El monitor multinacional ha designado a las corporaciones abajo detalladas como las 10 corporaciones peores de 2001. Mencionadas por orden alfabético, las 10 peores son:

Abbott Laboratorios, por los productos de TAP Pharmaceuticals , una empresa de riesgo compartido con la farmacéutica japonesa Takeda. TSP fue forzada a pagar 875 millones de dólares para responder a cargos criminales y responsabilidad civil, en conexión con denuncias de fraude importante en el reembolso del Seguro de Salud. Entre otras actividades fraudulentas denunciadas, estuvo el reclutamiento de médicos para prescribir Lupron, su droga contra el cáncer de próstata; TAP dio a los doctores muestras gratis y después los animó a que mandaran la cuenta cobrándolas al Seguro de Salud.

Argenbright, la compañía de seguridad, por repetir las violaciones de las regulaciones para la seguridad de los aeropuerto. El expediente espantoso de Argenbright, incluyendo violaciones de las reglas de la seguridad había sido descubierto apenas un año anterior ayudado para convencer al congreso de que federalice operaciones de la seguridad de los aeropuertos de los Estados Unidos.

Bayer, por su precio excesivo impuesto al gobierno y al público por la droga anti-ántrax, Cipro, basada en un monopolio de la patente que bien puede lograr que se mantenga incorrectamente, en virtud de una confabulación para un cuerdo con un fabricante genérico. Bayer también se aseguró un lugar en la lista de los 10 peores por su mercadeo irresponsable de antibióticos para las aves de corral (que contribuye a la resistencia antibiótica entre seres humanos) y su hostigamiento a un grupo alemán, la coalición "Observatorio contra los peligros de Bayer", por mantener en internet un sitio web, BayerWatch.com.

Coca Cola, por su patrocinio de la primera película de Harry Potter y las posibles consecuencias de usar a los preferidos de los niños para publicitar su malsano producto; y por su denunciada complicidad con los escuadrones de la muerte en Colombia, que tienen como objetivo a los líderes de los sindicatos allí.

Enron, por costarle a muchos de sus empleados los ahorros de su vida, al rechazar entregárselos y retirarlos de los depósitos de la compañía para sus planes de jubilación, cuando Enron se hundía en la bancarrota.

ExxonMobil, por dirigir la campaña para negar el calentamiento global (incluso O'Dwyer's un líder insignia de la industria de las relaciones públicas, tiene castigada a la compañía por su "terca negativa para reconocer el hecho de que el consumo de combustibles fósiles tiene un papel en el calentamiento global") y por bloquear los esfuerzos para aplicar un remedio apropiado; adicionalmente, por sostener otras actividades temerarias.

Philip Morris, por su campaña de mercadeo "hemos cambiado", desvelada como un fraude por un estudio checo, comisionado para descubrir ahorros por el costo de las muertes prematuras relacionadas con fumar; así como por los esfuerzos actuales de la compañía para enviciar a millones de nuevos fumadores.

Sara Lee, por un escándalo que implica sus perros calientes Ball Park Franks. Perros calientes Ball Park Franks contaminados con Listeria que mataron a 21 personas y dañaron seriamente a 100 de 1998. En 2001, con el pleito civil y criminal alrededor del caso subiendo de temperatura, la prensa libre de Detroit Free Press señaló que Sara Lee detuvo la realización de las pruebas para detectar las bacterias después de que los registros mostraron muchos casos positivos. El fiscal de los E.E.U.U., que manejó el procesamiento del caso criminal, insiste que Sara Lee no sabía nada sobre la presencia del listeria en sus perros calientes. En un movimiento inusual, el fiscal de los E.E.U.U. publicó conjuntamente con Sara Lee un aviso de prensa que anunciaba el arreglo del caso. La cuenta final: 21 muertos. Una demanda por delito menor y una multa 200.000 dólares.

Southern Co., la compañia de electricidad más grande de los Estados Unidos, por sus esfuerzos para derrotar las regulaciones adecuadas contra la contaminación atmosférica. Southern es un fuerte usuario de carbón, y lidera la lucha para mantener una ridícula cláusula "de la época de los abuelos" en la ley estadounidense de Aire Limpio, que exime las centrales eléctricas construidas antes de 1970 de las normas de la Ley de Aire Limpio.

Wal-Mart, por continuar surtiéndose de los productos de fábricas que superexplotan a los trabajadores de ultramar; por combatir obsesivamente los esfuerzos para sindicalizar cualquier fracción de su mano de obra (la mayor de los Estados Unidos, entre patrones privados), y por contribuir con su actitud a arruinar el paisaje de los Estados Unidos.

Para una versión completa del artículo del Monitor Multinacional que designa las 10 corporaciones peores de 2001, vea http://www.essential.org/monitor.

Russell Mokhiber es redactor del Corporate Crime Reporter de D.C. Robert Weissman es redacor del Multinational Monitor de D.C.-based. Son co-autores de Depredadores Corporativos: La caza de megaganancias y el ataque contra la democracia" (Monroe, Maine: Common Courage Press, 1999; http://www.corporatepredators.org).