Atento, historia de una huelga anunciada


Atento, del grupo Telefónica, entra en el mercado de
Puerto Rico

Atento, empresa perteneciente al grupo español Telefónica, ha inaugurado
Atento Puerto Rico, el call center (centro de llamadas) más grande del
Caribe. Este nuevo centro surge como la mayor y más avanzada
plataforma de telemarketing del Caribe, con la previsión de abrir más de
500 posiciones (puestos de atención para las llamadas de los usuarios con
hardware y software especializado) durante el año 2000. Además, la
empresa quiere alcanzar las 1.300 posiciones en 2003.

Atento ha anunciado que invertirá unos 25 millones de dólares (26
millones de euros) durante los próximos años. "Nuestro objetivo es
convertirnos en la mejor opción de soluciones de teleservicio para
nuestros clientes", ha declarado el gerente general de Atento Puerto Rico,
Pedro Padilla.

Hace ya un año que la multinacional Atento, perteneciente al grupo Telefónica, abrió una plataforma de operaciones en la ciudad de Cáceres. En dicha plataforma se gestiona parte del servicio de información de Telefónica (el servicio 1003) y también se desarrollan diferentes campañas de telegestión. Cerca de 400 personas desarrollamos nuestro trabajo en este centro y nos encontramos dentro de un sector, el de telemarketing, que mueve en todo el Estado alrededor de 40.000 puestos de trabajo.

Aunque sin la intención de entrar en un análisis profundo, creemos conveniente y útil para la comprensión global de la trama, apuntar algunas de las posibles razones que llevaron a Atento a instalarse en nuestra ciudad. Para ello, quizá sea necesario hacer un poco de memoria y examinar determinados acontecimientos que han tenido lugar en nuestra región en los últimos años. Existen dos factores que, bien conjugados, podrían llevamos a la solución de esta cuestión: uno es la puesta en marcha por parte de la Junta de Extremadura del proyecto de la Intranet, que suponía un suculento negocio para las empresas de telecomunicaciones en nuestra región; y el otro, las tirantes relaciones existentes entre la Compañía Telefónica y los responsables de la Junta. La llegada de Atento y la creación de empleo que ello conllevaba, quizá podrían mejorar en gran medida dichas relaciones, en aras de una futura cooperación. Quién quiera entender que entienda. Si a todo esto le sumamos el alto índice de paro, sobretodo entre los jóvenes, de nuestra región y la escasa o nula organización sindical de dicha juventud, bien por desconocimiento, bien por desinterés o bien por desconfianza de los sindicatos "mayoritario?; el cóctel está servido. Según parece, al final la cosa no salió bien y el gato se lo llevó al agua otra compañía, pero esa es otra historia.

A lo que íbamos, cuando cientos de jóvenes extremeñas/os fuimos contratadas/os por Atento, desembarcamos, muchas/os de nosotras/os, en un mundo totalmente desconocido: el del trabajo. Con todo lo que conlleva entrar en un mundo nuevo, sin más equipaje que nuestra casi total ignorancia de esta estrenada realidad. Con lo primero que nos encontramos fue con un primer convenio sectorial, firmado en su día con exclusividad por CCOO, que en muy poco mejoraba el Estatuto de los Trabajadores y que nos dejaba bastante mal paradas/os ante los abusos de la Empresa. La cosa no fue a mayores, en parte por nuestra ya mencionada ignorancia y en parte por la promesa de un II Convenio mejor, cuya negociación se encontraba próxima. Sin embargo las promesas no han dado su fruto, pues ya llevamos cerca de 7 meses de negociación de este 11 Convenio de Telemarketing. La Patronal del sector, representada por la Asociación de Empresas de Marketing Telefónico (AEMT), no ha cedido ni un milímetro a nuestras reivindicaciones acostumbrada, como Patronal que es, al continuo retroceso de las/os "representantes" de las/os trabajadoras/es y de las/os trabajadoras/es mismas/os. Mas dicha postura inmovilista tenía que desembocar por fuerza en movilizaciones, impulsadas primero por los sindicatos y secundadas por la mayoría de las/os trabajadoras/es después.

Por poner un ejemplo cercano, el nuestro, hasta la fecha de hoy lo que tenemos es lo que sigue: un salario de 1.410.000 ptas./año brutas para las/os trabajadoras/es cuya jornada sea de 39 h. semanales, teniendo en cuenta que a dicha jornada no llega la mayoría de la plantilla, por lo que nos encontramos con un sueldo medio mensual que ronda las 90.000 pta. y con el que muchas/os de nosotras/os pagamos el alquiler de un piso, comida, ropa, estudios... ; una mala distribución de turnos y horarios a la que hay que sumar la práctica imposibilidad de hacer cambios de los mismos; un férreo control de los movimientos de las/os trabajadoras/es desde la dirección; compensación de días festivos siempre a conveniencia de la empresa; muchas/os de nosotras/os no hemos tenido ni un sólo fin de semana libre (sábado y domingo) en todo el año que llevamos trabajando para Atento; la intención de la Patronal de que se pierda la retroactividad del convenio, con lo cual perderemos alrededor de 40.000 pta. en atrasos desde enero, cada una/o; un descanso máximo de 20 minutos por cada 8 horas de trabajo delante de la pantalla de un ordenador; si caemos enfermas/os perdemos un porcentaje considerable de nuestra ya de por sí exigua paga; y por último y no menos importante, la espada sobre nuestras cabezas del des do sin justificación y gratuito.

Y lo que pedimos no es ninguna cosa del otro mundo: un salario que al menos nos de para vivir; que nos paguen los atrasos desde enero de 2001; cobrar el 100 % de las bajas por incapacidad temporal; una racional distribución de turnos y horarios; el aumento del número de contratos indefinidos; la regulación de los festivos y el disfrute de algún fin de semana al mes; la instauración de una carrera y promoción profesional en la empresa; el establecimiento de la directiva europea sobre descansos cuando se trabaja con pantallas de visualización de datos; la reducción de la jornada; que no se nos pueda despedir de forma arbitraria, libre y gratuita; y la garantía del mantenimiento de las condiciones económicas y laborales en caso de sucesión de empresas.

Cuando nos hemos visto forzadas/os a ir a la que para muchas/os de nosotras/os ha sido nuestra primera huelga por nuestros derechos laborales, la empresa nos ha presionado duramente para hacemos cambiar de opinión. Se las han arreglado para que por orden Ministerial se nos imponga un desmedido 40 % de servicios mínimos. Pensamos que la cuestión no es trabajar a cualquier precio; que no es bueno para ninguna persona dejar a un lado la dignidad y aguantar un abuso tras otro; que ya es hora de que despierten las conciencias; que la cosa no es "si lo quieres lo coges y si no lo dejas no está el mundo del trabajo para dejar nada, lo que hay que hacer es luchar por mejorar lo que está mal. Y esperamos que el progreso de nuestra región no tenga que pasar necesariamente, por encima del cadáver de los derechos de sus trabajadoras/es.

 

Juan Antonio G., militante de CNT y trabajador de Atento en Cáceres