Por pensar así... ¿somos delincuentes?

Los recientes acontecimientos de Génova, donde las fuerzas de seguridad del estado mataban a un joven militante antiglobalización, además de provocar una represión brutal, con golpes, torturas y detenciones arbitrarias, dejan en evidencia las "bondades económicas y sociales" que nos llegan con la "cacareada" globalización.

Desde que las protestas contra el capitalismo global, en Seattle dieran la vuelta al mundo, no se han escatimado medios para desprestigiar a los que nos oponemos a este modelo económico. Comentarios, artículos y discursos, desde casi todos los grandes medios de comunicación, y hasta montajes policiales para intentar criminalizarnos. Toda una batería de "combate" para "torpedear", no sólo las protestas ciudadanas, también las propuestas alternativas a este sistema.

También ocurrió en Göteborg, Suecia, allí la policía tampoco vaciló en utilizar armas de fuego contra los manifestantes, hiriendo de gravedad a un joven. En Barcelona pudimos asistir a un espectáculo grotesco, donde provocadores infiltrados ayudaron a promover disturbios en la manifestación del pasado 24 de junio. Sin embargo, las brutalidades utilizadas por los cuerpos armados, son sólo la punta del iceberg de las políticas en materia de "seguridad", adoptadas por algunos países de la Unión Europea. El gobierno austríaco suprimió provisionalmente los acuerdos de Schengen, " libre circulación de ciudadanos comunitarios", para evitar las protestas contra el World Economic Forum, reunidos en la ciudad de Salzburgo. El gobierno italiano hizo lo propio prohibiendo la entrada a ciudadanos europeos durante los días previos a la reunión del G8. Por otra parte, el gobierno de J.M. Aznar, también ha anunciado ya que asumirá esas mismas medidas el próximo año 2002 cuando presida la Unión Europea. Quizá sea significativo que todos estos países estén gobernados por la derecha y algunos coaligados con partidos de la extrema derecha o fascistas reconvertidos.

Asimismo, declaraciones de ciertos políticos y gobernantes son utilizadas para sembrar el desconcierto entre la opinión publica y también entre los militantes del movimiento antiglobalización. Llama especialmente la atención cómo se utilizan ciertas palabras, cómo se intenta deslegitimar a ciertos ciudadanos por el mero hecho de pertenecer a Sindicatos u Organizaciones anarquistas, como si el hecho en sí, el ser anarquista, fuera el santo y seña requerido para ser introducido en el saco de la marginalidad o la criminalidad. Tampoco esto es por casualidad, también esto forma parte de esa estrategia diseñada desde arriba para acallar las voces contrarias al neoliberalismo.

En cualquier caso, ¿somos nosotros los responsables de los graves problemas económicos que sufre la mayor parte del planeta y del grave deterioro ecológico con su correspondiente cambio climático que todos sufrimos? ¿Somos nosotros los que hacemos las guerras o los que diseñamos y fabricamos las armas más mortíferas?. No deja de ser paradójico, que seamos nosotras y nosotros los acusados de vándalos o terroristas.

Mientras tanto, seguiremos trabajando para alcanzar una sociedad más libre y justa, donde la economía esté al servicio de las personas, con un reparto equitativo de la riqueza y donde los medios de producción estén en armonía con la naturaleza. Por pensar así... ¿somos delincuentes?.

CNT de Fraga