Que nos dejen en paz

Algunos analistas han calificado los atentados del 11 de septiembre en EEUU, como el inicio de una nueva era. Es posible que así sea. De momento, las declaraciones de todos los mandatarios occidentales, incluyendo la de muchos dirigentes de partidos políticos de centro izquierda, en favor de la guerra, además de justificar todas las medidas y acciones que adopte el gobierno de Bush, hacen prever un retroceso hacia las épocas más oscuras de la humanidad.

Nadie hasta hora conoce el alcance real que tendrá la "respuesta" preparada por el gobierno de EEUU y sus aliados. Podemos vaticinar cuál va a ser su acción militar, pero no las consecuencias que de aquí en adelante derivarán para todo el conjunto de países incluyendo a España, de su "nueva política exterior". Todavía no sabemos con certeza qué intereses políticos y económicos "esconden" esa parte de la tierra, recordemos que los talibanes y los terroristas que "buscan" fueron armados e instruidos militarmente, por el mismo gobierno estadounidense que hoy los condena.

En definitiva, lo que sí parece estar claro es que los atentados "servirán" además, como pretexto para acelerar todo el proceso diseñado por los sectores mas duros del gobierno americano, incluyendo a Bush y sus incondicionales de occidente. La globalización de la economía se nos impondrá sin ninguna dilación, además de activar de nuevo la carrera armamentista, militarizar aun más la sociedad y "secuestrar" algunas de las libertades mas fundamentales.

Como siempre, en el otro extremo estaremos la llamada sociedad civil, siendo sin duda los que padeceremos las peores consecuencias

Nosotros nunca hemos dudado de la barbarie de estos y otros actos terroristas, pero no menos atroces nos parecieron los cometidos en nombre de la justicia y la libertad, por algunos gobiernos con sus ejércitos "legítimos"; en Irak, en Yugoslavia, en Chechenia o los perpetrados en otro tiempo no muy lejano, por los todo poderosos Servicios Secretos de los "amos" del mundo, en Europa, en América del Sur, en Africa, en Oriente... o en cualquier otra parte del planeta. Por no citar la escalofriante cifra de personas que a diario mueren en el tercer mundo, por enfermedades curables y por hambre, provocadas como consecuencia directa del sistema político y económico que impera en el mundo.

Por todo eso, apelamos a la razón frente a la barbarie, no aceptamos el asesinato en masa, que supone cualquier guerra, ni el chantaje de los gobiernos que otorgándose una representatividad dudosa, condena también de antemano, con su "estás conmigo o contra mí", a las personas que nos manifestamos contrarias a cualquier intervención militar. Que nos dejen en PAZ.

Arriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!

CNT de Fraga