La Junta de Andalucía margina a los trabajadores minusválidos

 

 

Estimado lector:

Me dirijo a usted con el ánimo de relatarle lo que considero una verdadera injusticia y una humillación personal cometida por la Administración de la Junta de Andalucía hacia mi persona. Le cuento.

Soy trabajador (personal laboral fijo) en esta administración desde 1983, fecha en la que fui transferido. Yo había accedido a la Función Pública apenas 2 antes, en septiembre de 1981 como ordenanza y por la reserva de minusválidos. Minusvalía que no me ha impedido integrarme social y laboralmente o al menos eso creía durante 21 años ejerciendo mis tareas a la perfección y con toda la profesionalidad que podría alegar o esgrimir cualquier persona de las denominadas válidas.

Hasta ahora, incluso las funciones de acarreo de peso y otras análogas eran cambiadas por otras de categoría similar. Jamás tuve un problema.

Pues bien, en agosto de 2000 la Junta de Andalucía convoca un concurso de promoción para el personal laboral. En dicho concurso se establece una reserva para minusválidos y a unas categorías muy concretas (Bases I-3 y Base II-F) y yo concurso a todas las que mi titulación me permite. Para poder entrar en el concurso, la Base II-F obliga aportar un certificado de aptitud por el organismo competente, en este caso el Centro de Valoración y Orientación de la Delegación Provincial de la Consejería de Asuntos Sociales.

Obtengo los certificados para todas las categorías sin problemas. Sólo en el de Auxiliar I Culturales se hace referencia a las tareas de acarreo de peso y largos trayectos, pero me dan la aptitud para la categoría y esto no es objeto de exclusión del concurso de promoción.

Además, aporto mi certificado de minusvalía donde se especifica el grado de discapacidad y dónde me afecta físicamente (he de decir en mi favor que me mantengo muy en forma, juego en división de honor de baloncesto adaptado, siendo un paradeportista de la élite de este país).

Después de presentar la solicitud con toda la documentación, obtengo plaza en la categoría de especialista de puericultura en las listas provisionales. ¡¡Alegrón!! Por fin consigo promocionar después de 20 años (aclarar que la media de años para la promoción de los laborales en la Junta de Andalucía ronda los 7 ó 8 años). Recurro la plaza por que considero que me quitan 1,5 puntos en Formación, pero, sobre todo por asegurarla.

Efectivamente el 27/07/01 salen las listas definitivas y obtengo plaza como puericultor en la guardería de Santo Domingo. Estoy en una ¡Nube! Me ha costado mucho esfuerzo, por fin he conseguido la plaza. Voy a mejorar económicamente. Dejo de ser ordenanza. Los años de estudios y de tener que demostrar más que nadie empiezan a dar sus frutos.

El 1/10/01 me incorporo a la plaza que he ganado en buena lid y por méritos propios, llego a la guardería y durante 1 mes (el mes de prueba) desarrollo el trabajo de E. en puericultura. Me integro bien con los niños y con mis nuevos compañeros y no tengo ningún problema en el trabajo a diario. Pero 2 días antes ¡Ojo! "2 días antes" de que termine Octubre y por lo tanto dentro del período de prueba, se me dice de palabra sin más que no lo voy a superar. El 30 de octubre se me comunica por escrito y cual es mi sorpresa cuando la razón es por impedimentos físicos a la hora de desarrollar tareas básicas. Con frase lapidarias de la directora como "Considero que su minusvalía le impide desarrollar las funciones del puesto", usurpando los criterios del Centro de Valoración y de la propia Comisión del Concurso.

Esta señora toma posesión del cargo de directo el mismo día que yo, pues días antes era la presidenta del Comité de Empresa. Esta señora sí que promociona sin pasar por ningún concurso, ya que de ser educadora ahora se encuentra con todos los complementos y beneficios de la Dirección de un Centro.

Cuando llega y me ve lo tiene claro ¡no quiere minusválidos! Tiene que cumplir una serie de promesas hechas a los órganos directivos de la Delegación Provincial de Asuntos Sociales, para consolidar su puesto y su promoción personal. Es curioso, ¿cómo se puede pasar de ser representante de los trabajadores en un sindicato progresistas (CC.OO) a comportarse como el más despiadado de los empresarios?

La señora no cuestiona mis conocimientos ni mi actitud y voluntariedad que ella misma reconoce en sus escritos. Me echa simple y llanamente por ser minusválido, sin plantearse adaptar el puesto de trabajo o en su caso funciones análogas (esto podría crearle problemas con los órganos directivos). A pesar de ir a un puesto de trabajo reservado para discapacitados cumpliendo todos los requisitos para dicha reserva, se me quita la promoción.

Y perdone que me reitere, pero suena y es muy triste "Se me cesa por minusválido". Imagine la humillación, se me trata como a un animal tullido que no sirve para nada. No han valido para nada los 21 años trabajando con mi condición de discapacitado , ni mi esfuerzo por formarme e integrarme.

Han pasado por mi cabeza muchas cosas... La verdad empiezo a dudar de mi condición como persona ya que se me lesiona un derecho fundamental y moral, el derecho a la igualdad de todas las personas y el derecho a vivir mejor.

Se me ha quitado la posibilidad de promocionar, si yo sé esto ni siquiera concurso, al menos no hubiera sufrido esta humillación y estaría tranquilo con mi salud mental.

¿Si no puedo promocionar siendo minusválido, por la reserva para discapacitado, cuándo podré promocionar?

¿Si son los órganos directivos cualificados quienes reservan unas categorías para minusválidos, como se me puede expulsar precisamente por ser minusválido?

¿Cómo la administración consiente que una señora sin conocimientos y por consideraciones personales usurpe criterios de técnicos doctos en la materia?

¿Acaso cuando la junta convoca plazas para minusválidos con más del 33% espera que concurran a estas plazas caballos pura sangre?

¡En que país vivimos!

En definitiva todas estas estrategias de restringir estos concursos a unas cuantas categorías muy concretas, donde puede haber duda y con titulaciones específicas (recordemos que el colectivo de los minusválidos físicos en general tiene poca preparación o muy básica, y por lo tanto con un alto índice de paro), tienen como objeto que estas plazas no se cubran y se sumen al turno de válidos. De esta forma sólo accedemos a categorías inferiores de ordenanza, telefonista, etc. Su objeto es no contratar muchos minusválidos y cumplir la ley del consabido 3%, y curarse así en salud.

Rafa de CNT de GranadaArriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!