Desde la CNT de Valladolid pedimos apoyo ante el conflicto laboral que estamos teniendo contra la empresa Eukast S.L. En dicha empresa, trabaja nuestra compañera Elena González, que es redactora en el semanario "La Voz de Medina y comarca", donde está trabajando desde diciembre de 1997.

Esta empresa tiene la peculiar forma de contratar a sus empleados como auxiliares de redacción de radio, para no reconocer categorías superiores y no tener que pagar más de lo que legalmente marca esta categoría.

Al no reconocerla, habiéndosela pedido en numerosísimas ocasiones al administrador de la empresa, Javier Cuevas Rodríguez, este sindicato decide llevar el tema por la vía legal, por lo que se citó a la empresa a un acto de conciliación el pasado 5 de marzo en la Oficina Territorial de Trabajo de Valladolid.

El problema empezó el 22 de febrero, cuando la empresa recibió la citación para este acto de conciliación. A partir de ese momento intentan amedrentar y agobiar a nuestra compañera por varios caminos: la cambian de despacho y le encargan que se ponga a copiar un listado de posibles clientes sin permitirle realizar ninguna otra actividad, después la insultan, faltan a nuestro abogado y un sinfín de barbaridades que huelga seguir reproduciendo.

Parece ser que el fax que mandamos a la empresa desde el Sindicato de Valladolid, exigiendo el cese del acoso al que se le estaba sometiendo por su editor Javier Cuevas, dolió mucho, porque el empresario quiso que la afectada firmara una carta de despido que, en ningún momento, se la dejaron leer.

Como esta compañera sabe estar en su sitio le dijo al empresario que, si no leía la carta, lógicamente no iba a firmarla, a lo cual este cacique le dijo que, si no firmaba, daba igual, porque los testigos firmarían que se había negado a firmar la carta de despido. Además le dijo que, firmase o no, estaba despedida, porque el despido verbal era válido (¿?).
Elena, al ser invitada a marcharse del centro de trabajo, le contestó que de ninguna manera, mientras no tuviera nada escrito que lo confirmara, a lo cual el empresario la cogió del brazo y la sacó por la fuerza.

Ante esto la compañera puso una denuncia en la policía contando todo como había sucedido desde el principio del conflicto.

El abogado del Sindicato procedió a cursar de nuevo otra demanda, esta vez para reclamar la ilegalidad de este despido, que vamos a intentar que sea nulo. Cuando la echaron a la calle, el empresario y su mujer la insultaban diciendo: "hala, ahora llama a tus amiguitos anarquistas para que te defiendan...".

Las próximas acciones que hagamos serán el reparto de un comunicado en Medina del Campo, el pueblo de este cacique, explicando lo majo y agradable que es ese vecino que tienen, así como también pedir el boicot al semanario "La Voz de Medina y comarca" y la readmisión inmediata de la compañera.

A su vez pedimos que se envíen faxes de protesta a los números 983 300 877 y 983 83 71 42 con el siguiente texto: Exigimos la READMISIÓN INMEDIATA de nuestra compañera y trabajadora suya Elena González Sanz.

Por el momento y hasta nuevas noticias, recibid de Valladolid un fraternal abrazo.
¡¡READMISIÓN YA!!