitalista o al Imperio. Ellos disponen de nuestro Capital para su beneficio privado. A cambio vigilan por nuestra felicidad y nos ofrecen su paz y su orden.

Cuando su paz y su orden devienen el caos y la barbarie, entonces, nos mandan a sus legiones.

Nos lo han repetido tantas veces que esta es la única ley intocable que sigue imperando en nuestras sociedades. La Ley de la propiedad privada es tan intocable y ha calado tan profundamente en el pensamiento y en la conducta de los seres humanos que en los albores del siglo XXI los movimientos que se llaman progresistas solo se atreven a pedir una pequeña tasa sobre el Capital.

¿Pueden preguntarse ustedes, señores de ATTAC, de quién es el Capital?

La Historia es terriblemente tozuda. El camino emprendido por los seres humanos es imparable.

La eficacia y la productividad del trabajo del hombre ha alcanzado niveles tan altos, es tan grande, que solamente una pequeñísima parte del Capital acumulado está actualmente invertido en los sectores productivos. Apenas hace un siglo el 95% de las transacciones de Capital correspondían a intercambios comerciales de productos manufacturados o de materias primeras. Hoy el 95% de las transacciones son especulativas absolutamente foráneas de cualquier actividad comercial o productiva.

La eficacia y la productividad del trabajo del hombre es tan grande que la mayor parte del Capital acumulado se convierte una parte en despilfarro y ostentación de los privilegiados, otra parte se esconde en paraísos fiscales a la espera de alguna operación especulativa , otra parte es transformada en Tesoros (palacios, templos, joyas, obras de arte, etc) y tan solo una pequeñísima parte está destinada a la producción. Marx ya diferenció los conceptos de Capital y Tesoros. Los palacios y las iglesias de todo el mundo están llenas de Tesoros que no son más que el resultado de un gran saqueo, durante siglos, de capitales producidos por los seres humanos. Estos grandes capitales-tesoro nunca ha sido invertidos para mejorar las condiciones de vida de los que los crearon: Se han acumulado solo para el boato de reyes, santones y brujos. Han sido, y son el saqueo del PODER.

Cuando el capital se convierte en TESORO deja de ser capital.

Cuando el capital SE DESTRUYE (devastaciones, guerras, armamento, malbaratamiento de recursos, etc.) deja también de ser capital. En la actualidad estamos asistiendo a una gran destrucción de capitales como el síntoma más evidente de la decadencia del sistema.

Por esto, el problema no es el Capital. El problema está en la propiedad del Capital.

(Nota. Me refiero siempre al Capital y no al dinero-moneda. Es posible que desde un punto de vista académico usar a veces un término por otro sea confuso. Escribo siempre Capital porque el dinero ya ha dejado de ser una MEDIDA de intercambio. Esta separada absolutamente de la actividad productiva real en la que seguimos moviéndonos los seres humanos que necesitamos trabajar, usar materias primeras, alimentarnos o curar nuestras enfermedades, etc. El dinero se ha convertido en sí mismo en una mercancía más separada de cualquier actividad tanto en la producción como en la distribución de la riqueza.

Así observamos paradójicamente que caen en picado los precios de las materias primeras, de los productos agrícolas y minerales, de los salarios, etc. y suben astronómicamente los de los productos elaborados, alimentos, medicinas, etc. aún cuando la eficiencia y la productividad en su fabricación siga aumentando enormemente. La ley de la oferta y la demanda es una farsa. La ley de la libre competencia es otra gran fantasmada).

En Argentina, por ejemplo, el capital dinero-moneda ha huido. Pero el capital real: las cabezas de ganado, las tierras, las toneladas de cereales, los recursos minerales, las máquinas y los hombres preparados y necesitados para usar todo este inmenso patrimonio no huyeron. Es cuestión de ponernos manos a la obra.

Y cuando nos pongamos todos manos a la obra no volveremos al trabajo individual y aislado, al artesanado, a la yunta de bueyes, al trueque, a los mercadillos medievales, a la maquinaria mecánica, a la economía autárquica, a la energía del carbón, a la parcelación territorial, etc. Aplicaremos los métodos mas modernizadores y avanzados que dispongamos.

La Historia es terriblemente tozuda. No lo olviden ustedes.

(Otros escritos en http://www.enxarxa.com/G3 ) Arriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!