Dirigentes de CCOO y UGT ocuparán dos plazas en el consejo de Babcock Borsig.

Fuentes sindicales aseguran que su entrada ha posibilitado la aceptación de los recortes propuestos por la empresa.

Estas fuentes sindicales de la actual Babcock Borsig, antigua Babcock Wilcox, aseguraron a este diario que los dirigentes estatales de UGT Ambrosio Fernández, y Ramón Górriz, de CCOO; ocuparán dos plazas en el nuevo consejo de administración de la compañía alemana. Esta oferta es, a juicio de esas fuentes, la que ha permitido que ambos sindicatos hayan dado el visto bueno «sin problemas» a los recortes salariales y de condiciones laborales para la nueva plantilla de Trapagaran.

El comité de empresa de Babcock Borsig solicitó ayer a la dirección que entregue el listado de los 673 trabajadores que componen la plantilla para poder llevar adelante el proceso de consulta sobre las nuevas condiciones sociolaborales pactadas entre la dirección de la compañía alemana y los sindicatos CCOO y UGT.

El acuerdo conseguido entre la parte empresarial y los dos sindicatos estatales se debe, según explicaron ayer a este periódico fuentes sindicales, a que en el consejo de administración de la empresa privada Babcock Borsig España ostentarán dos plazas como consejeros los dirigentes sindicales Ambrosio Fernández, de UGT, y Ramón Górriz, de CCOO.

La entrada de ambos en el consejo «ha abierto» las puertas al acuerdo y, según las fuentes sindicales consultadas, permitió que tanto UGT como CCOO aceptasen las nuevas condiciones sociolaborales del acuerdo marco que tanto la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) como Borsig negociaron, de forma previa a la negociación de un convenio de empresa para allanar, precisamente, el terreno.

De momento, el acuerdo pactado por ambas partes, pendiente de la decisión de los trabajadores, reduce los salarios para la mayoría de la plantilla y un 10% de los mismos se fijará según los resultados económicos de la compañía germana. La jornada laboral se mantendrá inamovible como desde 1994 y se da el visto bueno a un bolsín flexible anual de 100 horas, entre otras mermas en las condiciones laborales pactadas. Por otro lado, las fuentes sindicales consultadas han reconocido que «la firma ciega» del acuerdo por parte de CCOO y UGT estuvo garantizada por los dos puestos en el consejo de administración, a la vez que denunciaron que ambos trataron de que ELA se sumara al acuerdo para darle mayor credibilidad.

Por eso motivo, se pide que ambos sindicatos esclarezcan las razones que les han guiado para disponer de ambos puestos en el máximo órgano de representación de la empresa, y si esos cargos han sido los que les han llevado a la firma del acuerdo marco, a pesar de que contiene una pérdida de conquistas sociales y laborales logradas por los trabajadores de Babcock Wilcox a lo largo de su historia.

Fuentes sindicales destacaron la ocultación a los trabajadores de la nueva situación que se hace desde los sindicatos CCOO y UGT, a la vez que reconocen que ambos han prometido a la dirección que habrá visto bueno por parte de la plantilla de Trapagaran a esos planes. La decisión de la asamblea de convocar el referéndum entre el conjunto de la plantilla ha trastocado los planes de CCOO y UGT, que informaron a sus afiliados de la necesidad de aceptar el nuevo marco sociolaboral para poder echar a andar con garantías. Aunque, por ejemplo, los afiliados de ELA, central que participó en las negociaciones, obligaron a sus dirigentes a rechazar la firma del acuerdo.