La Antiglobalización al servicio del Terrorismo de Estado

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La antiglobalización al servicio del Terrorismo de Estado


Otros datos del 11 de septiembre de 2001


La denominada por la prensa "líder del movimiento antiglobalización" Susan Sontag ha publicado en el diario El Mundo del domingo 14 de octubre, un largo análisis sobre las consecuencias del ataque terrorista sobre EE.UU. el pasado 11 de septiembre. Esta escritora representa a una parte importante del grupo de intelectuales que se afianza como crítico de los efectos más nocivos del sistema capitalista. Susan Sontag condena la guerra, los bombardeos norteamericanos sobre Afganistán, el bloqueo sobre Irak, la política USA sobre el asunto de Palestina... pero considera que "es necesaria una respuesta armada, pero en forma de un conjunto de operaciones contraterroristas selectivas, complejas y cuidadosamente diseñadas. Y la respuesta está plenamente justificada". Dice p. ej.: "Solamente una violencia centrada estrictamente en sus objetivos tiene posibilidades de reducir la amenaza que supone este movimiento del que -¿es necesario nombrarlo?- Osama Bin Laden es tan sólo uno de sus líderes".

En definitiva, lo que la "lider del Movimiento Antiglobalización" propone, es la ejecución de una serie de acciones terroristas sobre objetivos bien seleccionados, algo muy parecido a la política de asesinatos selectivos perpetrados por el Estado de Israel sobre presuntos integristas islámicos.

Esto no lo dice Sontag, pero se deduce de su propuesta: es de suponer que Susan Sontag querrá estar presente en el foro del Estado Mayor que tome parte de esas acciones "contraterroristas", sugiriendo, controlando proponiendo y votando. ¿Qué mejor control democrático, qué mejor garantía de justicia que la presencia de algún que otro preclaro líder antiglobalización designando a las víctimas de las acciones? Acciones "contraterroristas" que serán ordenadas por los Estados democráticos, financiadas con los impuestos de los "ciudadanos" y ejecutadas por mercenarios del ejército profesional occidental y de los servicios secretos. Todo un programa.

¿En base a qué considera Susan Sontag que es legítimo el plantear una respuesta armada de este tipo? En base a que el ataque del 11 de septiembre representa -estas son sus palabras- "un ataque conta la Modernidad (la única cultura que hace posible la emancipación de las mujeres). Y el mundo moderno, nuestro mundo, ha demostrado ser sumamente vulnerable". Para Sontag, lo que el islamismo radical nos trae es la destrucción del Proyecto Moderno nacido de la Ilustración y la Revolución Francesa de 1789. El programa de la Ilustración de Igualdad, LIbertad y Fraternidad unido a la fe en el Progreso y el Futuro de la Humanidad. Grandes palabras que han tenido a lo largo de los siglos XIX y XX un funesto resultado: bajo la racionalidad burguesa capitalista y los regímenes dictatoriales comunistas y fascistas (adscritos todos ellos al Proyecto Moderno), se desató un baño de sangre y se han inmolado miles de millones de víctimas; bajo el paraguas de la Ciencia y el Progreso se crearon los Lagers y el Gulag.

¿Cómo es posible que una intelectual, que una mujer del nivel de Susan Sontag sea capaz de escribir semejantes disparates? Es posible. Dentro del movimiento antiglobalización hay una serie de personajes, bien afianzados en las redes de sus ONGs y en sus organismos oficiales que están deseando de ser tenidos en cuenta por los Jefes de Estado. Esta oposición "constructiva" estos "disidentes" que "están a la hora del análisis" debatiendo y haciendo propuestas, defendiendo "la Modernidad" han dado por perdida la batalla anticapitalista y antiestatal. No entienden que pueda haber otro mundo que este, eso sí, reformado, refinado y con mayor "justicia social". Proponen la Tasa Tobin que daría un río de oro a las ONGs, ya que serían ellas -eso quieren al menos- las encargadas de llevar adelante sus caritativos proyectos. Sin entrar a pensar que la mayor parte de la "ayuda humanitaria" existente hoy día se pierde en financiar a los burócratas de las propias ONGs, a los funcionarios de los Estados receptores de las ayudas, y en muchas ocasiones, a los traficantes de armas legales e ilegales.

Y para colmo finaliza esta señora su artículo esperando que alguien "planee algo inteligente para mantener a nuestras poblaciones a salvo de la Yihad contra la Modernidad". Desde luego es para echarse a temblar. Pero más bien por los planteamientos de "la gente de nuestro bando". Hay que temer a esos funcionarios de ONGs, a esos intelectuales constructivos que viven en Nueva York, pasan una semana en Berlín escribiendo y dando conferencias, y se enteran del atentado del WTC por la llamada de un amigo que está en Bali. Así cuenta la señora Sontag que recibióesa noticia. Y al poco tiempo escribió su artículo en El Mundo. Ese modo de vida tiene muy poco que ver con el nuestro y con nuestras ideas. Hay que desconfiar profundamente de Grandes Palabras como Ciencia y Progreso en manos de esos chupatintas y meapilas que descalifican al anarquismo "por no estar a la hora del análisis". Hay que desenmascarar a estos ramplones reformistas partidarios de "la Modernidad" al servicio del Estado. Hay que impulsar el anarquismo.

Arriba lucha antifascista

Extraído de Opinión Libertaria