Comunicado del frente de liberación animal

En primer lugar quisiéramos afirmar que la acción llevada a cabo en la puebla de Valverde durante una de las últimas madrugadas del mes de julio de 2001, efectivamente fue llevada a cabo por una célula del ALF.

Con este comunicado pretendemos reivindicar la autoría de la liberación que no pudo efectuarse en su debido momento por obvias medidas de seguridad. De todas formas, pensamos que todo el mundo comprendió, desde el primer momento que, ésta había sido llevada a cabo por un grupo de personas comprometidas con el movimiento de liberación animal. Con estas palabras quisiéramos que a los autores de dicha acción se nos permita un espacio escrito para defendernos de los ataques que los medios de información no han cesado de dispararnos, tachándonos de vándalos, ignorantes, poco o nada ecologistas, ecoterroristas y otros diversos y dolorosos motes, la mayoría de ellos salidos de la boca de los propietarios de la granja o del alcalde del pueblo, que es un cazador.

Nuestra ignorancia no es tal como para no haber previsto que gran parte de los pequeños animales a los que abrimos sus jaulas iban a perecer por hambre, ser atropellados por máquinas humanas o golpeados y disparados por pobladores de las tierras aledañas o que, en el peor de los casos, iban a ser devueltos a las jaulas para acabar convirtiéndose precisamente en aquello que pretendíamos evitar: innecesarias prendas de vestir que tan solo algunos pueden pagar. Cuando el propietario del campo de exterminio de la Puebla de Valverde nos llama públicamente hijos de puta, no hace sino hacernos felices porque nos informa de algo que él y nosotros sabíamos desde el principio, la posibilidad de que sus puertas se cierren para siempre, lo que supondría que decenas de miles de inocentes animales no serán encerrados en minúsculas jaulas, no sufrirán el calor del verano ni verán cómo su vida se limita a procrear más víctimas como ellos y que no serán gaseados para convertirse en su sangriento objeto de lucro. Por lo que proclamamos alegremente que la ruina de este señor es nuestra alegría por haber evitado tanto sufrimiento. También quisiéramos advertir de nuestro conocimiento acerca de los posibles daños ecológicos de la puesta en libertad de tantos ejemplares de visón americano, daños quizás equiparables a los provocados por las toneladas de heces contaminadoras de ríos subterráneos provocados por esta clase de granjas o a los bancos de arenques y otros animales utilizados para la alimentación de los visones. No negamos la posibilidad de cierto pero no exagerado daño ecológico. Por lo contrario afirmamos: la única forma de evitar tal daño sería eliminando absolutamente la cría intensiva de cualquier animal para el estúpido beneficio del ser inhumano.

Por lo contrario nos vemos obligados a realizar tales acciones ya que varias décadas de duro trabajo denunciando reiteradamente estos problemas no ha logrado a los gobiernos más que crear algunas ridículas leyes a favor de los animales casi siempre basándose en la posible desaparición de tal o cual especie, y no basándose en la capacidad de sufrimiento de éstas. Tales leyes no son aplicadas con seriedad y no nos queda más que pensar que son creadas para ver si así nos callamos la boca y dejamos de molestar. No señores, la molestia tan sólo acaba de empezar porque vamos a continuar tratando de dar libertad a los seres inocentes y tratando de arruinar a sus verdugos, no es una amenaza, es algo que ya ha empezado a realizarse y cada vez se hará con más intensidad.

Desgraciadamente, los medios de información siempre estarán ahí como uno de nuestros peores enemigos, pues suelen escribir basándose en las versiones policiales o de los propios afectados, aquellos que nos siguen llamando ecoterroristas y vándalos. Esas mismas personas no ven como ecoterroristas a quienes destruyen el medio con trenes de alta velocidad, cientos de miles de kilómetros de carreteras y autopistas, campos de golf... no lo ven en quienes construyen centrales nucleares, contaminan todas las aguas del planeta, el aire, nuestros cuerpos... en definitiva no ven como ecoterroristas a quienes han llevado al planeta a un basurero de contaminación, miseria, sufrimiento... porque ellos también son beneficiarios del dinero que esta destrucción comporta. Por eso callan ante unas cosas y a nosotros nos criminalizan, nos encierran, nos marginan...

Esta acción se la queremos dedicar a todos los compañeros que han sufrido esta represión y están o han sido encerrados por una lucha basada en el altruismo y la búsqueda de la libertad total, especialmente a aquellos que no han vivido para contarlo, a Carlo Giuliani, entre otros muchos.

Animal Liberation Front

Arriba. ¡LUCHA ANTIFASCISTA!