Venezuela: Golpe, Mentiras y Vídeo

 

Nelson Méndez

 

Este es un primer esbozo de los análisis que estamos haciendo l@s

libertari@s venezolan@s sobre los eventos recientes. Mucho más podría y

debe decirse, pero entendemos que aquí se recogen los elementos básicos, en

la extensión apropiada para su difusión por diversos medios (Internet,

prensa periódica, emisiones radiales, etc.), la cual agradeceríamos

enormemente pues consideramos fundamental que se conozca esta posición

alternativa.

La vertiginosa situación vivida en este país entre el 8 y el 15 de abril sin duda exigirá un prolongado esfuerzo de reflexión para comprenderse en detalle, pero es posible adelantar algunos elementos del análisis que como anarquistas nos corresponde hacer, empezando a desmontar la trama de falsedades, medias verdades, evasivas y coartadas que ya empieza a tejerse sobre los acontecimientos.

Todo evidencia que tuvimos un golpe militar de la derecha pro-imperialista, que intentó aprovecharse de (y justificarse con) la significativa movilización de masas que estaba propiciando la heterogénea unión de sectores adversos a Chávez, con su culminación en la enorme manifestación del 11-A en Caracas. Los organizadores del alzamiento -militares de alto nivel, empresarios y algunos políticos de la vieja guardia- estimaban que, colocando hechos consumados ante otros actores (especialmente, los demás antichavistas y la mayoría de la Fuerza Armada no vinculada en su trama), podrían contar con su respaldo, o al menos neutralidad, para ejecutar lo que de inmediato se anunció como un programa de liquidación política del chavismo bendecido por Washington, pues al imperio le agradaría la idea de eliminar con pocos inconvenientes uno de los focos de perturbación en esta Latinoamérica que hoy se muestra tan inquieta.

Pero el cumplimiento del programa golpista implicaba que esos forzados aliados aprobasen y participasen en un furor autoritario del cual ya tenemos terribles ejemplos en la historia continental. Ese papel impuesto originó inmediatas vacilaciones y rechazos; de modo que el 12-A, a pocas horas de juramentado el gobierno golpista, anunciadas por decreto sus intenciones dictatoriales y tomadas las primeras medidas represivas, arrancó el contragolpe en Maracay -ciudad donde se localizan los mayores contingentes militares- paralelo al inicio de una gran movilización de calle en distintas ciudades, integrada inicialmente por partidarios devotos del Presidente derrocado pero rápidamente acrecentada y respaldada por amplios sectores populares que intuitivamente comprendieron que si Chávez en 3 años no había dado más que esperanzas, lo que venía pretendía despojarles hasta de esas ilusiones, pues aun cuando Chávez incurrió en tantas torpezas y desatinos en 38 meses de gobierno, en 38 horas de mandato sus adversarios hicieron el mayor esfuerzo por superarlo en ambos renglones.

A medida que corría el 13-A, las circunstancias empezaron a tornarse abrumadoras contra Carmona y sus secuaces de asonada, que en la mañana perdieron la calle, al mediodía el Palacio presidencial y en la tarde la posibilidad de cualquier apoyo militar. Para entonces se trataba sólo de determinar cómo iban a salir del poder y qué hacer con Chávez, aún preso.

Se intentó el envite de mandarlo al exterior para posponer o debilitar de alguna manera su eventual regreso a la presidencia, pero la velocidad de los acontecimientos dejaba atrás las posibilidades de jugarretas de esta clase, así que, con la entrada de la noche, sólo restaba esperar el retorno a Miraflores del vencedor, lo cual ocurre en la madrugada del 14-A.

¿Por qué el golpe inicialmente tuvo éxito y pudo hasta presentarse, con cierta verosimilitud, como expresión de un clamor colectivo? Aquí ciertamente deben recordarse los niveles a que había llegado el enfrentamiento entre chavistas y antichavistas en las jornadas previas, donde las facciones más intransigentes de ambos bandos progresivamente asumieron la voz cantante, proceso en el que una responsabilidad indudable le cabe al propio Chavez, que ha sido el primer contribuyente para enrarecer el clima político con sus palabras descomedidas, poses efectistas y actos arbitrarios. Poseído de su demagogia mesiánica, propició y extremó enfrentamientos para los cuales no estaba siquiera preparado, de los cuales el último y más costoso para él fue contra ese poder que, por discreto, no deja de ser decisivo en Venezuela: la tecnocracia que controla la industria petrolera estatal.

La petulancia autoritaria de Chávez pareció transmitirse -corregida y aumentada- a la pandilla golpista, que igual que él se sentían al timón de un país que debía obedecer sin chistar las decisiones de los ungidos en el poder. Pero a Chávez el 11-A y a los sediciosos el 13-A, la calle se encargó de darles una contundente lección en cuanto a que ahora este país no es rebaño sumiso ante la arbitrariedad de unos u otros. También esta lección ha sido para buena parte de los grandes medios de difusión (TV y prensa en especial), a quienes el frenesí antichavista llevó a una aviesa y torpe estrategia de manipulación informativa y autocensura que fue patente a la mirada irónica o indignada de la población.

Chavistas y antichavistas creen, y pretenden hacernos creer, que Venezuela se reparte entre ambas parcialidades, pero estos acontecimientos ratifican que no es así. Ciertamente la realidad socioeconómica indica que hay dos Venezuelas, pero ello no significa que los bandos en pugna las representen cabalmente, pues las agrupaciones sociopolíticas que reúnen unos y otros apenas recogen el sentir de una parte de la población, menor incluso a lo que hace 20 ó 40 años congregaban los partidos políticos tradicionales, que también alcanzaban entonces mayor adhesión medida en términos de participación electoral. En esas mayorías que, al asomar en las calles, fueron decisivas para los resultados de estas jornadas, vive la esperanza de transformación a la que apuntamos quienes nos congregamos en la Comisión de Relaciones Anarquistas <ellibertario@hotmail.com , con propuestas de reflexión y acción que se encuentran en nuestro vocero El Libertario <www.geocities.com/samizdata.geo/LIB.html.

   

Montaje chavista falsifica la opinión

del anarquismo venezolano

A través de diversos medios (uno de ellos ha sido la lista a-infos-ca 24 V1 # 531) se está divulgando un mensaje donde alguna persona que dice hablar a nombre del anarquismo venezolano, y más específicamente de "los comunistas libertarios", atribuye al movimiento ácrata del país (o al menos al grupo que sería más representativo) una toma de posición en defensa del gobierno de Chávez y a su cacareada "revolución bolivariana".

En esa nota se recurre al artificio de describir maniobras y fechorías de la oposición reaccionaria para justificar lo que de ninguna manera es posible: el supuesto apoyo libertario a un gobierno que, salvo en su verborrea demagógica, no es diferente ni en su esencia ni en sus acciones a lo que es habitual sufrir hoy en América Latina.

Alertamos a todas las agrupaciones e individualidades ácratas de Latinoamérica y el mundo para que de ninguna manera acepten tal postura como expresión del sentir absolutamente mayoritario en la escena anarquista venezolana, donde con resolución hemos estado por la libertad e igualdad en solidaridad contra la derecha fascistoide, la "democracia representativa" farsante de los partidos políticos tradicionales y el mesianismo autoritario y demagógico del actual gobernante.

Nuestras perspectivas de la situación nacional se han difundido consistentemente a través de Internet, del periódico El Libertario y del testimonio de compañer@s que han viajado desde o hacia Venezuela en años recientes. También en todas esas fuentes se evidencia que ese inverosímil anarcochavismo no tiene existencia fuera de algunas proclamas difundidas vía e-mail, por lo demás sospechosamente similares a la propaganda pro-chavista que los fans marxista-leninistas del Comandante vienen repitiendo desde hace tiempo.

Invitamos a quienes deseen conocer las posiciones consecuentemente libertarias sobre la situación venezolana contemporánea a visitar la página web Samizdata www.geocities.com/samizdata.geo, especialmente la sección donde se recogen las sucesivas ediciones de El Libertario ellibertario@hotmail.com. Igualmente, recordamos que hace pocos días, a través de diversos medios electrónicos anarquistas y afines, hemos dado a conocer lo que desde la Comisión de Relaciones Anarquistas y nuestro periódico entendemos que son aspectos claves para comprender en los eventos recientes ocurridos aquí.

Arriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!