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Cadena de montaje vasca para la industria militar

Es difícil contabilizar datos en torno a la llamada industria de "defensa" (sector militar o armamentístico), y en ocasiones la simpleza con la que se aborda el tema impide ver el entramado que se esconde detrás de una aparente actividad civil. Pero la guerra necesita de todos sus pequeños componentes para ponerse en marcha y mantenerse, paradójicamente, viva.

Todas las guerras –las situaciones de redefinición y puesta al día" internacional en materia de "defensa"- constituyen, por lógica, la mejor fuente de ingresos de la industria bélica. Se venden pistolas, misiles y sistemas de estrategia y control. Se incrementa la producción de municiones, vehículos de combate, sus accesorios, y todas las pequeñas piezas necesarias para poner en marcha los engranajes de la más complicada y sofisticada máquina creada por el ser humano: la guerra. Primero porque se siembran minas, y después porque se financia la tecnología para desactivarlas.

La misma Cátedra de la UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona (Escola por la Pau) advierte sobre los datos que publica en torno a la fabricación venta y exportación de armamento que "esto es sólo lo que vemos, pero hay que tener claro que se oculta mucho más".

Gara ha tenido acceso a los últimos informes actualizados del Ministerio de Defensa español sobre las empresas de "defensa" radicadas en Euskal Herría. Aunque los datos minuciosos que se recogen en ellos arrojan algo de luz sobre la industria armamentística, cabe destacar que, tal y como advierte la Escola por la Pau, el dossier en ocasiones incompleto en lo que se refiere a número de empleados y variable en cuanto al año de facturación. En los informes, aunque actualizados recientemente, se manejan aún datos de 1998 y de 1999. También los datos facilitados a Gara por la Cátedra de la UNESCO sobre exportaciones de armas se limitan a 1999. La misma Escola admite las dificultades con las que se topa para recabarlos y la tardanza que esto supone a la hora de renovarlos. Pero se trata de un trabajo imprescindible para contrastar paso a paso la escasa información de la que se puede disponer.

La larga lista del Ministerio de Defensa constituye un documento preciso no tanto por las empresas que se citan –muchas ya han sido denunciadas por colectivos humanitarios- sino por lo detallado del aspecto más militar de la producción. Este directorio permite observar cómo funciona la cadena de montaje de la industria armamentística y cuáles son las piezas que se aportan desde Euskal Herría.

La benévola situación económica de la que gozan muchas empresas de armas y componentes origina informaciones sobre exportaciones y ferias de muestra, que se publican habitualmente y que las mismas empresas difunden para publicitarse.

Probablemente el primer lugar en donde han caído algunas bombas fabricadas en Euskal Herría es este mismo país, en las prácticas con fuego real llevadas a cabo en el único polígono de tiro aéreo del Estado español, en las Bárdenas. El Ejército del Aire emplea bombas de Expal para entrenamientos que, tal y como describe un catálogo "simulan la caída de sus hermanas mayores pero a un precio notablemente inferior". Según un anexo referido a la industria militar, Expal "es la cabecera del negocio de defensa de la Unión Española de Explosivos y ha reasumido la fabricación de los morteros de la desaparecida Esperanza y Cía. Su actividad se sitúa también en el diseño y producción de minas contracarro, dispersadores mecánicos y bombas de aviación". Hasta hace poco Expal también se ha dedicado a la producción de minas contra personas, por lo que ha sido objeto de denuncia de asociaciones humanitarias.

Hacer una estadística en torno al dinero que mueve la empresa armamentística en Euskal Herría es ciertamente difícil, por la escasez de datos, por la ocultación de algunas partidas y también por la división administrativa de los herrialdes. No obstante, cabe destacar que la mayor producción se genera en Guipúzcoa, Bizkaia y Araba, y que son dos las empresas más importantes de Nafarroa y Lapurdi: Mtorres y Dassault, respectivamente. Divididos por sectores, sólo ha sido posible sumar porcentajes aproximados en lo que se refiere a los apartados de "armamento y munición" y "sector aeronáutico".

De aquí a EEUU o Pakistán

Según los datos facilitados por la Cátedra de la UNESCO, en 1999 se exportaron desde Bizkaia, Guipúzcoa y Araba armas ligeras por valor de casi 8.000 millones de pesetas (más de un 60% del total del Estado español). Los aranceles del sector de armas ligeras incluyen también materia como granadas, bombas, proyectiles o morteros. Los principales destinos de la exportación son EEUU (sobre todo pistolas), Portugal, Estado Francés, Alemania, Gran Bretaña, Argentina y Turquía. Entre los compradores figuran también Canadá, Rusia, Irán, Kuwait, Marruecos, Líbano, Arabia Saudí y Pakistán, entre otros. A las exportaciones cabría sumar la facturación generada por las ventas a la Defensa española.

No obstante la Cátedra ya contabilizó el primer semestre de 1999 un 25% de ventas no declaradas en el Estado español (munición por valor de 1.200 millones con destino a Ghana, Turquía, Argentina, Venezuela, Chile, etc.). Según el estudio, 207 millones de los que no figuraban corresponderían a una venta a Turquía realizada por Expal. Este país no cumple con los requisitos de transferencias de armas de la Unión Europea.

En otro estudio realizado entre 1992 y 1998, la Cátedra señalaba que "en el sector de armas cortas figuran tres grandes productores: Astra, Star y Llama", y citaba una larga lista de empresas que se dedican tanto a armas de caza como de aire comprimido, con sede en su mayoría en Eibar. En Bizkaia, Araba y Guipúzcoa se concentra más de la mitad de la producción de armas cortas del Estado español, y en Euskal Herría estos tres herrialdes mantienen prácticamente el monopolio del sector. Dentro de la munición y los explosivos, la Cátedra de la UNESCO citaba a Expal, SAPA e International Technology como las más exportadoras y daba cuenta de un informe elaborado en 1995 por el Ministerio de Defensa Español, en el que constaban Astra y Pirotecnia Lecea, a diferencia del directorio al que ha accedido Gara.

Según la Cátedra, en 1993 se vendieron 180.000 pistolas de más de 9 milímetros a diferentes países (2.000 a Israel y 1.000 a Pakistán, por ejemplo) todas ellas fabricadas por Star, Astra y Llama. Arabia Saudí, por su parte, adquirió en ese mismo año cerca de 705 toneladas de munición de Expal y Gran Bretaña compró proyectiles de International Technology.

Los datos ayudan a una aproximación del volumen de la industria de armamento y munición instalada en Euskal Herría.

La Cátedra ha denunciado en más de una ocasión que esta industria vende armas a 17 países que no cumplen con la legislación europea, que diez de ellos están en conflicto y que en 13 hay serias violaciones de derechos humanos, como en los ochos países a los que se suministran armas y que aplican la pena de muerte. Pero existe otra fuerte industria que, a diferencia de las armas y explosivos, no encuentra comprador directo en los países pobres.

Este sector se dedica a la facturación de sofisticados sistemas de aviación y se trata de un eslabón imprescindible en la "cadena de montaje" internacional. Dassalut (Biarritz) y sus subcontratas constituyen junto al clúster aeronáutico de Araba, Bizkaia y Giupuzkoa, la cabecera de este sector en Euskal Herría.

Según otro anexo de los informes, el clúster (Hegan) formado por ITP, Gamesa, Sener y 17 compañías auxiliares factura el 24% del total estatal. Se calcula que factura cerca de 70.000 millones de pesetas al año y mantiene negociaciones con la empresa estadounidense Sikorsky, la Royal Air Force británica (5.000 millones en 1999), General Electric (600 millones para el F-18 en 1998) o Rolls Royce y el Consorcio Eurofighter, del que ITP ha recibido pedidos por 40.000 millones.

Reconversión Civil

El colectivo Gasteizkoak ha realizado estudios para la conversión de las empresas a la industria civil su portavoz, Antonio Escalante, afirma que en las aeronáuticas "la conversión es bastante fácil porque tienen producción civil y militar adaptables". En el sector de armas y explosivos es más complejo, "porque cuentan con una maquinaria muy concreta. Pero lo que criticamos es que ni siquiera dan la posibilidad de hacer un estudio".Arriba lucha antifascista

H.Rodríguez-C.Dronda

Extraído de Gara