Huelga de conductores de autocares en Baleares

La asamblea de trabajadores desautoriza el pacto firmado por CCOO y la patronal y paralizan durante tres días los aeropuertos de Les Illes.

Del 30 de Junio al 2 de Julio los conductores de autocares han conseguido poner en jaque a las autoridades del gobierno balear, a la patronal del sector y a la totalidad del sector turístico que ha padecido pérdidas cifradas en miles de millones de pesetas. El sindicato mayoritario en el sector, CCOO, había presentado el 18 de junio el preaviso de huelga, mientras negociaba con la patronal. El 29 de junio este sindicato firma un acuerdo con la patronal, refrendado por el president del Govern Balear Francesc Antich que había actuado de intermediario. De que todas las partes estaban seguras de que la huelga no se llevaría a cabo, da fe que el hecho de que la patronal no había repartido los servicios mínimos (del 80%), que el Govern no había dispuesto fuerzas de policía suficientes para lo que en teoría se avecinaba, y que CCOO firmó el pacto al filo de la hora de inicio de la huelga, suponiendo que podría desconvocarla de inmediato. Los hechos sucedieron de otra forma: la asamblea de trabajadores rechazó el pacto, abucheó al dirigente de CCOO en el transporte, Josep Benedicto, preparó los piquetes y se lanzó a la huelga sin respetar los servicios mínimos, con lo cual cogió desprevenidas a las fuerzas de represión, a los dirigentes sindicales sin capacidad de maniobra en el fin de semana (los liberados sindicales descansan el sábado y el domingo), y a la patronal sin atreverse a sacar los autocares por temor a que los apedreasen. El resultado fue una huelga efectiva, para variar. Las terminales de los aeropuertos se vieron invadidas por taxis y vehículos piratas particulares que trasladaban a los turistas, mientras que los huelguistas mostraban actitudes bastante moderadas, tan sólo algunos pinchazos de ruedas y un par de autobuses levemente apedreados bastaron para disuadir al esquirolaje. No ha habido ni un solo herido.

El tratamiento dado a la huelga por parte de los medios de comunicación ha sido muy negativo. Los piquetes informativos han sido tratados de partida de la porra; se han dicho cosas como que "la guardia civil protege a los piquetes", o que "No hay policías suficientes para proteger los servicios mínimos. Además, si pasa algo, desaparecen", según Jaume Batle, presidente de la patronal del sector; o que "doscientos chóferes han tomado como rehenes a la población de la isla"... Pero lo más sorprendente ha sido el tratamiento dado a CCOO: "sindicato de chichinabo", por "no poder controlar la huelga", así como lamentos por la ausencia de Manolo Cámara, histórico dirigente de CCOO y en la actualidad senador de Izquierda Unida en el parlament Balear "que había evitado todas las huelgas de los últimos años" -dándose así por hecho que la misión de los sindicalistas es evitar las huelgas y controlar a los trabajadores. Incluso el presidente de la patronal advirtió que "CCOO y UGT han perdido toda credibilidad como interlocutores" y reclamó del Ejecutivo Autonómico que "suprima toda subvención a estas organizaciones".

En definitiva, una ofensiva antiobrera promovida por todos los medios de comunicación hasta de ámbito internacional, en la que los huelguistas han sido descalificados y tildados de insolidarios, irresponsables, indignos, violentos, "a quienes no se debería dejar conducir ni un autocar" (de hecho, de las 22 cartas de despido enviadas a huelguistas nadie ha dicho nada), de personas innobles que están destruyendo la economía balear, todo esto con abundantes fotos de bebés ingleses y alemanes mirando con carita de pena a la cámara del periodista y turistas durmiendo en el suelo de los aeropuertos...

A la hora de escribir estas líneas, el conflicto sigue abierto, aunque la huelga, convocada hasta el 2 de julio, ya ha terminado. La prensa asegura "que CCOO ha vuelto a tomar las riendas y se ha comprometido a evitar movilizaciones que afecten a los aeropuertos". El dirigente de UGT Lorenzo Bravo ha asegurado que "más huelgas, ni borracho", y que la estrategia sindical es ahora "calmar los ánimos". La Federación del Transporte de CCOO se ha negado a convocar una huelga indefinida (pedida por muchos trabajadores), y sus delegados sindicales han vuelto a abuchear al sr. Joseph Benedicto llamándolo "político". Benedicto, ante las peticiones de dimisión que le llueven desde la patronal y desde sus afiliados, ha afirmado estoicamente que él no se siente cuestionado, y que piensa seguir en su cargo.

Pero la realidad es que a los conductores se les ofrecen 160.000 pts mensuales y 1000 pts la hora extra (la prensa dice que cobran 450.000 pts al mes), mientras que sus patrones se están haciendo multimillonarios. Se puede decir con seguridad, que mientras organizaciones como CCOO y sindicalistas como Josep Benedicto, Manuel Cámara o Lorenzo Bravo gestionen los intereses de los trabajadores -a pesar de las roturas de carnet en asamblea-, quienes seguirán venciendo serán los empresarios. Una nueva huelga que desgraciadamente no hace más que ejemplificar las miserias del sindicalismo de Estado que practican estas oficinas para-patronales que son llamadas "sindicatos", y las limitaciones de las asambleas de trabajadores cuando carecen de un sindicato como la CNT que dé contenido y continuidad a sus vigorosas protestas. Sea como sea, nuestro saludo solidario a los trabajadores del transporte balear.

 

Agencia Confederal Sevilla