Próxima reforma laboral: empeoramiento de los convenios colectivos.

Suma y sigue.

El día 11 de septiembre ha comenzado de nuevo otra ronda de "negociaciones" sobre la próxima reforma laboral. Estas reformas, lejos de ser puntuales o acudir a cuestiones concretas, se han hecho ya rituales y todos los años tenemos una nueva; así han conseguido además de la indiferencia de los trabajadores, (que las ven como algo ajeno a ellos, que se negocia en las alturas y contra las que nada se puede hacer)ir recortando poco a poco y sin mucho ruido derechos en muchos campos del ámbito laboral. Las corporaciones sindicales que "negocian" apenas si tienen necesidad de hacer ya el "teatro" de oponerse a ellas, sino que consiguen para su estructura mejoras y aumentos económicos, de créditos de horas sindicales y de cargos pagados, a cambio de estampar su firma en los documentos donde gobierno y patronal deciden donde hay que apretar y en qué grado para precarizar, abaratar y empeorar las condiciones de trabajo. Esto podría parecer un análisis simplista, pero refleja bastante bien la realidad, y si no, basta con mirar la trayectoria desde 1997 hasta ahora.

En esta nueva reforma, ya se han planteados los dos "caballos de batalla" que van a salir a los medios de comunicación; la negociación colectiva (como tema de fondo) y la reducción de las prestaciones de desempleo (como tema donde los sindicatos se van a "mostrar inflexibles", y donde van a derrochar oposición y palabrería, para intentar hacernos creer que "han sudado la camiseta" y que al final "la derecha" no ha conseguido sus pérfidos objetivos, mientras lo auténticamente regresivo se está negociando fuera de los focos de atención).

Según un documento de trabajo, que podéis ver íntegro aquí, entregado por el gobierno, en las materias en las que se pretende incidir son las siguientes:

Reducir o eliminar los convenios de sector, de forma que tengan que regularse con convenios de empresa condiciones de trabajo como horarios, salarios, etc., lo que sabemos que representa una pérdida de derechos para los trabajadores, ya que cuanto más pequeño es el nivel de negociación más capacidad tiene el empresario para imponer sus criterios. Ciertamente, al negociarse más cerca de los trabajadores, éstos deberían tener más información, y se verían más inmersos en el problema, con lo cual quizá su capacidad de autoorganización aumentara. Pero esto ocurriría si estos trabajadores estuvieran en condiciones de poder protestar: sabemos que en la pequeña empresa esto es casi imposible, salvo que se quiera arriesgar el puesto de trabajo, como mínimo. Además, se pretende no solo la cuantía de los salarios, sino su estructura y composición, los incrementos de productividad exigida o la distribución del tiempo de trabajo serían negociadas a nivel de empresa, con el aumento de desigualdad que esto supondría para trabajadores que desempeñan el mismo trabajo pero están bajo empresas distintas. Esto en la práctica viene a disminuir aún más la ya precaria solidaridad entre los trabajadores que ocupan un ramo determinado. Así, una empresa puede argumentar sus problemas "específicos" para negociar peores condiciones que la empresa de al lado, y los sindicatos "no tendrán más remedio" que aceptar.

En sustitución de los convenios de sector, se plantean las posibilidades de los convenios de Grupo de Empresa o de Empresas con características comunes aunque se dediquen a distintas actividades económicas. Esto va en la línea de lo dicho anteriormente, a nuestro juicio, de intentar compartimentar y desestructurar aún más la clase trabajadora.

Aumento de las competencias de las Comisiones Paritarias de los Convenios para intervenir en la resolución extrajudicial de conflictos, es decir, para evitar que los conflictos lleguen a los juicios, y se "solucionen" por medio de laudos.

Respecto a la vigencia de los convenios, se pretende que la negociación de cada nuevo convenio empiece justo al terminar la del anterior, dando un plazo para que su negociación se finalice de cinco meses, y si pasado este plazo no hubiere terminado, eliminar la vigencia de las cláusulas normativas del anterior convenio, quedando como supletorio el convenio de ámbito superior o el estatuto de los trabajadores.

Todavía es pronto para augurar un final para esta reforma. Pero desde luego, no vamos a salir beneficiados ni a corto ni a largo plazo.

Arriba lucha antifascista

CNT de Córdoba